El eccema es una enfermedad crónica común. El picor es el síntoma más importante, y la enfermedad se acompaña a menudo de sequedad de la piel. Las lesiones de la piel incluyen erupción, enrojecimiento, hinchazón de la piel, costras, secreción y a veces también sangrado como consecuencia del rascado continuo. Aunque la enfermedad puede resolverse durante la niñez, podría también reaparecer o persistir en la vida adulta. Se considera que la causa del eccema es una combinación de factores genéticos y ambientales. Los hidratantes, los corticosteroides tópicos y los inmunomoduladores tópicos son la base del tratamiento del eccema, mientras los casos más graves quizás necesiten tratamiento con luz ultravioleta o inmunodepresores sistémicos. El picor es muy difícil de tratar y lleva al rascado, que a su vez aumenta la inflamación de la piel, lo que provoca que el paciente caiga en un círculo vicioso de picor y rascado en el eccema. La función de la histamina en el picor asociado al eccema no se ha dilucidado del todo; sin embargo, los antihistamínicos H1 orales se han usado por muchos años en el tratamiento de la enfermedad. Puede que se hayan utilizado en gran parte por su acción sedante, con antihistamínicos muy sedantes como la clorfeniramina y la hidroxizina. Sin embargo, los antihistamínicos H1 orales son ampliamente utilizados en el tratamiento de los trastornos alérgicos, como la urticaria, la rinitis alérgica y la conjuntivitis alérgica, pero su eficacia para aliviar el picor y el eccema todavía no está clara. Esta revisión sistemática buscó evidencia de los efectos y la seguridad de la administración de antihistamínicos orales en el eccema para guiar su uso en la práctica clínica.
Ningún estudio cumplió con los criterios de inclusión. Actualmente no hay evidencia para apoyar la eficacia o la seguridad del uso de antihistamínicos H1 por vía oral solos en el tratamiento del eccema. Esto no significa que los antihistamínicos no puedan ser útiles como tratamiento complementario a los tratamientos principales, incluidos los esteroides tópicos, que serán el tema de una revisión adicional.
Actualmente no hay evidencia de alto nivel para apoyar o refutar la eficacia o la seguridad de los antihistamínicos H1 orales administrados como monoterapia para el eccema. Debido a que la mayoría de los estudios permitieron la administración de fármacos concomitantes e incluyeron enfoques multiterapéuticos, no fue posible realizar evaluaciones significativas de los efectos individuales de los antihistamínicos H1 orales en el eccema. Aunque parece necesario realizar ensayos controlados aleatorizados bien diseñados que excluyan los fármacos concomitantes, se deben considerar los posibles problemas éticos planteados con la administración de antihistamínicos como monoterapia para el tratamiento del eccema al impedir la administración de tratamientos de rescate o complementarios. Podría ser de utilidad una revisión sistemática adicional de los estudios en los cuales se permitieran tratamientos concomitantes para determinar los efectos beneficiosos potenciales de los antihistamínicos H1 orales como tratamiento complementario.
El eccema es una enfermedad común de la piel en muchos países, y aunque la mayoría de los casos de eccema se presentan antes de los cinco años de edad y, a menudo, se resuelven durante la niñez o la adolescencia, también pueden persistir en la edad adulta. El prurito es el aspecto más importante del eccema y, con frecuencia, afecta significativamente la calidad de vida del paciente afectado.
Evaluar los efectos de los antihistamínicos orales (antagonistas H1) como monoterapia en niños y adultos con eccema.
Se hicieron búsquedas en las siguientes bases de datos hasta marzo de 2012: el registro especializado del Grupo Cochrane de Piel (Cochrane Skin Group), CENTRAL en The Cochrane Library (2012, número 3), MEDLINE (desde 1946), EMBASE (desde 1974) y LILACS (desde 1982). Se examinaron las listas de referencias de los estudios excluidos con el fin de identificar referencias adicionales a ensayos que fueran relevantes. Se realizaron búsquedas en registros de ensayos de ensayos en curso y no publicados. También se realizaron búsquedas manuales en los resúmenes de los International Research Workshops on eczema, así como en las actas del congreso del European Academy of Dermatology and Venereology (EADV) y del European Academy of Allergology and Clinical Immunology (EAACI), desde 2000 hasta 2011.
Se planificó incluir ensayos controlados aleatorizados que evaluaran los efectos y la seguridad de los antihistamínicos H1 orales como monoterapia en niños y adultos con eccema. Se excluyeron los estudios que compararon un antihistamínico versus otro antihistamínico y no tenían un brazo control con placebo. También se excluyeron los antihistamínicos tópicos y los antihistamínicos H1 orales como tratamiento "complementario", así como los estudios que utilizaron cualquier tratamiento concomitante diferente de emolientes o hidratantes, principalmente porque algunas de estas formas de tratamiento concomitante se pueden considerar modificadores del tratamiento en las evaluaciones de los efectos de los antihistamínicos en el eccema.
A través de las búsquedas se recuperaron 409 referencias de estudios. Sobre la base de la evaluación de los títulos, los resúmenes, o ambos, se excluyeron todos, excepto 36 de estos estudios. Después de evaluar el texto completo de cada informe se excluyeron otros 35 estudios, y un estudio está pendiente de clasificación en espera de una respuesta por parte de los investigadores del ensayo. Dos autores de la revisión realizaron la evaluación de los estudios.
No se encontraron ensayos controlados aleatorizados que cumplieran con los criterios de inclusión.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.