El cáncer es una enfermedad muy compleja caracterizada por la variación de las características clínicas y las fases de tratamiento. El proceso continuo de la atención del cáncer incluye evaluación de los riesgos, prevención primaria, selección, detección, diagnóstico, tratamiento, supervivencia, y atención hasta la muerte. La continuidad de la atención se define de acuerdo a como un paciente experimenta la atención con el transcurso del tiempo, como coherente y vinculada y es el resultado del buen flujo de información, buenas aptitudes interpersonales y buena coordinación de la atención. Los objetivos de esta revisión fueron clasificar, describir y determinar la efectividad de las intervenciones probadas en la bibliografía para mejorar la continuidad de la atención en el seguimiento de los pacientes con cáncer.
Se identificaron tres modelos principales de atención (tratamiento de casos, atención compartida y equipo interdisciplinario) diseñados para mejorar la continuidad de la atención en los 51 estudios incluidos en esta revisión. No se encontró ningún instrumento estándar que permita medir específicamente la continuidad de la atención en los pacientes con cáncer. Según los análisis, no hubo pruebas claras que muestren si las intervenciones evaluadas en esta revisión mejoraron o empeoraron los resultados relacionados con la salud de los pacientes. Por lo tanto, los análisis no permitieron sacar conclusiones firmes sobre la efectividad de las intervenciones diseñadas para mejorar la continuidad de la atención en el seguimiento de los pacientes con cáncer.
Pocos estudios informaron resultados del proveedor y de los cuidadores informales, así como el proceso de los resultados de atención, de manera que no fue posible reagruparlos para el análisis. Las limitaciones principales de esta revisión fueron las diversas diferencias entre los estudios incluidos, especialmente en los diseños del estudio, las intervenciones, los participantes, la fase de atención de los pacientes, los resultados medidos, los contextos de atención sanitaria y la duración del seguimiento.
Se necesita investigación más relevante para clasificar qué intervenciones orientadas a mejorar la continuidad de la atención en el seguimiento de los pacientes con cáncer son más beneficiosas para mejorar al paciente, los proveedores y los procesos de los resultados de atención. La investigación futura debe identificar qué resultados son los más sensibles al cambio y los más significativos con respecto a la continuidad de la atención. Además, sería valioso crear un instrumento estandarizado para medir la continuidad de la atención en los pacientes con cáncer.
Los resultados de esta revisión Cochrane no permiten realizar conclusiones sobre la efectividad de las intervenciones incluidas para mejorar la continuidad de la atención del paciente, el proveedor de asistencia sanitaria o el proceso de los resultados de atención. La investigación futura debe evaluar las intervenciones que se dirigen a una mejoría en la continuidad como objetivo primario y describen estas intervenciones con las categorías propuestas en esta revisión. Además, las medidas de continuidad deben validarse con personas con cáncer que se han sido seguidas en diversos contextos.
La atención del médico familiar es interrumpida, en general, cuando los pacientes con cáncer son atendidos por profesionales de atención sanitaria de segunda y tercera línea que también pueden controlar las condiciones concomitantes del paciente. Esta situación puede causar la atención fragmentada y no coordinada, y aumentar la probabilidad de no recibir los servicios preventivos o la atención recomendados.
Clasificar, describir y evaluar la efectividad de las intervenciones orientadas a mejorar la continuidad de la atención de los pacientes con cáncer, los prestadores de atención sanitaria y los resultados del proceso.
Se realizaron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane para una Práctica y Organización Sanitaria Efectivas (Cochrane Effective Practice and Organization of Care Group, EPOC), el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL), PubMed, EMBASE, CINAHL, y PsycINFO, utilizando una estrategia que incoporaba un filtro metodológico EPOC. Además, se exploraron las listas de referencias de los informes de los estudios incluidos y las revisiones relevantes y la ISI Web of Science and Google Scholar se utilizaron para identificar los informes relevantes habiendo citado los estudios incluidos en esta revisión.
Se consideraron para su inclusión ensayos controlados aleatorios (incluidos ensayos grupales), ensayos clínicos controlados, estudios del tipo antes y después y series de tiempo interrumpido que evaluaron las intervenciones para mejorar la continuidad de la atención del cáncer. Se incluyeron estudios que incorporaron en su mayoría a adultos (> 50) con cáncer o prestadores de atención sanitaria de adultos con cáncer. Los resultados primarios considerados para su inclusión fueron los procesos de los servicios de atención sanitaria, los resultados objetivamente medidos de profesionales de la atención sanitaria, cuidadoras informales y pacientes, y las medidas autoinformadas realizadas con escalas consideradas válidas y confiables. La satisfacción de los profesionales de atención sanitaria fue incluida como resultado secundario.
Dos revisores describieron las intervenciones, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo. Los autores contactaron con varios investigadores para obtener la información que faltaba. Las intervenciones fueron reagrupadas por tipo de continuidad proyectada, modelo de atención o estrategia de intervención y se compararon con la atención habitual. Dada la diversidad clínica y metodológica esperada, los cambios medianos en los resultados (e intervalos de confianza con estimación autosuficiente) entre los grupos de estudio que compartieron características específicas de interés se eligieron para analizar la efectividad de las intervenciones incluidas.
Se incluyeron 51 estudios. Se utilizaron tres modelos diferentes, específicamente el tratamiento de casos, la atención compartida y los equipos interdisciplinarios. Además de estos modelos se utilizaron seis estrategias de intervención adicionales: (1) registro de pacientes, (2) seguimiento telefónico, (3) comunicación y la discusión de casos entre los profesionales de la atención sanitaria distantes, (4) cambio en el sistema de registro médico, (5) protocolos de atención, directivas y normas, y (6) coordinación de evaluaciones y tratamiento.
Sobre la base de los cálculos medianos del tamaño del efecto, no se encontraron diferencias significativas en los resultados relacionados con la salud de los pacientes entre los pacientes asignados a las intervenciones y los que fueron asignados a la atención habitual. Un número limitado de estudios informó la salud psicológica, la satisfacción de los proveedores, o el proceso de las medidas de atención. Sin embargo, no fue posible reagruparlos para estimar los cálculos medianos del tamaño del efecto debido a la elevada heterogeneidad entre los estudios.