La parálisis cerebral es la discapacidad más común durante la infancia y hay varias Revisiones Cochrane sobre las terapias que pueden ayudar a niños y niñas y sus familias. Entre estas se incluye una revisión sobre la terapia de movimiento inducido por restricción que fue actualizada en abril del 2019. Se pidió al autor principal Brian Hoare del Hospital Infantil Monash Children’s Hospital en Australia que explicara este tratamiento y la evidencia sobre sus efectos.
La parálisis cerebral es la discapacidad más común durante la infancia y hay varias Revisiones Cochrane sobre las terapias que pueden ayudar a niños y niñas y sus familias. Entre estas se incluye una revisión sobre la terapia de movimiento inducido por restricción que fue actualizada en abril del 2019. Se pidió al autor principal Brian Hoare del Hospital Infantil Monash Children’s Hospital en Australia que explicara este tratamiento y la evidencia sobre sus efectos.
Este podcast ha sido traducido y grabado por Laura Samsó del Centro Cochrane Iberoamericano.
Una gran proporción de niños con parálisis cerebral, o PC, tienen parálisis cerebral unilateral, lo que también se conoce como PC hemipléjica. Esto afecta al control y el funcionamiento de la musculatura de un lado del cuerpo y es el foco de la revisión. Los niños con PC unilateral tienen dificultades para usar sus manos conjuntamente y suelen descuidar el brazo más afectado. La terapia de movimiento inducido por restricción, o TMIR, pretende incrementar el uso de este brazo y mejorar el uso conjunto de las manos en niños con PC unilateral para poder realizar tareas diarias. Se basa en dos principios: la restricción del uso del brazo menos afectado (usando, por ejemplo, un cabestrillo, una manopla o una férula) y terapia intensiva en el brazo más afectado.
En la revisión Cochrane se incluyeron comparaciones directas de TMIR y comparaciones con otras intervenciones, que fueron analizadas por grupos en función de las dosis relativas de esas otras intervenciones. Entre una serie de desenlaces, los autores se interesaron especialmente en evaluar el efecto de la TMIR en el uso conjunto de las manos en niños con PC unilateral, lo que técnicamente se denomina: desempeño bimanual.
Se encontraron 36 ensayos aleatorizados de 19 países, lo que convierte a la TMIR en la intervención más estudiada en niños con PC. Se encontró mucha heterogeneidad entre los ensayos incluyendo una gran variedad de modelos y dispositivos de restricción y de dosis de tratamiento; de medidas de resultado; de contextos y de intervenciones de comparación. La edad media de los niños incluidos en los estudios fue de 6 años, siendo 6 meses la edad del más joven y 19 años la del más mayor. A pesar de que la duración media de la TMIR proporcionada fue de 130 horas, se encontró una variación significativa; desde 20 horas hasta poco más de 500 horas; y la duración diaria de las sesiones de intervención también fue muy variable, desde 30 minutos hasta 8 horas. La duración media de los programas fue de 5 semanas.
Cuando las evaluaciones se hicieron inmediatamente después de la intervención, se encontró evidencia de baja calidad de que la TMIR es más efectiva que una baja dosis de intervención de comparación para mejorar el desempeño bimanual. Aun así, no fue más efectivo para mejorar el desempeño bimanual al compararlo con altas dosis o intervenciones emparejadas por dosis. Un pequeño número de niños no pudieron tolerar la TMIR debido a frustración o falta de aceptación de los dispositivos de restricción, y 9 niños de los casi 500 incluidos en los estudios fueron incapaces de continuar con la TMIR. Aun así, en general, la TMIR parece ser una intervención segura para niños con PC unilateral.
En resumen, puede ser que la TMIR funcione mejor que otras terapias para los brazos realizadas a baja intensidad para mejorar la capacidad de los niños para usar las dos manos conjuntamente, pero parece que no es más efectiva que otras terapias realizadas a igual o mayor dosis. La modalidad específica de TMIR no es tan importante como la implementación de un programa terapéutico cuidadosamente orientado y con el apoyo adecuado. Las familias deben confiar en que, de promedio, la participación activa en un programa intensivo de TMIR o terapia bimanual a una intensidad superior a la usada en “terapia habitual” puede conducir a mejoras en el desempeño bimanual de sus hijos. Los clínicos ahora tienen el reto de identificar las barreras y los facilitadores para la implementación de estas intervenciones y su introducción en la práctica clínica.
Si quiere saber más sobre los diferentes tipos de TMIR incluidos en la revisión de Brian, puede encontrar la versión completa online. Solamente vaya a Biblioteca Cochrane punto com y haga una simple búsqueda de "TMIR y PC".