Aún no se conocen los beneficios de la educación de los padres después del nacimiento en la salud o la atención infantil y las relaciones entre padres e hijos.
La crianza de los hijos es importante para el desarrollo de niños sanos. Los nuevos padres tienen mucho que aprender poco después del nacimiento de un niño y no siempre tienen el apoyo social o modelos de conducta a imitar. Lo anterior hace esencial examinar la efectividad de las intervenciones utilizadas por el personal de la salud para educar a los nuevos padres con el fin de cuidar a sus recién nacidos de la mejor manera posible. Esta revisión intentó evaluar los programas educativos administrados a uno o a ambos padres de forma individual o en grupo en los primeros dos meses después del nacimiento. Aunque la revisión identificó 27 ensayos que incluían a 3949 madres y 579 padres, sólo 15 (2922 madres y 388 padres) proporcionaron datos utilizables sobre los resultados de interés. El sueño infantil, el llanto y el conocimiento materno de los comportamientos infantiles fueron los únicos resultados que pudieron analizarse de forma efectiva. Los resultados indicaron que las intervenciones educacionales dirigidas a la mejoría del sueño aumentaron la cantidad de sueño infantil en un promedio de 29 minutos en 24 horas, aunque no tuvieron un efecto significativo sobre el tiempo de llanto promedio de los lactantes en 24 horas a las seis semanas y a las 12 semanas de edad. La educación sobre el comportamiento infantil aumentó el conocimiento de las madres sobre el comportamiento infantil cuatro semanas después del nacimiento en un promedio de 2,85 puntos. Se requiere más investigación.
Los beneficios de los programas educativos para los participantes y sus neonatos aún son inciertos. La educación relacionada con la mejoría del sueño parece aumentar el sueño infantil aunque parece no tener ningún efecto sobre el tiempo de llanto del lactante. La educación acerca del comportamiento infantil mejora potencialmente el conocimiento de las madres; sin embargo, se necesitan estudios adicionales más amplios y bien diseñados para confirmar estos hallazgos.
En el período de posparto inicial, surgen muchas necesidades de aprendizaje y es importante examinar las intervenciones que se utilizan para educar a los nuevos padres con el fin de cuidar a sus recién nacidos durante esta época.
El objetivo primario fue evaluar los efectos de la educación posnatal estructurada facilitada por un educador a un individuo o a un grupo sobre la salud o el cuidado infantil general y las relaciones entre padres e hijos.
Se buscó en el Registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (31 de marzo de 2013).
Se incluyeron ensayos controlados aleatorios de cualquier tipo de educación posnatal estructurada brindada a los padres de forma individual o a grupos de padres dentro de los dos primeros meses después del nacimiento relacionada con la atención del lactante o las relaciones entre los padres y el lactante.
Dos autores de la revisión (JB, CTB) evaluaron la calidad de los ensayos y extrajeron los datos a partir de los informes publicados.
De los 27 ensayos (3949 madres y 579 padres) que cumplieron con los criterios de inclusión, sólo 15 (2922 madres y 388 padres) informaron datos utilizables. Las intervenciones educacionales incluyeron: cinco sobre la mejoría del sueño infantil, 12 sobre el comportamiento infantil, tres sobre la salud general después del nacimiento, tres sobre la atención infantil general y cuatro sobre la seguridad infantil. A menudo no se informaron los detalles de los procedimientos de asignación al azar, la ocultación de la asignación, el cegamiento, y las pérdidas de los participantes. De los resultados analizados, sólo 13 se midieron de forma suficientemente similar en más de un estudio para permitir su combinación en los metanálisis. De estos 13 metanálisis, sólo cuatro tuvieron un nivel suficientemente bajo de heterogeneidad para proporcionar una estimación general del efecto. La educación acerca de la mejoría del sueño dio lugar a una diferencia de medias de 29 minutos más por noche de sueño infantil en 24 horas a las seis semanas de edad (intervalo de confianza [IC] del 95%: 18,53 a 39,73) en comparación con la atención habitual. Sin embargo, no tuvo ningún efecto significativo sobre la diferencia de medias en minutos del tiempo de llanto en 24 horas a las seis semanas y a las 12 semanas de edad. La educación relacionada con el comportamiento infantil aumentó el conocimiento materno del comportamiento infantil en una diferencia de medias de 2,85 puntos (IC del 95%: 1,78 a 3,91).
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