El periodo expulsivo del parto comienza inmediatamente después del parto del recién nacido y finaliza con la expulsión de la placenta y membranas fetales. Está precedido por la contracción y retracción del útero para reducir el tamaño del útero y expulsar la placenta con una hemorragia mínima. El periodo de alumbramiento se puede tratar de manera activa o expectante, en el que el cordón umbilical permanece unido al recién nacido hasta después del alumbramiento de la placenta; la sangre del compartimiento de la placenta drena hacia el recién nacido. El drenaje del cordón placentario implica pinzar y cortar el cordón umbilical después del parto de un recién nacido y luego, despinzar inmediatamente el lado materno del cordón para que la sangre pueda drenar libremente en un recipiente. Este procedimiento se puede utilizar o no junto con otras intervenciones como la administración sistemática de un fármaco oxitócico (para contraer el útero), la tracción controlada del cordón (aplicación de tracción al cordón con contrapresión en el útero para extraer la placenta) o el esfuerzo materno.
Esta revisión incluyó tres estudios con 1257 mujeres que tuvieron su parto. Los resultados mostraron que el drenaje del cordón placentario en el tratamiento del periodo de alumbramiento redujo la duración de dicho periodo en, como promedio, unos tres minutos, y redujo la pérdida de sangre en 77 ml como promedio. No hubo una diferencia clara en cuanto a la extracción manual de la placenta, el riesgo de hemorragia posparto o la incidencia de transfusión de sangre. Los ensayos no informaron sobre el dolor o las molestias maternas durante el periodo de alumbramiento. Algunos de los resultados no se informaron de la misma manera en todos los ensayos, lo que limitó la cantidad de información disponible para el análisis. Otros resultados deseados no se informaron o se informaron de manera no apropiada para el análisis estadístico (p.ej. placenta no expulsada en los 30 minutos posteriores al parto, cambios en la hemoglobina materna). Serían útiles los estudios de investigación adicionales del efecto del drenaje del cordón placentario sobre los resultados de la maternidad, aunque no es un área prioritaria para la investigación perinatal.
Hubo una pequeña reducción en la duración del periodo de alumbramiento, así como en la cantidad de pérdida de sangre, cuando se aplicó el drenaje del cordón umbilical, en comparación con ningún drenaje. La importancia clínica de las reducciones estadísticamente significativas observadas está abierta a debate. No hay una diferencia clara en cuanto a la necesidad de extracción manual de la placenta, la transfusión de sangre o el riesgo de hemorragia posparto. Debido a que se trata de ensayos pequeños con un riesgo medio de sesgo, los resultados se deben interpretar con cautela.
El drenaje del cordón en el periodo expulsivo del parto incluye quitar el pinzamiento del cordón umbilical anteriormente pinzado y separado, y permitir el libre drenaje sanguíneo de la placenta a un receptáculo apropiado.
El objetivo de esta revisión fue evaluar los efectos específicos del drenaje del cordón placentario en el periodo expulsivo del parto después del parto vaginal, con o sin el uso profiláctico de uterotónicos para el tratamiento del periodo expulsivo.
Se hicieron búsquedas en el Registro de Ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (febrero 2010).
Ensayos controlados aleatorizados que compararon el drenaje del cordón placentario con ningún drenaje del cordón placentario como parte del tratamiento del periodo de alumbramiento.
Dos autores de la revisión de forma independiente evaluaron la calidad de los ensayos y extrajeron los datos. Un tercer autor de la revisión verificó estos procesos, y luego introdujo los resultados acordados en la revisión.
Tres estudios con 1257 mujeres cumplieron los criterios de inclusión. El drenaje del cordón umbilical redujo la duración del período expulsivo (diferencia de medias [DM] -2,85 minutos; intervalo de confianza [IC] del 95%: -4,04 a -1,66; tres ensayos, 1257 mujeres (heterogeneidad: T² = 0,87; ji² p = 17,19; I² = 88%) y redujo la cantidad promedio de pérdida de sangre (DM -77,00 ml; IC del 95%: -113,73 a -40,27; un ensayo, 200 mujeres).
En los estudios incluidos no se observó incidencia de retención de placenta a los 30 minutos del parto, por lo que no fue posible comparar este resultado. Las diferencias entre el grupo de drenaje del cordón y el grupo control no fueron estadísticamente significativas en el caso de la hemorragia posparto o la extracción manual de la placenta. Ninguno de los estudios incluidos informó sobre los resultados de las transfusiones fetomaternas y no hubo datos relacionados con el dolor o el malestar materno durante el periodo de alumbramiento.
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