Los bebés que nacen demasiado pronto (bebés prematuros) suelen ser atendidos de manera que se minimice la actividad física para reducir el estrés y las complicaciones relacionadas con el mismo. Sin embargo, la falta de actividad física puede dar lugar a un desarrollo y crecimiento deficientes de los huesos, como se observa en los niños y adultos postrados en la cama. Se cree que los programas de actividad física (mover y presionar todas las articulaciones de todas las extremidades durante varios minutos al día) pueden promover el desarrollo y el crecimiento de los huesos en los bebés prematuros. Esta revisión encontró que la actividad física podría proporcionar un pequeño beneficio para el desarrollo y el crecimiento de los huesos a corto plazo. Los datos fueron insuficientes para permitir la evaluación de los beneficios y daños a largo plazo. Según los conocimientos actuales, los programas de actividad física no pueden ser recomendados como un procedimiento estándar para los bebés prematuros.
Algunas evidencias sugieren que los programas de actividad física podrían promover el aumento de peso a corto plazo y la mineralización de los huesos en los bebés prematuros. Los datos son insuficientes para permitir la evaluación de efectos perjudiciales o a largo plazo. La evidencia actual no apoya el uso sistemático de programas de actividad física en los bebés prematuros. Se necesitan más ensayos que incorporen a los lactantes con un alto riesgo inicial de osteopenia. Estos ensayos deben abordar los eventos adversos, los resultados a largo plazo y los efectos de la ingesta nutricional (calorías, proteínas, calcio, fósforo).
La falta de estimulación física puede contribuir a la enfermedad metabólica de los huesos de los lactantes prematuros, lo que da lugar a una mineralización y un crecimiento óseo deficientes. Los programas de actividad física combinados con una nutrición adecuada podrían ayudar a promover la mineralización y el crecimiento de los huesos.
El objetivo principal fue evaluar si los programas de actividad física en los niños prematuros mejoran la mineralización y el crecimiento de los huesos y reducen el riesgo de fracturas.
Los objetivos secundarios incluían otros posibles beneficios en cuanto a la duración de la estancia hospitalaria, las deformidades esqueléticas y los resultados del desarrollo neurológico, y los acontecimientos adversos.
Análisis de subgrupos:
- Dado que los lactantes más pequeños son los más vulnerables a desarrollar osteopeniaBishop 1999), se planificó un análisis de subgrupos para los lactantes con un peso al nacer < 1000 g.
- La ingesta de calcio y fósforo puede afectar a la capacidad de un lactante para aumentar el contenido de minerales en los huesos (KuschelKuschel 2004 Por lo tanto, se planificó un análisis adicional de subgrupos para los lactantes que reciben diferentes cantidades de calcio y fósforo, junto con alimentación enteral completa, como se indica a continuación.
∘ Por debajo de 100 mg/60 mg de calcio/fósforo o igual o superior a 100 mg/60 mg de calcio/fósforo por 100 ml de leche.
∘ Suplemento de calcio sin fósforo.
∘ Suplemento de fósforo sin calcio.
Se utilizó la estrategia de búsqueda estándar del Grupo Cochrane de Neonatología (Cochrane Neonatal Review Group, CNRG). La búsqueda incluyó el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) (2012, número 9), MEDLINE, EMBASE, CINAHL (1966 a marzo de 2013), y referencias cruzadas, así como la búsqueda manual de los resúmenes de la Society for Pediatric Research y la International Journal of Sports Medicine.
Ensayos controlados aleatorizados y cuasialeatorizados que comparen programas de actividad física (extensión y flexión, ejercicios de amplitud de movimiento) versus ningún programa organizado de actividad física en niños prematuros.
La obtención de los datos, la selección de estudios y el análisis de los datos se realizaron de acuerdo a los métodos estándar del CNRG.
En esta revisión se incluyeron 11 ensayos que reclutaron a 324 lactantes prematuros (edad gestacional de 26 a 34 semanas). Todos fueron estudios pequeños (N = 16 a 50) de un solo centro que evaluaron la actividad física diaria durante tres semanas y media a ocho semanas durante la hospitalización inicial. La calidad metodológica y la notificación de los ensayos incluidos fueron variables.
Cuatro ensayos mostraron beneficios moderados a corto plazo de la actividad física para la mineralización de los huesos al completar el programa de actividad física. El único ensayo que evaluó los efectos a largo plazo sobre la mineralización ósea no mostró ningún efecto de la actividad física administrada durante la hospitalización inicial sobre la mineralización ósea a los 12 meses de edad corregida. El metanálisis de cuatro ensayos mostró un efecto positivo de la actividad física sobre el aumento de peso diario (diferencia de medias ponderada (DMP) 2,21 g/kg/d, intervalo de confianza (IC) del 95%: 1,23 a 3,19). Los datos de cuatro ensayos mostraron un efecto positivo sobre el crecimiento lineal (DMP 0,12 cm/semana, IC del 95%: 0,01 a 0,24) pero no sobre el crecimiento del perímetro craneal (DMP -0,03 cm/semana, IC del 95%: -0,14 a 0,08) durante el período de estudio. Sólo un ensayo informó sobre fracturas (este resultado no se produjo en los grupos de intervención y control) y complicaciones del parto prematuro (no hay diferencias significativas entre los grupos de intervención y control). Ninguno de los ensayos evaluó otros resultados relevantes para esta revisión.
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