Muchos adultos en países de ingresos altos han tenido una "raspaje y pulido" cuando han ido al dentista, y a algunos se les habrá ofrecido este procedimiento de forma sistemática. Pero, ¿vale la pena? La evidencia más reciente se encuentra en la tercera actualización de la Revisión Cochrane, publicada en diciembre de 2018 cuyo autor principal es Thomas Lamont, de la Universidad de Dundee en Escocia. Este podcast ha sido traducido por Elisenda Parellada y grabado por Victoria Leo, del Centro Cochrane Iberoamericano.
Muchos adultos en países de ingresos altos han tenido una "raspaje y pulido" cuando han ido al dentista, y a algunos se les habrá ofrecido este procedimiento de forma sistemática. Pero, ¿vale la pena? La evidencia más reciente se encuentra en la tercera actualización de la Revisión Cochrane, publicada en diciembre de 2018 cuyo autor principal es Thomas Lamont, de la Universidad de Dundee en Escocia. Este podcast ha sido traducido por Elisenda Parellada y grabado por Victoria Leo, del Centro Cochrane Iberoamericano.
El 'raspaje y pulido' o la 'extracción mecánica profesional de la placa', se realiza con instrumentos dentales especialmente diseñados o escariadores ultrasónicos, y después se realiza un pulido con la aplicación de pastas especiales. Este procedimiento está pensado como una forma complementaria de la higiene oral que realizan los pacientes en casa para la eliminación de la placa. El objetivo es reducir el riesgo de enfermedad periodontal y muchos dentistas o higienistas ofrecen raspaje y pulido para la mayoría de los pacientes a intervalos regulares, incluso si se considera que los pacientes tienen un bajo riesgo de desarrollar ese tipo de enfermedad.
Sin embargo, existe un debate acerca de si el tratamiento de raspaje y pulido es efectivo y con qué frecuencia debe realizarse. El raspaje puede ser un procedimiento invasivo y se ha asociado con efectos secundarios negativos, incluidos daños en la superficie dental y sensibilidad dental. Se ha actualizado la Revisión Cochrane, que se publicó por última vez en 2013, y ahora tenemos pruebas de certeza alta de que, de hecho, el raspaje y pulido sistemáticos no reducen la enfermedad periodontal en adultos de bajo riesgo.
Se incluyeron dos estudios, con poco más de 1700 participantes. Ambos estudios incluyeron adultos sin enfermedad grave periodontal que asistían regularmente a las prácticas odontológicas generales en el Reino Unido. Este tipo de prácticas son el entorno más apropiado para evaluar los tratamientos de “raspaje y pulido sistemático”. Aunque ambos estudios incluidos se realizaron en el Reino Unido, sería razonable suponer que los hallazgos serían los mismos en otros países de ingresos altos.
Un estudio midió los resultados a los 2 años y el otro a los 3 años. Ambos descubrieron que los tratamientos de raspaje y pulido planificados sistemáticamente no reducían los signos tempranos de la enfermedad periodontal más que el raspaje y pulido administrados solo cuando el profesional dental lo juzgaba necesario o el paciente lo solicitaba. Los niveles de sarro se redujeron ligeramente más con los tratamientos programados, pero no se sabe si los pacientes o sus dentistas considerarán importante esta pequeña diferencia.
Los participantes que en los ensayos recibieron tratamientos de raspaje y pulido a intervalos de 6 y 12 meses informaron la sensación de tener sus dientes más limpios que los participantes que no estaban programados para recibir tratamiento sistemático. Aun así, esta evidencia es de baja calidad y los estudios no encontraron ningún beneficio en la calidad de vida. Ninguno de los estudios midió los efectos secundarios, como el daño a la superficie dental o la sensibilidad dental, los cambios en el nivel de inserción, la pérdida dental o la halitosis (mal aliento), y la evidencia disponible sobre los costes de los tratamientos no está clara.
En resumen, la revisión arroja dudas sobre si es necesario que el raspaje y pulido se realicen de manera rutinaria, en un intervalo estándar de cada 6 y 12 meses. A muchas personas les gusta la sensación de limpieza que reciben de un tratamiento como este, pero no está claro que exista algún beneficio clínico real para la enfermedad periodontal. La revisión actualizada muestra que proporcionar un tratamiento de raspaje y pulido solo cuando el dentista lo considera apropiado o el paciente lo solicita no produce resultados de salud bucal más deficientes al cabo de 2 a 3 años que hacerlo en un programa sistemático de 6 o 12 meses.
Si deseas obtener más información sobre los hallazgos y las actualizaciones de la revisión Cochrane, puedes visitar la BibliotecaCochrane.com y buscar 'raspaje y pulido'.