Antecedentes
La tiña capitis, o tiña, es una micosis del cuero cabelludo causada principalmente por dos especies de hongos llamados Trichophyton y Microsporum. Esta enfermedad es frecuente en los niños. La mayoría de las micosis se pueden tratar con cremas antimicóticas aplicadas directamente a la piel (tratamientos tópicos). Sin embargo, debido a que la micosis se encuentra en la raíz de los folículos del pelo, que puede no ser alcanzada por los tratamientos tópicos, la tiña capitis siempre requiere medicación administrada por vía oral para que el tratamiento se propague a todo el cuerpo (tratamientos sistémicos). Hay varios tipos diferentes de fármacos antimicóticos disponibles.
Pregunta de la revisión
¿Qué fármaco antimicótico es mejor para tratar la tiña del cuero cabelludo en los niños?
Características de los estudios
En noviembre de 2015 se buscaron los estudios que utilizaron el diseño estándar para los ensayos clínicos (ensayos controlados aleatorios) de tratamientos antimicóticos administrados por vía oral. Se encontraron 25 estudios en los que participaron 4449 niños menores de 18 años (cuatro estudios con 2637 niños fueron nuevos en esta actualización).
Resultados clave
Con respecto a la curación completa (curación de la infección y curación visible, es decir, curación micótica y clínica) pruebas de calidad baja a moderada indican que los tratamientos más nuevos como la terbinafina, el itraconazol y el fluconazol son al menos tan buenos como la griseofulvina, el tratamiento habitual en los niños con tiña capitis provocada por infecciones por Trichophyton. Sin embargo, nuevas pruebas en esta actualización indican que la terbinafina puede tener mejores efectos que la griseofulvina para curar completamente a los niños con infección por T. tonsurans. Por el contrario, en los niños con infecciones por Microsporum, nuevas pruebas parecen indicar que la griseofulvina es más efectiva que la terbinafina.
La terbinafina, el itraconazol y el fluconazol parecen tener efectos similares en cuanto a la proporción de participantes que logran la curación completa, mientras que el ketoconazol parece ser menos efectivo que la griseofulvina para los niños con tiña capitis causada por especies de Trichophyton. Sin embargo, la calidad de estas pruebas es baja. Con algunas intervenciones, la proporción de pacientes con curación clínica completa fue mayor del 90% (p.ej. un estudio de terbinafina versus griseofulvina para infecciones por Trichophyton), pero en muchas de las comparaciones estudiadas la proporción de pacientes curados fue mucho menor.
Los estudios incluidos informaron efectos secundarios negativos, que fueron de igual manera leves y reversibles para la terbinafina, la griseofulvina, el itraconazol, el ketoconazol y el fluconazol. Incluyeron efectos cutáneos específicos como prurito, así como molestias abdominales, cefalea y náuseas.
Calidad de la evidencia
La calidad de las pruebas de esta revisión fue en general baja a moderada, de manera que es probable que los estudios de investigación adicionales tengan un efecto importante sobre la confianza en estos resultados. Algunas pruebas fueron incluso de muy baja calidad. Todavía se necesitan más y mejores pruebas para poder comprender la efectividad y los eventos adversos de los fármacos antimicóticos sistémicos para la tiña capitis en los niños.
Los tratamientos más nuevos que incluyen terbinafina, itraconazol y fluconazol son al menos similares a la griseofulvina en los niños con tiña capitis causada por especies de Trichophyton. Pruebas limitadas indican que la terbinafina, el itraconazol y el fluconazol tienen efectos similares, mientras que el ketoconazol puede ser menos efectivo que la griseofulvina en los niños infectados por Trichophyton. Con algunas intervenciones la proporción que logró la curación clínica completa fue mayor del 90% (p.ej. un estudio de terbinafina o griseofulvina para infecciones por Trichophyton), pero en muchas de las comparaciones estudiadas la proporción de pacientes que se curaron fue mucho menor.
Nuevas pruebas de esta actualización indican que la terbinafina es más efectiva que la griseofulvina en los niños con infección por T. tonsurans.
Sin embargo, en los niños con infecciones por Microsporum, nuevas pruebas indican que el efecto de la griseofulvina es mejor que el de la terbinafina. No se encontraron pruebas que apoyen una diferencia en cuanto a la adherencia entre cuatro semanas de terbinafina versus ocho semanas de griseofulvina. No todos los tratamientos para la tiña capitis están disponibles en formulaciones pediátricas, pero todos tienen perfiles de seguridad razonables.
La tiña capitis es una micosis contagiosa frecuente del cuero cabelludo de los niños. El tratamiento sistémico es necesario para prevenir la diseminación. Ésta es una actualización de la revisión Cochrane original.
Evaluar los efectos de los fármacos antimicóticos sistémicos para la tiña capitis en niños.
Se actualizaron las búsquedas de las siguientes bases de datos hasta noviembre 2015: registro especializado del Grupo Cochrane de Piel (Cochrane Skin Group), CENTRAL (2015, número 10), MEDLINE (desde 1946), EMBASE (desde 1974), LILACS (desde 1982) y en CINAHL (desde 1981). Se hicieron búsquedas en cinco registros de ensayos y se verificaron las listas de los estudios para obtener referencias de ensayos controlados aleatorios (ECA) relevantes. Se obtuvieron ensayos no publicados, en curso y de la literatura gris mediante la correspondencia con expertos en el campo y de las compañías farmacéuticas.
ECA de tratamiento antimicótico sistémico en niños con inmunidad normal menores de 18 años de edad con tiña capitis confirmada por microscopía, crecimiento de hongos (dermatófitos) en el cultivo o ambos.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar previstos por la Colaboración Cochrane.
Se incluyeron 25 estudios (N = 4449); cuatro estudios (n = 2637) fueron nuevos en esta actualización.
La terbinafina durante cuatro semanas y la griseofulvina durante ocho semanas mostraron una eficacia similar para el resultado primario curación completa (es decir, clínica y micológica) en tres estudios que incluyeron a 328 participantes con infecciones por especies de Trichophyton (84,2% versus 79,0%; cociente de riesgos [CR] 1,06; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,98 a 1,15; pruebas de baja calidad).
La curación completa con el itraconazol (dos a seis semanas) y la griseofulvina (seis semanas) fue similar en dos estudios (83,6% versus 91,0%; CR 0,92; IC del 95%: 0,81 a 1,05; N = 134; pruebas de muy baja calidad). En dos estudios no hubo diferencias entre el itraconazol y la terbinafina durante dos a tres semanas de tratamiento (73,8% versus 78,8%; CR 0,93; IC del 95%: 0,72 a 1,19; N = 160; pruebas de baja calidad). En tres estudios hubo una proporción similar que logró la curación completa con dos a cuatro semanas de fluconazol o seis semanas de griseofulvina (41,4% versus 52,7%; CR 0,92; IC del 95%: 0,81 a 1,05; N = 615; pruebas de calidad moderada). Las pruebas actuales para ketoconazol versus griseofulvina fueron limitadas. Un estudio favoreció a la griseofulvina (12 semanas) porque el ketoconazol (12 semanas) pareció ser menos efectivo para la curación completa (CR 0,76; IC del 95%: 0,62 a 0,94; pruebas de baja calidad). Sin embargo, sus efectos parecieron ser similares cuando el tratamiento duró 26 semanas (CR 0,95; IC del 95%: 0,83 a 1,07; pruebas de baja calidad). Otro estudio indicó que la curación completa fue similar con el ketoconazol (12 semanas) y la griseofulvina (12 semanas) (CR 0,89; IC del 95%: 0,57 a 1,39; pruebas de baja calidad). En un ensayo no hubo diferencias significativas en la curación completa entre el fluconazol (durante dos a tres semanas) y la terbinafina (durante dos a tres semanas) (82,0% versus 94,0%; CR 0,87; IC del 95%: 0,75 a 1,01; N = 100; pruebas de baja calidad). Para la curación completa no se encontraron diferencias significativas entre el fluconazol (durante dos a tres semanas) y el itraconazol (durante dos a tres semanas) (82,0% versus 82,0%; CR 1,00; IC del 95%: 0,83 a 1,20; pruebas de baja calidad).
Esta actualización aporta nuevos datos: en los niños con infecciones por Microsporum, un metanálisis de dos estudios encontró que la curación completa fue inferior con la terbinafina (seis semanas) que con la griseofulvina (seis a 12 semanas) (34,7% versus 50,9%; CR 0,68; IC del 95%: 0,53 a 0,86; N = 334; pruebas de calidad moderada). En la revisión original no hubo diferencias significativas en la curación completa entre la terbinafina (cuatro semanas) y la griseofulvina (ocho semanas) en los niños con infecciones por Microsporum en un estudio pequeño (27,2% versus 60,0%; CR 0,45; IC del 95%: 0,15 a 1,35; N = 21; pruebas de baja calidad).
Un estudio proporciona nuevas pruebas de que la terbinafina y la griseofulvina durante seis semanas muestran una eficacia similar (49,5% versus 37,8%; CR 1,18; IC del 95%: 0,74 a 1,88; N = 1006; pruebas de baja calidad). Sin embargo, en los niños infectados por T. tonsurans, la terbinafina fue mejor que la griseofulvina (52,1% versus 35,4%; CR 1,47; IC del 95%: 1,22 a 1,77; pruebas de calidad moderada). En los niños infectados por T. violaceum,, estos dos regímenes tienen efectos similares (41,3% versus 45,1%; CR 0,91; IC del 95%: 0,68 a 1,24; pruebas de baja calidad). Además, tres semanas de fluconazol fueron similares a seis semanas de fluconazol en un estudio en 491 participantes infectados por T. tonsurans y M. canis (30,2% versus 34,1%; CR 0,88; IC del 95%: 0,68 a 1,14; pruebas de baja calidad).
La frecuencia de eventos adversos atribuidos a los fármacos en estudio fue similar para la terbinafina y la griseofulvina (9,2% versus 8,3%; CR 1,11; IC del 95%: 0,79 a 1,57; pruebas de calidad moderada) y los eventos adversos graves fueron poco frecuentes (0,6% versus 0,6%; CR 0,97; IC del 95%: 0,24 a 3,88; pruebas de calidad moderada). Los eventos adversos de la terbinafina, la griseofulvina, el itraconazol, el ketoconazol y el fluconazol fueron leves y reversibles.
Todos los estudios incluidos tuvieron riesgo alto o incierto de sesgo en al menos un dominio. Al utilizar GRADE para valorar la calidad general de las pruebas, las pruebas de calidad inferior dieron lugar a una confianza inferior en la estimación del efecto.
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