La musicoterapia se utiliza para varias enfermedades y varias revisiones Cochrane examinan estos efectos. Un equipo de musicoterapeutas expertos en el uso de la musicoterapia con pacientes actualizaron su revisión para pacientes de cáncer en octubre de 2021.
Este podcast ha sido traducido por Andrea Cervera y locutado por Josefina Bendersky del Centro Cochrane Iberoamericano.
La musicoterapia se utiliza para varias enfermedades y varias revisiones Cochrane examinan estos efectos. Un equipo de musicoterapeutas expertos en el uso de la musicoterapia con pacientes actualizaron su revisión para pacientes de cáncer en octubre de 2021.
Este podcast ha sido traducido por Andrea Cervera y locutado por Josefina Bendersky del Centro Cochrane Iberoamericano.
Las personas con cáncer pueden experimentar un malestar emocional, físico y social. Muchos de estos síntomas y los efectos secundarios de los tratamientos afectan a su bienestar físico y calidad de vida. Además, los pacientes con cáncer a menudo experimentan dolor y depresión en respuesta al diagnóstico y al tratamiento. Por ello, su atención debe incorporar servicios que les ayuden a abordar los síntomas y cubrir sus necesidades psicológicas, sociales y espirituales. La musicoterapia se ha utilizado en varias áreas de la medicina con esta finalidad.
La revisión incluye ahora 81 ensayos con más de 5500 participantes con cáncer. Veintiséis ensayos incluyeron a pacientes que se sometieron a quimioterapia o radioterapia, 23 examinaron los efectos de la música durante procedimientos o cirugías y 25 incluyeron pacientes generales con cáncer. Casi todos los ensayos incluían a adultos y solo siete examinaron intervenciones para pacientes pediátricos con cáncer.
El uso de la música en la atención oncológica puede situarse a lo largo de toda la atención, desde la escucha iniciada por el paciente, escuchar música grabada y ofrecida por el personal médico hasta intervenciones administradas por un musicoterapeuta formado. Los musicoterapeutas están formados específicamente para seleccionar intervenciones musicales para ofrecer apoyo espiritual y emocional, facilitar la comunicación y las interacciones significativas entre los pacientes y sus familiares, ofrecer nuevas estrategias de afrontamiento y mejorar el control de los síntomas. Los terapeutas pueden improvisar música con los pacientes, ayudarles a cantar canciones conocidas y favoritas, escribir canciones propias o tocar música en directo elegida por los pacientes.
Se clasificaron 43 de los estudios encontrados como estudios de medicina con música, en los que el participante simplemente escuchaba música grabada y ofrecida por un profesional médico, mientras que 39 estudios fueron estudios de musicoterapia.
La evidencia muestra que ambos tipos de intervenciones podrían tener un efecto beneficioso sobre la ansiedad en adultos con cáncer, lo cual coincide con otras tres revisiones Cochrane sobre el uso de música para pacientes con cardiopatía coronaria, pacientes con respiración asistida y para la ansiedad preoperatoria. En cuanto a los niños con cáncer, dos ensayos indican que las intervenciones con música también podrían ayudar a reducir su ansiedad.
Los resultados de adultos con cáncer indican que las intervenciones con música podrían reducir la depresión y el cansancio y tienen un efecto moderado de reducción del dolor. Los ensayos pediátricos no incluyeron estos desenlaces, a excepción de un ensayo que informó sobre efectos de reducción del dolor en niños con cáncer. También se encontró que las intervenciones con música podrían proporcionar beneficios en la frecuencia cardíaca y la presión arterial en adultos. Los resultados de ensayos individuales indican que las intervenciones musicales podrían reducir el consumo de analgésicos y anestésicos en pacientes adultos con cáncer sometidos a cirugía y acortar la estancia hospitalaria; y un estudio también indicó que los pacientes podrían recuperarse más rápidamente tras una operación cuando un musicoterapeuta les ofrece música personalizada en vivo antes y durante la cirugía. Sin embargo, se necesitan más investigaciones antes de establecer conclusiones sólidas sobre estos desenlaces.
También hubo interés en examinar si importaba el tipo de intervención que recibían los participantes. Los análisis de subgrupos indicaron que, aunque las intervenciones de musicoterapia tenían un efecto moderado sobre la calidad de vida en adultos, no se observó un efecto de las intervenciones médicas con música en este desenlace. Del mismo modo, para el cansancio, se observó un efecto leve a moderado de la musicoterapia, pero no de los estudios de medicina con música.
En general, la evidencia de los ensayos incluidos en esta actualización indica que las intervenciones musicales podrían ofrecerse como tratamiento complementario para personas con cáncer y que las intervenciones de musicoterapia administradas por un musicoterapeuta formado podrían dar resultados más consistentes. Sin embargo, hubo un alto riesgo de sesgo en la mayoría de estudios debido a que no se podían ocultar las intervenciones a los participantes y a que los desenlaces subjetivos se miden con medidas autoinformadas, lo cual significa que los hallazgos deben interpretarse con cautela.
Hay varias recomendaciones de investigación para futuros estudios. Se necesitan ensayos aleatorizados que comparen directamente la medicina con música con las intervenciones de musicoterapia y que examinen la relación entre la frecuencia y la duración de las intervenciones y sus efectos sobre varios desenlaces. También sería deseable ver más ensayos en cáncer pediátrico. Los futuros esfuerzos de la investigación también deberían dirigirse a aumentar el conocimiento de cómo las intervenciones de musicoterapia y de medicina con música podrían optimizarse para el control de los síntomas, cómo podrían beneficiar más al paciente a lo largo del tratamiento oncológico y qué aspectos distintivos de estas intervenciones contribuyen a la atención de los pacientes. Los ensayos que utilizan la escucha de música grabada deberían describir las selecciones musicales disponibles para los participantes y dedicar más esfuerzos a escoger música que refleje la preferencia real del paciente. Finalmente, dado que los hallazgos sobre los efectos reductores de la ansiedad de la música son bastante sólidos, es importante que los futuros estudios se centren en otros desenlaces incluidos en esta revisión.
Para leer más sobre los ensayos de esta revisión y el abanico de intervenciones musicales evaluadas, visite la Biblioteca Cochrane y busque 'música y cáncer'.