Pregunta de la revisión
Se revisó la evidencia acerca del efecto de las intervenciones psicosociales, como las técnicas de tratamiento de contingencias (TC) y las técnicas basadas en entrevistas motivacionales (EM) versus la atención habitual para las mujeres embarazadas en programas de tratamiento ambulatorio de drogas ilegales.
Antecedentes
Las mujeres que consumen drogas ilegales durante el embarazo tienen más probabilidades de dar a luz de forma prematura y de tener hijos de bajo peso al nacer. Una mujer embarazada puede reducir el riesgo de estas complicaciones si recibe un tratamiento durante el embarazo por consumo de drogas.
Las intervenciones psicosociales, como las técnicas de TC y las EM, pueden ayudarles a superar las numerosas barreras para permanecer en un programa de tratamiento y reducir el consumo de drogas ilegales. El TC utiliza un refuerzo positivo y de apoyo con unos objetivos predeterminados como pueden ser la abstinencia del consumo de drogas o la asistencia al tratamiento y, si se cumplen, se dan incentivos como, por ejemplo, los vales monetarios. La EM es una forma de asesoramiento centrado en el paciente que se utiliza para resolver la inseguridades sobre el uso de drogas, el tratamiento o la interrupción de su uso.
Características de los estudios
Los investigadores de la Colaboración Cochrane examinaron la evidencia publicada hasta enero de 2015 e incluyeron 14 estudios con 1298 mujeres embarazadas en esta revisión Cochrane. Las 1298 mujeres embarazadas recibieron técnicas de TC o EM como complemento de otras opciones de atención integral; las mujeres del grupo de control recibieron atención habitual que incluía tratamiento farmacológico como mantenimiento con metadona, asesoramiento, atención prenatal, asesoramiento y pruebas de ETS, transporte y puericultura. Nueve estudios utilizaron técnicas de TC versus atención habitual, mientras que cinco estudios incluyeron técnicas de EM versus atención habitual.
Todos los estudios se hicieron en los Estados Unidos de América y la mayoría de las participantes eran afroamericanas. La mayoría de los estudios utilizaron los criterios del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-IV-R) para determinar la farmacodependencia.
Resultados clave
No hubo diferencias en la permanencia al tratamiento o la abstinencia al consumo de drogas entre las técnicas de TC o EM y la atención habitual. Tampoco hubo diferencias en los resultados del parto entre los grupos.
En general, hay evidencia de calidad baja a moderada de los estudios incluidos. Los métodos de asignación a menudo se han descrito de manera muy limitada. Además, muchos estudios carecían de información sobre el desgaste, lo que podría haber tenido un impacto en los resultados. Aunque la información adicional relacionada con estos métodos podría ser útil, es poco probable que los ensayos aleatorizados futuros que utilicen intervenciones psicosociales muestren un beneficio. Además, hubo heterogeneidad significativa en cuanto a los métodos para medir los resultados.
La presente evidencia indica que no hay diferencias en los resultados del tratamiento para abordar el consumo de drogas en mujeres embarazadas con intervenciones psicosociales, cuando se toman en presencia de otras opciones de atención integral. Sin embargo, pocos estudios evaluaron los resultados obstétricos o neonatales y rara vez lo hicieron de manera sistemática, lo que dificulta la evaluación del efecto de las intervenciones psicosociales sobre estos resultados clínicamente importantes. Es importante desarrollar una mejor base de evidencia para evaluar las modalidades psicosociales de tratamiento en esta importante población.
El consumo de drogas ilegales durante el embarazo es un problema social y de salud pública complejo. Las consecuencias del consumo de drogas durante el embarazo son graves tanto para la mujer como para su bebé. Por lo tanto, es importante desarrollar y evaluar tratamientos efectivos. Existe evidencia de la efectividad de las intervenciones psicosociales en el tratamiento farmacológico, pero no está claro si son efectivas en mujeres embarazadas. Esta es una actualización de una revisión Cochrane publicada originalmente en 2007.
Evaluar la efectividad de las intervenciones psicosociales en mujeres embarazadas inscritas en programas de tratamiento por consumo de drogas ilegales sobre los resultados neonatales y del parto, sobre la asistencia y la permanencia en el tratamiento, así como sobre la abstinencia materna y neonatal de la drogas. En resumen, ¿se traducen las intervenciones psicosociales en un menor consumo de drogas ilegales, una mayor abstinencia, mejores resultados del parto o una mayor asistencia clínica?
Se realizó la búsqueda bibliográfica original en mayo 2006 y se realizó la actualización de la búsqueda hasta enero 2015. Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Drogas y Alcohol (Cochrane Drugs and Alcohol Group) (mayo de 2006 y enero de 2015), en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL; en la Cochrane Library 2015, número 1), PubMed (1996 hasta enero de 2015), EMBASE (1996 hasta enero de 2015) y en CINAHL (1982 hasta enero de 2015).
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados que comparaban cualquier intervención psicosocial versus una intervención de control que podría incluir tratamiento farmacológico, como el mantenimiento con metadona, una intervención psicosocial diferente, asesoramiento, atención prenatal, asesoramiento y pruebas de ETS, transporte o puericultura.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar previstos por la Colaboración Cochrane. Se realizaron análisis basados en tres comparaciones: cualquier intervención psicosocial versus control, intervenciones de técnicas tratamiento de contingencias (TC) versus control, e intervenciones basadas en entrevistas motivacionales (EM) versus control.
En total, se incluyeron 14 estudios con 1298 participantes: nueve estudios (704 participantes) compararon TC versus control, y cinco estudios (594 participantes) compararon intervenciones EM versus control. No se encontraron estudios que evaluaran otros tipos de intervenciones psicosociales. En su mayor parte, no estaba claro si los estudios incluidos estaban adecuadamente controlados en cuanto a sesgos dentro de sus estudios, ya que dicha información, a menudo, no se informó. Se evaluó el riesgo de sesgo en los estudios incluidos en relación con la selección de participantes, la ocultación de la asignación, el cegamiento del personal y del evaluador de resultados, y el abandono.
Los ensayos incluidos rara vez captaron los resultados maternos y neonatales. Para los estudios que sí midieron tales resultados, no se observaron diferencias en las tasas de nacimientos prematuros (RR 0,71; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,34 a 1,51; tres ensayos, 264 participantes; evidencia de calidad moderada), la toxicidad materna al momento del parto (RR 1,18; IC del 95%: 0,52 a 2,65; dos ensayos, 217 participantes; evidencia de calidad moderada) o el bajo peso al nacer (RR 0,72; IC del 95%: 0,36 a 1,43; un ensayo, 160 participantes; evidencia de calidad moderada). Sin embargo, los resultados mostraron que los recién nacidos permanecieron en el hospital durante menos días después del parto en los grupos de intervención de TC (RR -1,27; IC del 95%: -2,52 a -0,03; dos ensayos, 103 participantes, evidencia de calidad moderada). No se observaron diferencias al final de los estudios en cuanto a la permanencia al tratamiento o la abstinencia al consumo (según lo evaluado por la prueba de detección de drogas al final del tratamiento) en ningún grupo de intervención psicosocial en comparación con el control (Permanencia al tratamiento: RR 0,99; IC del 95%: 0,93 a 1,06; nueve ensayos, 743 participantes; evidencia de calidad baja; y Abstinencia al consumo: RR 1,14; IC del 95%: 0,75 a 1,73; tres ensayos, 367 participantes; evidencia de calidad baja). Estos resultados se mantienen tanto para TC como para EM combinados. En general la calidad de la evidencia fue de baja a moderada.
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