Lograr y mantener una nutrición óptima se considera un complemento importante en la atención clínica de los pacientes infectados por el VIH, ya que una buena nutrición puede mejorar la función inmunológica de los pacientes, limitar las complicaciones específicas de la enfermedad y mejorar la calidad de vida y la supervivencia. Se intentó determinar si las intervenciones con macronutrientes, ya sea para proporcionar proteínas y calorías o para probar el efecto de macronutrientes específicos (es decir, aminoácidos, concentrado proteico de suero de leche o espirulina), administradas por vía oral, influyen en la morbilidad y la mortalidad de los adultos y los niños con infección por el VIH. La revisión, sobre la base de 14 ensayos pequeños que evaluaron diferentes suplementos de macronutrientes, encontró evidencia limitada de que las fórmulas de macronutrientes equilibradas aumentan la ingesta de proteínas y calorías. Sin embargo, no se encontró evidencia de que esta suplementación se traduzca en reducciones en la progresión de la enfermedad o en complicaciones relacionadas con el VIH, como infecciones oportunistas o muerte.
Debido a la actual base de evidencia, que se limita a 14 ensayos relativamente pequeños que evalúan diferentes suplementos de macronutrientes en diferentes poblaciones en diferentes etapas de la infección por el VIH y con un estado de tratamiento variable, no se pueden establecer conclusiones firmes sobre los efectos de los suplementos de macronutrientes en la morbilidad y la mortalidad de los pacientes con infección por el VIH. Sin embargo, es prometedor que se realicen más estudios en países de ingresos bajos, y en particular en niños, en los que la administración de suplementos de macronutrientes, tanto en el tratamiento previo a los antirretrovirales como junto con el tratamiento antirretroviral, podría resultar beneficiosa.
Una nutrición adecuada es importante para una función inmunológica y metabólica óptima. Por consiguiente, el apoyo dietético puede mejorar los resultados clínicos en los pacientes infectados por el VIH al reducir la incidencia de complicaciones asociadas con el VIH y atenuar la progresión de la enfermedad, mejorar la calidad de vida y, en última instancia, reducir la mortalidad relacionada con la enfermedad.
Evaluar la eficacia de diversas intervenciones con macronutrientes, administradas por vía oral, para reducir la morbilidad y la mortalidad en adultos y niños con infección por el VIH.
Se hicieron búsquedas en CENTRAL (hasta agosto de 2011), MEDLINE (1966 hasta agosto de 2011), EMBASE (1988 hasta agosto de 2011), LILACS (hasta febrero de 2012) y Gateway (marzo de 2006 a febrero de 2010). También se examinaron las listas de referencias de los artículos y se estableció contacto con autores de estudios pertinentes y otros investigadores.
Ensayos controlados aleatorizados que evaluaron la efectividad de las intervenciones con macronutrientes en comparación con ningún suplemento nutricional o placebo en el tratamiento de adultos y niños infectados por el VIH.
Tres autores de la revisión, de forma independiente, aplicaron los criterios de selección de los ensayos, evaluaron la calidad de los estudios y extrajeron los datos. Los efectos se evaluaron mediante la diferencia de medias e intervalos de confianza del 95%. Los estudios homogéneos se combinaron siempre que fue clínicamente significativo hacerlo y se realizó un metanálisis con el modelo de efectos aleatorizados.
En esta revisión se incluyeron 14 ensayos (incluidos 1725 adultos y 271 niños con infección por VIH). Ni la alimentación suplementaria ni el suplemento diario de espirulina alteraron significativamente el riesgo de muerte en comparación con ningún suplemento o placebo en los participantes adultos desnutridos y que no habían recibido tratamiento antirretroviral en los dos estudios que informaron sobre este resultado. Un suplemento nutricional enriquecido con proteínas no modificó de forma significativa el riesgo de muerte en comparación con la atención nutricional estándar en niños con diarrea prolongada. La suplementación con fórmulas de macronutrientes administradas para proporcionar proteínas y calorías y fortificadas con micronutrientes, junto con el asesoramiento en materia de nutrición, mejoró significativamente la ingesta calórica (tres ensayos; n = 131; DM 393,57 kcal/día; IC del 95%: 224,66 a 562,47; p < 0,00001) y la ingesta de proteínas (dos ensayos; n = 81; DM 23,5 g/día; IC del 95%: 12,68 a 34,01; p < 0,00001) en comparación con ningún suplemento nutricional o asesoramiento nutricional solo en los participantes adultos con pérdida de peso. En general, la suplementación con macronutrientes específicos como aminoácidos, concentrado proteico de suero de leche o espirulina no alteró significativamente los resultados clínicos, antropométricos o inmunológicos en comparación con placebo en pacientes adultos y niños con infección por el VIH.
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