En muchos países la tasa de cesárea está en aumento. El aumento de las tasas no siempre proporciona efectos beneficiosos adicionales, puede aumentar los riesgos maternos y afecta los embarazos posteriores. El tratamiento activo del trabajo de parto se ha propuesto para reducir el número de partos por cesárea. El tratamiento activo incluye amniotomía habitual (rotura artificial de las membranas), reglas estrictas para diagnosticar el progreso lento, uso de oxitocina intravenosa para estimular las contracciones del útero y atención personalizada. Las desventajas del tratamiento activo son que es probable que se realice una monitorización más invasiva, más intervenciones y un parto más medicalizado, en el que las mujeres tienen menos control y menos satisfacción. La revisión incluyó siete ensayos con 5390 mujeres. Estos estudios muestran que las mujeres que recibieron tratamiento activo tuvieron una probabilidad ligeramente menor de recibir una cesárea y fue más probable que tuvieran un trabajo de parto más corto (menos de 12 horas). No hubo diferencias en cuanto al número de partos asistidos, ni en las complicaciones para las madres o sus recién nacidos al comparar las mujeres del grupo de tratamiento activo con las que recibieron atención habitual.
El tratamiento activo se asocia con reducciones pequeñas de la tasa de cesárea, pero es muy prescriptivo e intervencionista. Es posible que algunos componentes del paquete de tratamiento activo sean más efectivos que otros. Se necesitan trabajos adicionales para determinar la aceptabilidad del tratamiento activo para las mujeres en trabajo de parto.
Aproximadamente al 15% de las mujeres se les realiza una cesárea y, aunque las tasas varían, el número continúa en aumento en muchos países. Este hecho es motivo de preocupación porque el aumento de las tasas de cesárea no confiere efectos beneficiosos adicionales a la salud, y por el contrario puede afectar negativamente la salud materna y tener implicaciones para los embarazos futuros. El tratamiento activo del trabajo de parto se ha propuesto como una media para reducir las tasas de cesárea. Esta intervención se refiere a un paquete de atención que incluye el diagnóstico exacto del trabajo de parto, la amniotomía habitual, la administración de oxitocina si el progreso es lento y el apoyo personalizado durante el trabajo de parto.
Determinar si el tratamiento activo del trabajo de parto reduce las tasas de cesárea en las mujeres de bajo riesgo y mejora la satisfacción.
Se realizaron búsquedas en el Registro Especializado de Ensayos Controlados del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Chilbirth Group) (16 de abril 2013).
Ensayos controlados aleatorizados que compararon mujeres de bajo riesgo que recibieron un paquete predefinido de atención (tratamiento activo), con mujeres que recibieron atención habitual (variable). Se excluyeron los ensayos donde el progreso lento se había diagnosticado antes del ingreso al ensayo.
Al menos dos autores de la revisión extrajeron los datos. Los estudios incluidos se evaluaron con respecto al riesgo de sesgo.
Se incluyeron siete ensayos con 5390 mujeres. La calidad de los estudios fue variable. La tasa de cesárea fue discretamente menor en el grupo de tratamiento activo comparado con el grupo que recibió atención habitual, pero esta diferencia no alcanzó la significación estadística (RR 0,88; IC del 95%: 0,77 a 1,01). Sin embargo, en un estudio hubo un gran número de exclusiones posteriores a la asignación al azar. Al excluir este estudio, las tasas de cesárea en el grupo de tratamiento activo fueron significativamente menores desde el punto de vista estadístico, en comparación con el grupo atención habitual (RR 0,77; IC del 95%: 0,63 a 0,94). Más mujeres del grupo de tratamiento activo tuvieron un trabajo de parto con una duración menor de 12 horas, pero hubo una amplia variación en la duración del trabajo de parto dentro y entre los ensayos. No hubo diferencias entre los grupos en cuanto al uso de analgesia, las tasas de partos vaginales asistidos o las complicaciones maternas o neonatales. Solo un ensayo examinó la satisfacción materna; la mayoría de las mujeres (más del 75%) de ambos grupos estaban muy satisfechas con la atención.
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