Conclusión
Las estrategias psicológicas ayudan a aliviar el dolor, la ansiedad y el temor a las agujas en los niños. La distracción y la hipnosis son útiles, aunque la respiración específica (como inflar un globo) y la combinación de varias estrategias psicológicas también pueden ayudar.
Antecedentes
Las estrategias psicológicas afectan a la forma en que los niños piensan o lo que hacen antes, durante o después de un procedimiento con aguja. Pueden ser utilizadas por los niños o con apoyo de los padres o el personal médico, como enfermeras, psicólogos o los especialistas en atención emocional pediátrica. La información hace referencia a niños de dos a 19 años de edad sanos o enfermos, sometidos a todo tipo de procedimientos con agujas en el hospital, una consulta o en la escuela.
Resultados clave
Para esta actualización, en septiembre de 2017, se buscaron los ensayos clínicos que consideraron estrategias psicológicas para aliviar el dolor y la ansiedad de los niños y los adolescentes sometidos a procedimientos con agujas. Se encontraron 59 ensayos con 5550 niños y adolescentes. Veinte de los ensayos eran nuevos para esta actualización. Se encontraron seis estrategias psicológicas, cuatro de las cuales ayudan a reducir el dolor y la ansiedad de los niños durante los procedimientos con agujas. Las mismas incluyen distracción, hipnosis, respiración específica y la combinación de varias estrategias ("cognitivo-conductuales combinadas"). Las formas de distraer a los niños y los adolescentes durante los procedimientos con agujas incluyen leer, ver una película, escuchar música, jugar a videojuegos o juegos de realidad virtual. La hipnosis incluye relajación profunda e imaginación y, por lo general, la aplica al niño un profesional formado. Los ejemplos de las estrategias que se pueden combinar incluyen distracción, respiración, relajación, pensamientos positivos, la posibilidad de que el niño aprenda o practique los pasos del procedimiento con la aguja y orientar a los padres acerca de las formas de apoyar a su hijo. Se han analizado otras estrategias psicológicas, pero no parecen útiles por sí solas. Por ejemplo, los niños no presentan menos dolor o ansiedad cuando sólo se les dice lo que va a suceder antes o durante el procedimiento con la aguja ("proporcionar información o preparación, o ambas") o cuando alguien simplemente sugiere al niño que se está haciendo algo para ayudarlo. Otra estrategia es ayudar a los niños a recordar los procedimientos con aguja anteriores de forma más positiva. No existe suficiente información todavía para saber si esto resulta útil.
Calidad de la evidencia
La calidad de la evidencia de los estudios se calificó en cuatro niveles: muy baja, baja, moderada o alta. La calidad de la evidencia de esta revisión es muy baja a baja, debido a que los resultados pueden estar sesgados por la inclusión de pocas cantidades de niños o debido a que los niños sabían qué intervención psicológica estaban recibiendo. Esto significa que no existe seguridad acerca de los resultados.
Se identificó evidencia para apoyar la eficacia de la distracción, la hipnosis, la TCC combinada y las intervenciones de respiración para aliviar el dolor o la ansiedad, o ambos, relacionados con los procedimientos con agujas en niños. El apoyo a la eficacia de las intervenciones con TCC y respiración combinadas es nuevo de la última actualización de la revisión debido a la disponibilidad de nueva evidencia. La calidad de los ensayos y de la evidencia general es baja a muy baja, lo que recalca la necesidad de una mejoría en el rigor metodológico y el informe de los ensayos. A pesar de la evidencia de baja calidad, los posibles beneficios del alivio del dolor o la ansiedad, o ambos, apoyan la evidencia a favor del uso de estas intervenciones en la práctica clínica.
Esta es la segunda actualización de una revisión Cochrane (número 4, 2006). El dolor y la ansiedad de los procedimientos relacionados con agujas son frecuentes durante la infancia y se pueden aliviar mediante la administración de intervenciones psicológicas (estrategias cognitivas o conductuales, o ambas). La primera actualización de la revisión (Número 10; 2013) mostró la eficacia de la distracción y la hipnosis para el dolor y la ansiedad relacionados con la aguja en niños y adolescentes.
Evaluar la eficacia de las intervenciones psicológicas para el dolor y la ansiedad relacionados con procedimientos en los que se utilizan agujas en niños y adolescentes.
Se buscaron ensayos relevantes en seis bases de datos electrónicas: Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL); MEDLINE; PsycINFO; Embase; Web of Science (ISI Web of Knowledge) y Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature (CINAHL). Se enviaron solicitudes de estudios adicionales a las listas de distribución (listservs) sobre dolor pediátrico y salud del niño. También se buscaron ensayos completados relevantes en registros: ClinicalTrials.gov y en la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud (www.who.int/trialsearch/Default.aspx). Se realizaron búsquedas hasta septiembre de 2017 para identificar entradas publicadas desde la última actualización de la revisión en 2013.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) publicados y revisados por pares con al menos cinco participantes por grupo de estudio, que compararon una intervención psicológica con un grupo de comparación o control. Los ensayos incluyeron a niños de dos a 19 años de edad sometidos a cualquier procedimiento médico relacionado con una aguja.
Dos autores de la revisión extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de forma independiente mediante la herramienta Cochrane "Risk of bias". Se examinó el dolor y la ansiedad evaluados por información proporcionada por el niño, el informe general del observador y la medición conductual (variables de valoración principales). También se examinó cualquier desenlace fisiológico informado y los eventos adversos (variables de valoración secundarias). Se utilizó el metanálisis para evaluar la eficacia de las intervenciones psicológicas identificadas en relación con un comparador (es decir, ningún tratamiento, otro tratamiento activo, tratamiento habitual o lista de espera) para cada desenlace por separado. Se utilizó el software Review Manager 5 para calcular las diferencias de medias estandarizadas (DME) con intervalos de confianza (IC) del 95% y GRADE para evaluar la calidad de la evidencia.
En esta actualización, se incluyeron 59 ensayos (20 nuevos en esta actualización) con 5550 participantes. Los procedimientos con aguja principalmente incluyeron venipuntura, inserción intravenosa e inyecciones de vacunas. Los estudios incluyeron a niños de dos a 19 años de edad y pocos ensayos se centraron en los adolescentes. Las intervenciones psicológicas más frecuentes fueron la distracción (n = 32), la terapia cognitivo-conductual combinada (TCC; n = 18) e hipnosis (n = 8). También incluyeron preparación/información (n = 4), respiración (n = 4), sugestión (n = 3) y alteración de la memoria (n = 1). Los grupos control a menudo fueron de "atención estándar", la cual varió entre los estudios. En todos los estudios, las puntuaciones del "riesgo de sesgo" indicaron varios dominios con riesgo alto o incierto, en particular la ocultación de la asignación, el cegamiento de los participantes y de la evaluación de desenlaces, así como el informe selectivo. La calidad de la evidencia se disminuyó en gran parte debido a las limitaciones graves de los estudios, la inconsistencia y la imprecisión.
La evidencia de muy baja a baja calidad apoya la eficacia de la distracción para el dolor percibido por el paciente (n = 30, 2802 participantes; DME -0,56; IC del 95%: -0,78 a -0,33) y la ansiedad percibida por el paciente (n = 4, 426 participantes; DME -0,82; IC del 95%: -1,45 a -0.18), el dolor comunicado por el observador (n = 11, 1 512 participantes; DME -0,62; IC del 95%: -1,00 a -0,23) y la ansiedad comunicada por el observador (n = 5, 1 067 participantes; DME -0,72; IC del 95%: -1,41 a -0,03), y el malestar conductual (n = 7, 500 participantes; DME -0,44; IC del 95%: -0,84 a -0,04). La distracción no fue eficaz para el dolor conductual (n = 4, 309 participantes; DME -0,33; IC del 95%: -0,69 a 0,03). La evidencia de muy baja calidad indica que la hipnosis fue eficaz para reducir el dolor percibido por el paciente (n = 5, 176 participantes; DME -1,40; IC del 95%: -2,32 a -0,48) y la ansiedad percibida por el paciente (n = 5, 176 participantes; DME -2,53; IC del 95%: -3,93 a -1.12), el malestar conductual (n = 6, 193 participantes; DME -1,15; IC del 95%: -1,76 a -0,53), pero no el dolor conductual (n = 2, 69 participantes; DME -0,38; IC del 95%: -1,57 a 0,81). Ningún estudio evaluó la hipnosis para el dolor comunicado por el observador y sólo un estudio evaluó la ansiedad comunicada por el observador. La evidencia de muy baja a baja calidad apoya la eficacia de la TCC combinada para el dolor comunicado por el observador (n = 4, 385 participantes; DME -0,52; IC del 95%: -0,73 a -0,30) y el malestar conductual (n = 11, 1105 participantes; DME -0,40; IC del 95%: -0,67 a -0.14), pero no para el dolor percibido por el paciente (n = 14, 1359 participantes; DME -0,27; IC del 95%: -0,58 a 0,03), la ansiedad percibida por el paciente (n = 6, 234 participantes; DME -0,26; IC del 95%: -0,56 a 0,04), el malestar comunicado por el observador (n = 6; 765 participantes; DME 0,08; IC del 95%: -0,34 a 0,50) ni el dolor conductual (n = 2, 95 participantes; DME -0,65; IC del 95%: -2,36 a 1,06). Hubo evidencia de muy baja calidad que mostró la eficacia de las intervenciones de respiración para el dolor percibido por paciente (n = 4: 298 participantes; DME -1,04; IC del 95%: -1,86 a -0,22), pero no hubo suficientes estudios para realizar un metanálisis del resto de desenlaces. La evidencia de muy baja calidad no reveló efectos de la preparación/información (n = 4; 313 participantes) ni la sugestión (n = 3; 218 participantes) para cualquier variable de dolor o ansiedad. No fue posible establecer conclusiones acerca de la alteración de la memoria debido a que hubo un único ensayo. Los eventos adversos de dificultades respiratorias sólo se informaron en una intervención de respiración.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.