No hay ensayos aleatorizados que evalúen los efectos de la monitorización mediante espectroscopia de infrarrojo cercano de la falta de oxígeno en el cerebro de los fetos durante el trabajo de parto.
La espectroscopia de infrarrojo cercano es una forma de medir los flujos de oxígeno a través del cerebro basada en la luz. Se puede utilizar para intentar ver si un feto corre el riesgo de sufrir una lesión cerebral por falta de oxígeno durante el trabajo de parto. La espectroscopia de infrarrojo cercano consiste en introducir un cable a través del cuello uterino (abertura del útero) y junto a la cabeza del feto. A continuación, la luz de infrarrojo cercano se transmite a través del cráneo y el cerebro. La revisión no encontró ensayos que evaluaran los efectos de la espectroscopia de infrarrojo cercano en el trabajo de parto.
Actualmente no hay evidencia suficiente para evaluar la eficacia de la vigilancia fetal mediante espectroscopia de infrarrojo cercano.
En las últimas cuatro décadas, la monitorización electrónica fetal (MEF) continua se ha empleado cada vez más para detectar la acidemia fetal en el trabajo de parto, con vistas a prevenir la encefalopatía hipóxica isquémica, la lesión neurológica permanente y la muerte. Aunque es muy sensible, esta tecnología tiene una baja especificidad y una alta tasa de falsos positivos. Esta tasa de falsos positivos ha dado lugar a la intervención quirúrgica de muchos fetos que en realidad no corrían peligro de sufrir lesiones neurológicas ni de morir. La espectroscopia de infrarrojo cercano se ha desarrollado para medir directamente la oxigenación cerebral del feto, con vistas a identificar aquellos fetos que realmente están en riesgo.
Determinar los efectos del uso de la espectroscopia de infrarrojo cercano para evaluar el estado del feto durante el trabajo de parto, en los desenlaces maternos y perinatales.
Se realizaron búsquedas en el Registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (agosto de 2009).
Ensayos aleatorizados que comparan la espectroscopia de infrarrojo cercano con la MEF continua sola o la MEF continua y el pH del cuero cabelludo.
No se identificaron ensayos. Si se hubieran identificado, ambos autores habrían evaluado la elegibilidad y la calidad de los ensayos.
No se identificaron ensayos aleatorizados. Por lo tanto, no se incluyeron estudios.
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