El objetivo de esta revisión fue evaluar la repercusión del masaje infantil sobre los resultados mentales y físicos de las díadas madre-lactante sanas en los primeros seis meses de vida. Se incluyeron un total de 34 ensayos aleatorizados. Veinte de ellos tuvieron problemas significativos con su diseño y la forma en que se realizaron. Esto significa que no hay seguridad, como se tendría de otra manera, de que los hallazgos son válidos. Es decir, los hallazgos de estos 20 estudios incluidos pueden sobrestimar o subestimar el verdadero efecto de la terapia de masaje.
Se combinaron los datos de 14 resultados que midieron la salud física y de 18 resultados que midieron aspectos de la salud o del desarrollo mental. Los resultados muestran efectos beneficiosos limitados y estadísticamente significativos en varios aspectos de la salud física (por ejemplo, peso, talla, perímetro de cabeza/brazo/pierna, duración del sueño en 24 horas; tiempo de llanto o quejas; bilirrubina en sangre y número de episodios de enfermedad) y de la salud/desarrollo mental (por ejemplo, habilidades motoras finas/gruesas, comportamiento personal y social y desarrollo psicomotor). Sin embargo, todos los resultados significativos se perdieron ya sea en puntos de seguimiento posteriores o cuando se eliminó el gran número de estudios considerados de alto riesgo de sesgo.
Estos hallazgos no apoyan actualmente el uso del masaje infantil con grupos poblacionales de bajo riesgo de padres e hijos. Los resultados obtenidos de esta revisión se pueden deber a la calidad baja de muchos de los estudios incluidos, a que no se han abordado los mecanismos por los que el masaje infantil podría tener un impacto en los resultados que se evalúan, y a la inclusión de resultados inapropiados para los grupos poblacionales (como el aumento de peso). Las investigaciones futuras se deberían centrar en los efectos beneficiosos del masaje infantil en los grupos poblacionales de mayor riesgo (por ejemplo, las díadas de padres e hijos socialmente desfavorecidos), la duración de los programas de masaje, y podrían abordar las diferencias entre los lactantes que reciben masajes de los padres o los profesionales sanitarios.
Estos hallazgos no respaldan actualmente el uso del masaje infantil con grupos de padres e hijos de bajo riesgo. La evidencia disponible es de calidad baja y muchos estudios no abordan la credibilidad biológica de los resultados que se miden, ni los mecanismos mediante los cuales se podría lograr el cambio. Los estudios de investigación futuros se deberían centrar en los efectos del masaje infantil en los grupos de mayor riesgo (por ejemplo, las díadas de padres e hijos con carencias demográficas y sociales), donde puede haber más posibilidades de cambio.
El masaje infantil se utiliza cada vez más en la comunidad con los lactantes y sus cuidadores primarios. Informes anecdóticos indican efectos beneficiosos en el sueño, la respiración y la evacuación, la reducción de los cólicos y gases, y una mejora del crecimiento. También se cree que el masaje infantil reduce el estrés infantil y promueve una interacción positiva entre padres e hijos.
El objetivo de esta revisión fue evaluar si el masaje infantil es eficaz para promover la salud física y mental de los lactantes en muestras poblacionales de bajo riesgo.
Los estudios pertinentes se identificaron buscando en las siguientes bases de datos electrónicas hasta junio de 2011: CENTRAL; MEDLINE; EMBASE; CINAHL; PsycINFO; Maternity and Infant Care; LILACS; WorldCat (disertaciones); ClinicalTrials.gov; China Masters' Theses; China Academic Journals; China Doctoral Dissertations; China Proceedings of Conference. También se realizaron búsquedas en las listas de referencias de los artículos y las revisiones pertinentes.
Se incluyeron estudios que asignaron al azar díadas de padres e hijos sanos (cuando el niño tenía menos de seis meses) a un grupo de masaje infantil o a un grupo control "ningún tratamiento". Los estudios tenían que haber utilizado una medida de resultado estandarizada del desarrollo mental o físico del lactante.
Se presentan las diferencias de medias (DM) y las diferencias de medias estandarizadas (DME) y los intervalos de confianza (IC) del 95%. Cuando fue apropiado, los resultados se combinaron en un metanálisis con el uso de un modelo de efectos aleatorios.
Se incluyeron 34 estudios, uno de los cuales fue un estudio de seguimiento y 20 que se consideraron de alto riesgo de sesgo.
Se realizaron 14 metanálisis que evaluaron los resultados físicos posteriores a la intervención. Nueve metanálisis mostraron hallazgos significativos que favorecen al grupo de intervención en cuanto al peso (DM -965,25 g; IC del 95%: -1360,52 a -569,98), la talla (DM -1,30 cm; IC del 95%: -1,60 a -1,00), el perímetro de la cabeza (DM -0,81 cm; IC del 95%: -1,18 a -0,45), el perímetro del brazo (DM -0,47 cm; IC del 95%: -0,80 a -0,13), el perímetro de la pierna (DM -0.31 cm; IC del 95%: -0,49 a -0,13), la duración del sueño en 24 horas (DM -0,91 h; IC del 95%: -1,51 a -0,30), el tiempo de llanto o quejas (DM -0,36; IC del 95%: -0,52 a -0,19), la disminución de los niveles de bilirrubina en sangre (DM -38,11 mmol/l; IC del 95%: -50,61 a -25,61), y en que hubo menos casos de diarrea, RR 0,39; IC del 95%: 0,20 a 0,76). Se obtuvieron resultados no significativos en cuanto a los niveles de cortisol, el aumento medio de la duración del sueño nocturno, el aumento medio del sueño en 24 horas y el número de casos de enfermedades respiratorias superiores y de anemia.
Se realizaron análisis de sensibilidad del peso, la talla y el perímetro cefálico, y sólo el hallazgo relacionado con la talla siguió siendo significativo tras la eliminación de los estudios considerados de alto riesgo de sesgo. Estos tres resultados fueron los únicos de los que también fue posible realizar un metanálisis en el seguimiento; aunque tanto el peso como el perímetro cefálico siguieron siendo significativos a los seis meses de seguimiento, estos resultados se obtuvieron de estudios realizados en países orientales solamente. No fue posible hacer análisis de sensibilidad.
Se realizaron 18 metanálisis que midieron aspectos de la salud y el desarrollo mental. Se encontró un efecto significativo que favoreció al grupo de intervención en las habilidades motoras gruesas (DME -0,44; IC del 95%: -0,70 a -0,18), las habilidades motoras finas (DME -0,61; IC del 95%: -0,87 a -0,35), el comportamiento personal y social (DME -0,90; IC del 95%: -1,61 a -0,18) y el desarrollo psicomotor (DME -0,35; IC del 95%: -0.54 a -0,15); aunque los tres primeros resultados se obtuvieron de sólo dos estudios, uno de los cuales se consideró de alto riesgo de sesgo, y el hallazgo sobre el desarrollo psicomotor no se mantuvo tras la eliminación de los estudios considerados de alto riesgo de sesgo en un análisis de sensibilidad. No se encontraron diferencias significativas en una serie de aspectos del temperamento infantil, la interacción entre padres e hijos ni el desarrollo mental. Sólo fue posible realizar metanálisis de la interacción entre padres e hijos en el seguimiento, y el resultado tampoco fue significativo.
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