Pregunta de la revisión
Se revisó la evidencia que evalúa la relación entre la ingesta de vitaminas o antioxidantes y la prevención del cáncer de pulmón, la mortalidad y los eventos adversos para dicho cáncer. Esta revisión actualiza la revisión Cochrane sobre este tema publicada en 2012.
Antecedentes
El cáncer de pulmón es una de las principales causas de muerte por cáncer en todo el mundo, y su prevención se ha convertido en una prioridad de salud pública. Se ha sugerido que los suplementos vitamínicos y algunos antioxidantes pueden prevenir el cáncer de pulmón.
Características de los estudios
Esta revisión incluye 12 estudios en los que se asignó al azar a adultos sanos para que recibieran suplementos vitamínicos o placebo (una sustancia que no tiene efectos físicos) y se les realizó un seguimiento a lo largo del tiempo para evaluar su riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. La evidencia está actualizada hasta mayo de 2019.
Resultados clave
Ninguno de los tratamientos comparados con placebo ha mostrado una diferencia en el riesgo de incidencia de cáncer de pulmón ni en la mortalidad por cáncer de pulmón en personas sanas. En los fumadores y las personas expuestas al asbesto, la vitamina A aumenta la incidencia de cáncer de pulmón, la mortalidad por cáncer de pulmón y la mortalidad por todas las causas. La vitamina C aumenta la incidencia de cáncer de pulmón en las mujeres. La vitamina E aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares hemorrágicos.
La certeza de la evidencia es alta en las siguientes comparaciones versus placebo: vitamina A, vitamina E, selenio y combinaciones de vitaminas A, C, E, selenio y zinc.
Los ECA bien diseñados no han demostrado ningún efecto beneficioso de los suplementos para la prevención del cáncer de pulmón y la mortalidad por cáncer de pulmón en personas sanas. Los suplementos de vitamina A aumentan la incidencia de cáncer de pulmón y la mortalidad en los fumadores o en las personas expuestas al asbesto. La vitamina C aumenta la incidencia de cáncer de pulmón en las mujeres. La vitamina E aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares hemorrágicos.
Esta es la segunda actualización de esta revisión Cochrane. Algunos estudios han sugerido un efecto protector de los nutrientes antioxidantes y de los niveles dietéticos más altos de frutas y verduras en el cáncer de pulmón.
Determinar si las vitaminas y los minerales y otros agentes potenciales, solos o combinados, reducen la incidencia de cáncer de pulmón y la mortalidad por cáncer de pulmón en poblaciones sanas.
Se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE y Embase desde 1974 hasta mayo 2019 y se revisaron las listas de referencias incluidas en los estudios y las revisiones publicadas.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) que comparaban los suplementos de vitaminas o minerales con placebo, administrados a personas sanas con el objetivo de prevenir el cáncer de pulmón.
Cuatro autores de la revisión seleccionaron de forma independiente los ensayos que se incluirían en la revisión, evaluaron su calidad metodológica y extrajeron los datos. Para los resultados dicotómicos se calcularon los riesgos relativos (RR) y los intervalos de confianza (IC) del 95% y se agruparon los resultados mediante el modelo de efectos aleatorios. Se evaluó el riesgo de sesgo utilizando la herramienta Cochrane de evaluación del "Riesgo de sesgo" y la certeza de la evidencia utilizando el enfoque GRADE.
En esta actualización, se identificaron tres ensayos nuevos lo cual dio lugar a un total de 12 estudios. Seis analizaron la vitamina A, tres la vitamina C, tres la vitamina D3 + calcio combinados, cuatro la vitamina E combinada con otros productos, uno los suplementos de selenio y nueve estudiaron combinaciones de dos o más productos. Cuatro estudios incluyeron solo a hombres y cinco solo a mujeres.
La vitamina A produce poca o ninguna diferencia en la incidencia de cáncer de pulmón (RR 1,09; IC del 95%: 1,00 a 1,19; cinco ECA, 212 314 participantes; evidencia de certeza alta) y la mortalidad por cáncer de pulmón (RR 1,06; IC del 95%: 0,81 a 1,38; tres ECA, 190 118 participantes; evidencia de certeza alta). Sin embargo, en los fumadores o los trabajadores del asbesto la vitamina A aumenta el riesgo de incidencia de cáncer de pulmón (RR 1,10; IC del 95%: 1,01 a 1,20; 3 ECA, 43 995 participantes; evidencia de certeza alta), la mortalidad por cáncer de pulmón (RR 1,18; IC del 95%: 1,01 a 1,38; 2 ECA, 29 426 participantes; evidencia de certeza alta ) y la mortalidad por todas las causas (RR 1,09; IC del 95%: 1,05 a 1,13; 2 ECA, 32 883 participantes; evidencia de certeza alta). La vitamina A aumenta el riesgo de que se produzcan efectos secundarios menores, como una coloración amarillenta de la piel y síntomas gastrointestinales menores (evidencia de certeza alta ).
Es probable que la vitamina C produzca poca o ninguna diferencia en la incidencia de cáncer de pulmón (RR 1,29; IC del 95%: 0,67 a 2,49; 2 ECA, 14 953 participantes; evidencia de certeza moderada). En las mujeres, la vitamina C aumenta el riesgo de incidencia de cáncer de pulmón (RR 1,84; IC del 95%: 1,14 a 2,95; 1 ECA, 7627 participantes; evidencia de certeza alta). En los hombres, la vitamina C produce poca o ninguna diferencia en la mortalidad por cáncer de pulmón (RR 0,81; IC del 95%: 0,53 a 1,23; 1 ECA, 7326 participantes; evidencia de certeza alta).
La vitamina D + calcio puede dar lugar a poca o ninguna diferencia en la incidencia de cáncer de pulmón en las mujeres posmenopáusicas (RR 0,90; IC del 95%: 0,39 a 2,08; 3 ECA, 37 601 mujeres; evidencia de certeza baja).
La vitamina E produce poca o ninguna diferencia en la incidencia de cáncer de pulmón (RR 1,01; IC del 95%: 0,90 a 1,14; 3 ECA, 36 841 participantes; evidencia de certeza alta) o en la mortalidad por cáncer de pulmón (RR 0,96; IC del 95%: 0,77 a 1,18; 2 ECA, 29 214 participantes; evidencia de certeza alta), aunque aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares hemorrágicos (cociente de riesgos instantáneos [CRI], 1,74; IC del 95%: 1,04 a 2,91; 1 ECA, 14 641 participantes; evidencia de certeza alta ).
El calcio produce poca o ninguna diferencia en la incidencia de cáncer de pulmón en las mujeres posmenopáusicas (RR 0,65; IC del 95%: 0,13 a 3,18; 1 ECA, 733 participantes) o en el riesgo de cálculos renales (RR 1,94; IC del 95%: 0,20 a 18,57; 1 ECA, 733 participantes; evidencia de certeza baja).
El selenio en los hombres produce poca o ninguna diferencia en la incidencia de cáncer de pulmón (RR 1,11; IC del 95%: 0,80 a 1,54; 1 ECA, 17 448 participantes; evidencia de certeza alta) y la mortalidad por cáncer de pulmón (RR 1,09; IC del 95%: 0,72 a 1,66; 1 ECA, 17 448 participantes; evidencia de certeza alta) y aumenta el riesgo de dermatitis de grado 1 a 2 (RR 1,16; IC del 95%: 1,04 a 1,31; 1 ECA, 17 448 participantes; evidencia de certeza alta) y de alopecia (RR 1,28; IC del 95%: 1,07 a 1,53; 1 ECA, 17 448 participantes; evidencia de certeza alta).
La combinación de vitaminas A, C, E + selenio + zinc da lugar a poca o ninguna diferencia en la incidencia de cáncer de pulmón (RR 0,64; IC del 95%: 0,28 a 1,48; 1 ECA, 12 741 participantes; evidencia de certeza alta).
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