Se trata de una actualización de una revisión de los rubefacientes para el dolor agudo y crónico, publicada originalmente en 2009, que incluye un nuevo estudio.
Un fármaco tópico es aquel que se aplica a las superficies del cuerpo, como la piel, para tratar dolencias. Los productos tópicos pueden ser cremas, espumas, geles, lociones y ungüentos. Los productos de uso tópico pueden incluir una amplia gama de medicamentos.
Los rubefacientes son fármacos que causan irritación y enrojecimiento de la piel debido al aumento del flujo sanguíneo. Se considera que alivian el dolor en diversas afecciones osteomusculares y están disponibles en medicamentos con receta y de venta libre. El salicilato es un rubefaciente de uso común.
Esta revisión buscó evidencia sobre la utilidad de los rubefacientes tópicos que contienen salicilato en estudios aleatorizados y doble ciego. Estos estudios se realizaron en pacientes con condiciones dolorosas agudas como torceduras y esguinces, o condiciones dolorosas crónicas como la osteoartritis. Se quería saber si los rubefacientes tópicos que contienen salicilato ayudaban con el dolor.
La evidencia de los rubefacientes que contienen salicilato tópico está limitada por la calidad, validez y tamaño de los estudios disponibles. En el caso de las afecciones dolorosas agudas y crónicas, cualquier evidencia de eficacia procedía de los estudios más antiguos y pequeños, mientras que los estudios más grandes y recientes no mostraban ningún efecto. No hay evidencia fehaciente de que los rubefacientes tópicos que contienen salicilato proporcionen un alivio útil del dolor.
La evidencia no apoya el uso de rubefacientes tópicos que contienen salicilatos para lesiones agudas o afecciones crónicas. Parecen ser relativamente bien tolerados a corto plazo, según datos limitados. La cantidad y la calidad de los datos disponibles hacen que siga habiendo incertidumbre sobre los efectos de los rubefacientes que contienen salicilato.
Los rubefacientes que contienen salicilatos causan irritación de la piel y se cree que alivian diversos dolores musculoesqueléticos. Están disponibles con receta y son componentes comunes en medicamentos de venta libre. Esta es una actualización de una revisión de los rubefacientes para el dolor agudo y crónico, publicada originalmente en 2009, que encontró evidencia limitada de eficacia.
Evaluar la eficacia y la seguridad de los salicilatos de aplicación tópica en el dolor osteomuscular agudo y crónico en adultos.
Se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE y EMBASE, desde su inicio hasta el 22 de agosto de 2014, junto con la Oxford Pain Relief Database, dos registros de ensayos clínicos y las listas de referencias de los estudios incluidos y las revisiones pertinentes.
Ensayos clínicos aleatorizados, a doble ciego, controlados por placebo o activos de rubefacientes tópicos que contienen salicilatos para tratar el dolor musculoesquelético en adultos, con al menos 10 participantes por cada brazo de tratamiento, y que informen de resultados cercanos a los siete (mínimo tres, máximo 10) días para las afecciones agudas y 14 (mínimo siete) días o más para las afecciones crónicas.
Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente los ensayos para la inclusión, evaluaron el riesgo de sesgo y extrajeron los datos. Se calculó el riesgo relativo (RR) y el número necesario a tratar para beneficiar o perjudicar (NNT o NND) con intervalos de confianza (IC) del 95% mediante un modelo de efectos fijos. Se analizaron las afecciones agudas y crónicas por separado.
Las nuevas búsquedas de esta actualización identificaron un nuevo estudio que cumplía con los criterios de inclusión, aunque aportaba información sólo para los retiros. Se incluyeron en la revisión seis estudios sobre el dolor agudo controlados por placebo y uno controlado activamente (560 y 137 participantes, respectivamente), y siete estudios sobre el dolor crónico controlados por placebo y tres estudios controlados activamente (489 y 182 participantes, respectivamente). Todos los estudios tenían un riesgo potencial de sesgo, y había diferencias sustanciales entre los estudios en cuanto a los participantes (por ejemplo, el nivel de dolor inicial), los tratamientos (diferentes salicilatos combinados con otros ingredientes potencialmente activos) y los métodos (por ejemplo, los resultados informados). No todos los estudios aportaron información utilizable para todos los resultados buscados.
Para el resultado primario del éxito clínico a los siete días en condiciones agudas (principalmente esguinces, torceduras y dolor lumbar agudo), el RR fue 1,9 (IC del 95%: 1,5 a 2,5) y el NNT fue 3,2 (2,4 a 4,9) para los salicilatos en comparación con el placebo, pero este resultado no fue sólido (evidencia de muy baja calidad). Usando un modelo de efectos aleatorios para el análisis, el RR fue de 2,7 (1,05 a 7,0). Para el mismo resultado en condiciones crónicas (principalmente osteoartritis, bursitis y dolor de espalda crónico), el RR fue de 1,6 (1,2 a 2,0) y el NNT fue de 6,2 (4,0 a 13) (evidencia de muy baja calidad). Este resultado no se modificó sustancialmente utilizando un modelo de efectos aleatorios para el análisis. En ambas categorías, había varios factores que podrían haber influido en los resultados, pero el análisis de sensibilidad fue limitado debido al reducido número de estudios y participantes.
En el caso de las afecciones dolorosas agudas y crónicas, cualquier evidencia de eficacia procedía de los estudios más antiguos y pequeños, mientras que los estudios más grandes y recientes no mostraban ningún efecto.
Los eventos adversos fueron más comunes con el salicilato que con el placebo, pero la mayoría de los eventos ocurrieron en sólo dos estudios. No hubo diferencias cuando estos estudios se eliminaron del análisis (evidencia de muy baja calidad). Los eventos adversos locales (en el lugar de aplicación) fueron de nuevo más comunes con el salicilato, pero casi todos se produjeron en un estudio (en el que el salicilato se combinó con otro irritante). No hubo diferencias cuando se retiró este estudio (evidencia de muy baja calidad).
No hubo datos suficientes para establecer conclusiones contra los controles activos.
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