Varias revisiones Cochrane analizan la evidencia sobre las intervenciones que podrían estar utilizándose en personas mayores en contextos de cuidados geriátricos y algunas tratan sobre cómo prevenir o reducir el uso de aquellas intervenciones que podrían ser más perjudiciales que beneficiosas. De estas revisiones, la revisión sobre intervenciones para prevenir y reducir el uso de sujeciones físicas se actualizó en julio de 2023 y en este podcast se habla sobre este tema y las últimas conclusiones de la revisión.
Este podcast ha sido traducido por Yasmín García y locutado por Andrea Cervera del Centro Cochrane Iberoamericano.
Varias revisiones Cochrane analizan la evidencia sobre las intervenciones que podrían estar utilizándose en personas mayores en contextos de cuidados geriátricos y algunas tratan sobre cómo prevenir o reducir el uso de aquellas intervenciones que podrían ser más perjudiciales que beneficiosas. De estas revisiones, la revisión sobre intervenciones para prevenir y reducir el uso de sujeciones físicas se actualizó en julio de 2023 y en este podcast se habla sobre este tema y las últimas conclusiones de la revisión.
Este podcast ha sido traducido por Yasmín García y locutado por Andrea Cervera del Centro Cochrane Iberoamericano con la colaboración del Ministerio de Sanidad de España.
Las sujeciones físicas son dispositivos destinados a restringir o impedir el libre movimiento de la persona. Algunos ejemplos son las barandillas de cama, los cinturones y las mesas fijas a las sillas, y se utilizan habitualmente en residencias para personas mayores de muchos países, sobre todo en personas con demencia. Aunque la tasa de uso de sujeciones difiere entre distintas instituciones residenciales, algunos estudios han revelado que estos dispositivos se utilizaban con más de la mitad de los residentes.
La principal razón para utilizar sujeciones físicas es la seguridad. Por ejemplo, las barandillas de cama suelen utilizarse para evitar que las personas con riesgo de caerse se caigan de la cama si nadie está con ellas y para prevenir otras caídas o las lesiones relacionadas. Sin embargo, esta imposibilidad de movilización puede tener repercusiones negativas en la actividad física y la movilidad, lo que en realidad podría aumentar el riesgo de caídas. Además, las sujeciones pueden desencadenar o aumentar un comportamiento agresivo. De hecho, el uso de sujeciones suele ser más perjudicial que beneficioso. Por ello, las guías recomiendan evitar las sujeciones físicas y su uso está restringido por ley en varios países, como Estados Unidos y Alemania.
En 2011 se publicó una revisión Cochrane que investigó los efectos de intervenciones dirigidas a reducir el uso de sujeciones físicas. Sin embargo, los resultados de los cinco estudios incluidos fueron incongruentes y no fue posible establecer conclusiones claras. Ahora se ha actualizado la revisión, añadiendo seis estudios nuevos, de modo que ahora se cuenta con once estudios con alrededor de 19 000 participantes. Los estudios investigaron diferentes tipos de intervenciones para reducir las sujeciones físicas en residencias para personas mayores y actualmente es posible confiar en la conclusión de que se necesita un cambio de política claro a nivel organizativo para enfatizar que las sujeciones deben ser la última opción y solo se deben utilizar una vez exploradas todas las demás estrategias viables.
Esta conclusión se desprende de los cuatro estudios con aproximadamente 18 000 participantes en los que se investigaron intervenciones organizativas destinadas a promover una política de sujeciones mínimas. Las intervenciones comprenden varios componentes como un paquete y todas ofrecen formación al personal de enfermería para tratar de aumentar sus conocimientos sobre los efectos poco claros del uso de sujeciones y la posibilidad de que se produzcan episodios adversos. Las intervenciones también proporcionan información sobre las estrategias para reducir las sujeciones y superar las barreras comunes para la reducción de las sujeciones. Otros componentes tratan de cambiar las políticas institucionales y la cultura asistencial en relación con el uso de sujeciones, ya que se formó a algunos profesionales como figura responsable de desarrollar y aplicar estrategias concretas para evitar el uso de sujeciones en sus centros. Este conjunto de cuatro estudios proporciona la mejor evidencia de la revisión, mostrando que las intervenciones organizativas probablemente reducen el número de residentes con sujeciones físicas en los centros residenciales para personas mayores en un 14%, sin cambios generales en el número de caídas ni de lesiones relacionadas con las caídas y sin un aumento en la prescripción de medicación psicotrópica.
También como parte de la revisión, seis estudios investigaron programas formativos que abordaron el conocimiento y las actitudes del personal con respecto al uso de sujeciones físicas sin otros componentes de intervención. La evidencia proveniente de estos estudios mostró que las intervenciones formativas por sí solas no son eficaces para reducir el uso de sujeciones físicas. Algunos de los estudios encontraron que la formación puede reducir el uso de sujeciones, pero otros no lo hicieron o incluso encontraron un aumento en el uso de sujeciones tras la aplicación de la intervención. Una explicación es que la formación por sí sola suele tener un escaso impacto en el comportamiento y los procesos asistenciales.
En conclusión, esta revisión actualizada muestra que es necesario un claro cambio de política a nivel organizativo. Esto debería poner de relieve que las medidas de inmovilización se deben considerar el último recurso y utilizarse solo cuando se hayan explorado todas las demás estrategias viables.
Si desea obtener más información sobre estos cambios a nivel organizativo y las intervenciones que ayudarían a implementarlos, puede encontrar la revisión completa en la Biblioteca Cochrane con la búsqueda " reducción del uso de sujeciones físicas en los cuidados a largo plazo".