Casi todas las revisiones Cochrane utilizan una metodología sistemática en la que las reglas para incluir un estudio están claramente definidas de antemano, los investigadores intentan encontrar e incluir todos esos estudios y buscan una estimación del tamaño del efecto de una intervención o la precisión de un prueba diagnóstica.
Sin embargo, algunos investigadores desean analizar con más atención por qué y cómo funcionan las intervenciones o acciones, y un enfoque realista podría ser más apropiado para su revisión. Una de las primeras revisiones Cochrane de este tipo, cuya autora principal es Carol Rivas de London University College en Reino Unido, se publicó en junio de 2019 y evaluó intervenciones de defensa para mujeres maltratadas.
Este podcast ha sido traducido por Yasmín García y locutado por Salomé Planas del Centro Cochrane Iberoamericano.
Casi todas las revisiones Cochrane utilizan una metodología sistemática en la que las reglas para incluir un estudio están claramente definidas de antemano, los investigadores intentan encontrar e incluir todos esos estudios y buscan una estimación del tamaño del efecto de una intervención o la precisión de un prueba diagnóstica.
Sin embargo, algunos investigadores desean analizar con más atención por qué y cómo funcionan las intervenciones o acciones, y un enfoque realista podría ser más apropiado para su revisión. Una de las primeras revisiones Cochrane de este tipo, cuya autora principal es Carol Rivas de London University College en Reino Unido, se publicó en junio de 2019 y evaluó intervenciones de defensa para mujeres maltratadas.
Este podcast ha sido traducido por Yasmín García y locutado por Salomé Planas del Centro Cochrane Iberoamericano.
La violencia doméstica entre parejas íntimas es muy frecuente y la defensa es un servicio de apoyo formal que podría ayudar a la persona que está siendo abusada. Esta revisión analiza su uso en mujeres maltratadas, ya que las intervenciones para hombres maltratados requieren consideraciones diferentes.
La defensa puede ser independiente o formar parte de otros servicios como la atención médica, el sistema de justicia penal o los servicios sociales, gubernamentales o especializados en violencia doméstica. Principalmente implica educar a la mujer maltratada sobre la violencia doméstica y apoyarla para que esté segura. También implica ayudarla a acceder a otros servicios, como la vivienda. Los defensores pueden ser mujeres capacitadas que han sido maltratadas en el pasado, personal o aprendices de diversos ámbitos, o expertos en violencia doméstica.
La variabilidad entre los servicios de defensa dificulta la comprensión de lo que funciona para quién y cuándo y dónde, y se quería investigar todos estos factores. Hacer una revisión realista permitió profundizar más en estos temas sobre cómo funciona una intervención y a qué podría dar lugar en la práctica habitual, en lugar de en un contexto de investigación pura. Se consideró cualquier tipo de estudio, siempre que tuviera información sobre al menos dos de los aspectos siguientes: el contexto, los resultados y los mecanismos. Los mecanismos son aquellos elementos que conducen a una respuesta particular y un ejemplo es el contenido educativo que ayuda a cada mujer maltratada a dar sentido a sus propias experiencias únicas.
Se encontraron estudios de investigación de 15 países y 88 de los 98 estudios incluidos fueron fundamentales para responder a las preguntas de esta revisión. De éstos, 37 preguntaron a los defensores sobre sus puntos de vista y experiencias, mientras que solo siete preguntaron a las mujeres maltratadas, y dos de ellos también le preguntaron al personal. Los otros 44 estudios fundamentales permitieron comprender cómo funciona la defensa y cuán efectiva es.
En resumen, se determinó que la defensa puede ayudar a las mujeres maltratadas si se realiza durante un tiempo suficiente y si sus objetivos se ajustan a las necesidades de cada mujer. Pero también está claro que la mujer puede experimentar tanto beneficios como compensaciones menos deseables.
A nivel individual, se detectó que el trabajo de defensa debería considerar el acceso y el control existentes de las mujeres a los recursos económicos, legales, sociales, emocionales y del conocimiento; y que no es suficiente proporcionarles simplemente el acceso a estos recursos, sino que también necesitan ayuda para desarrollar las capacidades para utilizarlos.
A veces, la defensa genera una cadena de efecto positiva. Pero a corto plazo, podría dar lugar a cambios negativos como la depresión, ya que la mujer tiene más información sobre su situación o deja al abusador y tiene que mudarse a un área diferente. Las mujeres maltratadas a las que se les proporciona una defensa necesitan comprender que siempre hay compensaciones relacionadas con cualquier decisión que tomen; y algunas mujeres pueden tolerar el abuso si consideran que las compensaciones de no hacerlo son peores. Los defensores deben aceptar esto, lo que resulta difícil.
A nivel local, se determinó que las comunidades pueden apoyar o limitar el uso de la defensa por las mujeres maltratadas. También se determinó que los defensores se ven afectados por el hecho de si cuentan con recursos económicos locales y nacionales, capacitación u orientación continua, así como vínculos de apoyo de sus colegas u otras organizaciones. A menudo les preocupaba pasar de un rol profesional a uno personal de manera que fuera perjudicial para ellos mismos o para las mujeres. Podrían experimentar agotamiento, especialmente si son supervivientes de abuso, aunque ser un superviviente o ser de la misma etnia que la mujer maltratada se consideró útil. Todo esto hace que sea importante brindar apoyo a los defensores.
En conclusión, esta revisión ayuda a explicar por qué a menudo los estudios no muestran grandes beneficios de la defensa o tienen resultados mixtos. Por ejemplo, es poco probable que uno o dos contactos con una mujer sean suficientes para empoderarla, aunque pueden cambiar sus comportamientos de seguridad. Las mujeres vulnerables y marginadas con pocos recursos al inicio de la defensa pueden mostrar mayores beneficios en algunos resultados a corto plazo. Esto incluye mujeres de grupos minoritarios o áreas rurales, aquellas que sufren abusos prolongados graves y posiblemente las mujeres embarazadas o con hijos. Estos beneficios indican un punto de partida bajo en lugar de un "buen resultado" y es probable que las mujeres necesiten más tiempo de defensa, ya que los pasos pequeños pueden ser más apropiados para ellas. Finalmente, el trabajo de defensa debe tener en cuenta no solo la influencia del abusador en la mujer, sino también la de su comunidad y las redes sociales.
Si desea obtener más información sobre esta revisión realista y sus hallazgos, está en línea en la bibliotecacochrane.com y puede encontrarla con una simple búsqueda de “revisión realista de intervenciones de defensa”.