Cochrane está produciendo, y manteniendo actualizadas, una serie de revisiones para ayudar a aquellas personas encargadas de tomar decisiones a responder a la pandemia de covid-19. En octubre de 2020, Ronald Flumignan de la Universidad Federal de Sao Paolo en Brasil y otros autores publicaron los hallazgos acerca de los efectos de los anticoagulantes.
Este podcast ha sido traducido por Andrea Cervera y locutado por Montse León del Centro Cochrane Iberoamericano.
Cochrane está produciendo, y manteniendo actualizadas, una serie de revisiones para ayudar a aquellas personas encargadas de tomar decisiones a responder a la pandemia de covid-19. En octubre de 2020, Ronald Flumignan de la Universidad Federal de Sao Paolo en Brasil y otros autores publicaron los hallazgos acerca de los efectos de los anticoagulantes.
Este podcast ha sido traducido por Andrea Cervera y locutado por Montse León del Centro Cochrane Iberoamericano.
La covid-19 afecta normalmente a los pulmones y las vías aéreas de las personas, pero, además de estos problemas respiratorios, una de cada seis personas que ingresan en el hospital por covid-19 podría desarrollar coágulos en venas o arterias. Los anticoagulantes previenen su formación, pero pueden causar efectos no deseados, como hemorragias. Algunas guías recomiendan administrar estos medicamentos en el momento del ingreso por covid-19 para prevenir que se formen coágulos, en lugar de esperar a ver si aparecen y después tratarlos con anticoagulantes. Se quiso averiguar si este enfoque preventivo o profiláctico de administración de anticoagulantes en personas hospitalizadas con covid-19 reducia el número de muertes. También se quiso saber si estas personas necesitan menos ayuda para respirar, si desarrollan igualmente coágulos perjudiciales o si experimentan hemorragias u otros episodios no deseados como náuseas, vómitos, problemas renales o amputaciones.
Se esperaba encontrar ensayos aleatorizados que estudiaran el uso de estos fármacos frente a la atención habitual o el placebo, porque proporcionan la mejor evidencia posible, pero tales estudios no están disponibles en este momento. En su lugar, esta revisión se sustenta en siete estudios retrospectivos no aleatorizados que observaron a posteriori el tratamiento administrado a casi 6000 personas. Estos estudios tuvieron lugar en unidades de cuidados intensivos, plantas de hospital y servicios de urgencias de China, Italia, España y Estados Unidos. Proporcionaron evidencia sobre las muertes y el sangrado, pero no sobre el soporte respiratorio, la formación de coágulos ni otros efectos no deseados. Las amplias diferencias entre los estudios también implican que no fue posible agrupar los resultados.
Seis estudios, con casi 5700 participantes, compararon pacientes que hubieran o no recibido anticoagulantes. Uno de estos estudios informó acerca de una reducción de la mortalidad con la anticoagulación, y otro observó una reducción de la mortalidad en personas gravemente enfermas; pero tres estudios no informaron ningún efecto sobre la mortalidad, y el sexto no notificó muertes en ninguno de los grupos. Uno de estos estudios informó acerca de hemorragia grave en un 3% de los participantes que recibieron anticoagulantes y en un 1,9% de los que no lo recibieron.
El séptimo estudio de la revisión comparó una dosis terapéutica con una dosis preventiva de anticoagulantes. Los 244 participantes del estudio se encontraban en la unidad de cuidados intensivos con ventilación mecánica. Independientemente de si habían presentado coágulos se les administró una dosis más alta de anticoagulante, que la habitualmente empleada para tratar coágulos, o una más baja utilizada para prevenir coágulos. El estudio halló que un tercio de las personas que recibieron la dosis terapéutica murió, en comparación con más de la mitad de los que recibieron la dosis preventiva. También observó que la hemorragia grave fue más habitual en participantes que recibieron la dosis terapéutica, en alrededor de un 32% comparado con un 21% de los que recibieron la dosis preventiva más baja.
En resumen, por el momento no se sabe si los anticoagulantes resultan útiles para el tratamiento preventivo de personas con covid-19, debido a la elevada incertidumbre sobre la actual evidencia. Hay un punto positivo y es que, se sabe que hay 22 estudios actualmente en curso, incluidos 20 ensayos aleatorizados con unos 15 000 participantes, cuyos resultados se añadirán a la revisión cuando estén disponibles. Estos estudios de mejor calidad deberían ayudar a proporcionar una respuesta concluyente a este tema tan importante.
Si desea saber más sobre la evidencia actual y estar al día de futuras actualizaciones cuando se publiquen los nuevos ensayos, puede dirigirse a la Biblioteca Cochrane punto com y buscar 'anticoagulantes y covid-19'.