La realización de ejercicios aeróbicos o una combinación de ejercicios aeróbicos y de resistencia durante al menos 20 minutos, al menos tres veces por semana durante al menos cinco semanas, parece ser seguro y puede mejorar la condición física, la composición corporal y el bienestar de los adultos que viven con VIH.
Muchas personas que viven con VIH utilizan el ejercicio para mejorar su condición física, su bienestar y su imagen corporal. El ejercicio también se utiliza como estrategia para disminuir las consecuencias para la salud del VIH y los tratamientos asociados. Esta revisión de 14 ensayos halló que realizar ejercicios aeróbico constantes o a intervalos, o una combinación de ejercicios aeróbicos constantes y ejercicio progresivo de resistencia, durante al menos 20 minutos, tres veces por semana durante al menos cinco semanas, parece ser seguro y podría mejorar la condición física, la composición corporal y el bienestar de los adultos que viven con VIH. Se necesitan más estudios de alta calidad para evaluar mejor la evidencia sobre los grupos subrepresentados, como las mujeres y los adultos mayores que viven con VIH, y los que interrumpen sus programas de ejercicio.
El ejercicio aeróbico parece ser seguro y puede ser beneficioso para los adultos que viven con VIH. Estos hallazgos se ven limitados por el pequeño tamaño de las muestras y las grandes tasas de abandono descritas en los estudios. Las investigaciones futuras se beneficiarían del seguimiento de los participantes y del análisis por intención de tratar. Es necesario seguir investigando para determinar los parámetros óptimos en los que el ejercicio aeróbico puede ser más beneficioso para los adultos que viven con VIH.
El acceso a la terapia antirretroviral de combinación ha convertido al VIH en una enfermedad crónica y controlable para muchos. Este aumento de la cronicidad se ha reflejado en el aumento de la prevalencia de los problemas relacionados con la salud que experimentan las personas que viven con VIH (Rusch 2004). El ejercicio es una estrategia clave para las personas que viven con VIH y para los profesionales de la rehabilitación que hacen frente a estas discapacidades; sin embargo, todavía están surgiendo conocimientos sobre los efectos del ejercicio en los adultos que viven con VIH.
Examinar la seguridad y la eficacia de las intervenciones de ejercicios aeróbicos sobre resultados inmunológicos y virológicos, cardiopulmonares y psicológicos, así como la fuerza, el peso y la composición corporal de los adultos que viven con VIH.
Las búsquedas en las bases de datos de MEDLINE, EMBASE, SCIENCE CITATION INDEX, CINAHL, HEALTHSTAR, PsycINFO, SPORTDISCUS y el Grupo de Revisión Cochrane se realizaron entre 1980 y junio de 2009. Se realizaron búsquedas de resúmenes y actas de las principales conferencias internacionales y nacionales sobre el VIH/SIDA, tanto publicadas como no publicadas, así como una búsqueda manual en las listas de referencia y los índices de las revistas y los libros pertinentes.
Se incluyeron los estudios de ensayos controlados aleatorizados (ECA) que compararon intervenciones con ejercicios de aerobic con ningún ejercicio de aerobic u otra modalidad de ejercicio o tratamiento, realizados al menos tres veces por semana y que duraron al menos cuatro semanas, en adultos (de 18 años de edad o más) que vivían con VIH.
Dos autores de la revisión extrajeron los datos sobre el diseño del estudio, los participantes, las intervenciones, los resultados y la calidad metodológica de los estudios incluidos. Siempre que fue posible, se realizaron metanálisis de los resultados mediante el programa informático RevMan 5.
Un total de 14 estudios cumplieron los criterios de inclusión para esta revisión y se realizaron 30 metanálisis a lo largo de varias actualizaciones. Los resultados principales indicaron que la realización de ejercicio aeróbico constante o de intervalo, o una combinación de ejercicio aeróbico constante y ejercicio de resistencia progresiva durante al menos 20 minutos, al menos tres veces por semana durante al menos cinco semanas, parece ser segura y puede conducir a mejoras significativas en determinados resultados de la aptitud cardiopulmonar (consumo máximo de oxígeno), la composición corporal (área muscular de las piernas, porcentaje de grasa corporal), y el estado psicológico (síntomas de depresión/desánimo). Estos hallazgos están limitados a los participantes que continuaron con los ejercicios y para los cuales hubo datos de seguimiento adecuados.
La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.