Existen más de 50 revisiones Cochrane de los efectos de las intervenciones para ayudar a las personas a dejar de fumar. Una de estas revisiones, cuya autora principal Nicola Lindson del Grupo Cochrane de Adiccón al Tabaco, investigó si reducir el tabaquismo antes de dejar de fumar podría ser una alternativa a dejar de fumar de repente y se actualizó en septiembre de 2019.

Este podcast ha sido traducido por Yasmín García y locutado por Salomé Planas del Centro Cochrane Iberoamericano.

La forma estándar en que se les dice a las personas que dejen de fumar es que fumen de manera normal hasta un día en el que dejen de fumar y ya no consuman más cigarrillos. Sin embargo, esto es desalentador para muchos y los que lo han intentado sin éxito podrían intentarlo de otra manera. Reducir la cantidad de cigarrillos fumados antes de dejar de fumar puede ser esa alternativa, por lo que es importante saber si es tan efectiva como dejar de fumar abruptamente.
Esta revisión lo ha investigado y determinó que existe evidencia de calidad moderada de que las personas a quienes se les pidió que dejaran de fumar de una vez no tuvieron más probabilidades de abandonar el hábito que las personas a quienes se les pidió que redujeran la cantidad que fumaban antes de dejar de fumar. También se deseaba explorar si reducir el consumo para dejar de fumar causaba algún efecto adverso, como antojos de cigarrillos, dificultad para dormir, mal humor o irritabilidad; pero muy pocos estudios proporcionaron esta información, por lo que no está claro.
En la revisión se incluyeron 51 estudios aleatorizados en los que participaron más de 22 000 fumadores. La mayoría eran adultos y habitualmente fumaban al menos 23 cigarrillos al día al comienzo de la investigación. Los estudios compararon a las personas a quienes se les pidió que redujeran la cantidad que fumaban  y luego dejaran de fumar por completo con un grupo que no recibió tratamiento para dejar de fumar, un grupo al que se le pidió que dejara de fumar de una vez o un grupo al que se le pidió que redujera la cantidad que fumaba de una manera diferente.
Los métodos de reducción probados variaron mucho entre los estudios; algunos simplemente pidieron a los participantes que redujeran la cantidad que fumaban, mientras que otros proporcionaron instrucciones detalladas o sugerencias sobre cómo hacerlo, algunas de las cuales se proporcionaron de manera personal.
Al analizar la evidencia, se determinó que las personas que reducen el consumo de tabaco a la vez que reciben vareniclina o una forma de terapia de reemplazo de nicotina (TRN) de acción rápida, como chicles  o pastillas, pueden tener más probabilidades de dejar de fumar que aquellas que reducen su consumo con el uso de un medicamento diferente o sin medicamentos. También se determinó que brindar apoyo personal a las personas para que reduzcan su consumo puede ayudar más a dejar de fumar que si simplemente se les proporciona material de autoayuda.
Por lo tanto, se concluyó que pedirles a las personas que comiencen por reducir la cantidad que fuman puede ser una forma útil de ayudarlas a dejar de fumar. Reducir la cantidad que fuman a la vez que utilizan la TRN de acción rápida o vareniclina, y mientras reciben apoyo conductual puede maximizar las posibilidades de éxito de abandono del hábito. Los estudios futuros bien realizados se deberían centrar en investigar si reducir la cantidad que se fuma puede ser más útil en poblaciones particulares, y qué formas de reducir el consumo para dejar de fumar dan como resultado tasas más altas de abandono.

Si desea obtener más información sobre la variedad de intervenciones de esta revisión y leer más sobre los tipos de investigación que aún se necesitan, puede encontrarla en línea. Simplemente visite bibliotecacochrane.com y realice una búsqueda de "intervenciones para reducir el tabaquismo".