Muchas personas experimentan cierta tristeza en invierno, pero algunas padecen un trastorno afectivo estacional más grave que tiene una importante repercusión en su calidad de vida. La fototerapia es una de las intervenciones utilizadas para tratar de prevenirlo y un equipo de investigadores de Austria y Estados Unidos publicaron una actualización de su revisión Cochrane en marzo de 2019. Este podcast ha sido traducido por Elisenda Parellada y grabado por Victoria Leo, del Centro Cochrane Iberoamericano.

El trastorno afectivo estacional, conocido también como depresión de invierno, es un patrón estacional de episodios depresivos graves y recurrentes. A menudo ocurren durante el otoño o el invierno y remiten en la primavera. Una característica especialmente perjudicial es el elevado riesgo de recurrencia y persistencia, hasta el punto en que dos tercios de las personas diagnosticadas experimentarán este tipo de depresión cada año. No obstante, el rasgo estacional predecible proporciona una oportunidad para prevenir y se está trabajando en una serie de cuatro revisiones de intervenciones que podrían ayudar. Esta revisión examina los efectos de la fototerapia, una intervención no farmacológica establecida y empleada para tratar episodios agudos del trastorno afectivo estacional que expone a las personas a luz artificial. Sin embargo, se sabe muy poco sobre su uso para prevenir la depresión de invierno.

El modo de aplicación y la forma de la luz varían y esta revisión se propuso investigar si cualquier forma de fototerapia reduce el riesgo de nuevos episodios depresivos en pacientes con antecedentes de trastorno afectivo estacional sin síntomas al inicio del tratamiento preventivo. Se buscaron estudios que compararan la fototerapia con ningún tratamiento, otro tipo de fototerapia u otras intervenciones como el tratamiento antidepresivo o psicológico, pero tan solo se encontró un ensayo aleatorio que pudiese utilizarse.

El ensayo fue un estudio de un único centro en los Países Bajos que incluyó a 46 participantes de un centro ambulatorio. La intervención se administró en el domicilio de los participantes tras haber sido asignados al azar a uno de los tres grupos: luz blanca brillante, luz infrarroja y ninguna fototerapia. Se les informó que debían usar la fototerapia durante 30 minutos al día por la mañana excepto los fines de semana.

En general, ambas formas de fototerapia preventiva redujeron la incidencia del trastorno afectivo estacional, comparadas con ninguna fototerapia, y dieron tasas similares entre sí de episodios depresivos. Sin embargo, la calidad de la evidencia para todos los desenlaces fue muy baja, con un alto riesgo de sesgo por la falta de cegamiento, la información faltante acerca de los abandonos y otras limitaciones como el tamaño muestral pequeño.

En resumen, existen pocas pruebas acerca de la efectividad de la fototerapia para prevenir el trastorno afectivo estacional.  No se pudieron establecer conclusiones firmes a partir del único estudio disponible y, por lo tanto, cualquier decisión sobre la utilización de la fototerapia en este sentido deberá basarse en las preferencias del paciente hasta que se disponga de más estudios.

Los detalles del único estudio incluido y la búsqueda extensa de esta revisión pueden encontrarse en la revisión completa en la Biblioteca Cochrane punto com buscando 'fototerapia TAE'.