No hay estudios de investigación fiables que demuestren si levantar o bajar al recién nacido durante el tiempo que transcurre entre el nacimiento y el pinzamiento del cordón umbilical supone una diferencia en la salud del recién nacido o de la madre. Si el cordón no se pinza inmediatamente al nacer, la sangre suele seguir fluyendo entre la placenta y el recién nacido durante unos minutos. El volumen neto de sangre transferido al recién nacido durante este tiempo se denomina "transfusión placentaria". La cantidad de sangre y el tiempo que sigue fluyendo se pueden ver influidos por la gravedad, es decir, por la elevación o el descenso del recién nacido con respecto a la placenta. La transfusión placentaria puede aportar al recién nacido aproximadamente una quinta parte de su volumen sanguíneo al nacer, por lo que puede suponer una diferencia en la salud y el bienestar del recién nacido. La transfusión placentaria drena la sangre que queda en la placenta, lo que podría ayudar a que ésta se separe del útero y podría reducir la pérdida total de sangre en el parto de la mujer. Los autores de la revisión no encontraron ensayos aleatorizados que compararan diferentes posiciones del recién nacido entre el nacimiento y el pinzamiento del cordón.
Ningún ensayo aleatorizado ha evaluado la influencia de la gravedad en la transfusión placentaria. Se necesitan ensayos aleatorizados grandes y bien diseñados para evaluar si la gravedad influye en la transfusión placentaria en los partos vaginales y por cesárea y, en caso afirmativo, si esto afecta los desenlaces a corto y largo plazo del neonato y la madre.
La etapa del alumbramiento abarca desde el nacimiento del neonato hasta la expulsión de la placenta. El pinzamiento del cordón umbilical es uno de los componentes del tratamiento activo de la etapa del alumbramiento. El aplazamiento del pinzamiento del cordón permite que continúe el flujo sanguíneo entre el neonato y la placenta; la transferencia neta al neonato se denomina transfusión placentaria. Si se pinza el cordón inmediatamente se restringe la transfusión placentaria. La gravedad es uno de los varios factores que pueden influir en el volumen y la duración de la transfusión placentaria tanto en los partos vaginales como en los partos por cesárea. Por lo tanto, elevar o bajar al neonato mientras el cordón está intacto puede influir en la transfusión placentaria, lo que a su vez puede afectar el desenlace del neonato y la mujer.
Comparar los efectos de posiciones alternativas para el neonato entre el nacimiento y el pinzamiento del cordón umbilical sobre el desenlace del neonato, el desenlace de la madre y el uso de los recursos de los servicios sanitarios.
Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (julio de 2010).
Ensayos aleatorizados que compararan posiciones alternativas para el neonato en el parto vaginal y por cesárea, antes del pinzamiento del cordón umbilical.
La elegibilidad y la calidad de los ensayos se evaluó de forma independiente. Cuando fue necesario se estableció contacto con los autores de los estudios para obtener información adicional.
Se excluyeron 37 estudios (7559 pares madre-neonato): 33 (7296) porque no compararon posiciones alternativas para el neonato antes de pinzar el cordón umbilical y cuatro (263) debido a la asignación cuasialeatorizada. Ningún estudio cumplió los criterios de inclusión. Hay un ensayo adicional en curso.
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