¿Por qué es importante esta revisión?
Muchas personas presentan ansiedad y trastornos relacionados (trastorno de estrés postraumático, trastorno por ansiedad social, trastorno de pánico con o sin agorafobia, fobia específica y trastorno obsesivo compulsivo). Estos trastornos son incapacitantes y pueden afectar la capacidad de la persona de funcionar bien en el trabajo y en situaciones sociales. Las opciones de tratamiento actuales incluyen terapias de conversación como las terapias cognitivas y conductuales. Sin embargo, muchos pacientes no responden como se espera a estos tratamientos. Utilizar las terapias cognitivas y conductuales en combinación con algunos medicamentos, por ejemplo, la d-cicloserina (DCS), es una opción que podría mejorar la respuesta al tratamiento. En esta revisión se examinó la evidencia de la DCS combinada con las terapias cognitivas y conductuales como un tratamiento para la ansiedad y los trastornos relacionados en niños, adolescentes y adultos.
¿Quién puede estar interesado en esta revisión?
- Personas con ansiedad y trastornos relacionados.
- Familias y amigos de personas que presentan ansiedad y trastornos relacionados.
- Médicos generales, psiquiatras, psicólogos y farmacéuticos.
- Profesionales que trabajan en los servicios de salud mental de adultos y de niños y adolescentes.
¿Qué preguntas pretende contestar esta revisión?
- ¿El tratamiento con DCS en combinación con las terapias cognitivas y conductuales es más eficaz que el tratamiento con placebo (píldora simulada) y las terapias cognitivas y conductuales para la ansiedad y los trastornos relacionados?
- ¿El tratamiento con una combinación de DCS y terapias cognitivas y conductuales es más eficaz en la ansiedad y los trastornos relacionados en comparación con otros?
- ¿Cuán aceptable es la DCS para los pacientes y éstos se retiran del tratamiento?
¿Qué estudios se incluyeron en la revisión?
Se efectuaron búsquedas en las bases de datos médicas para encontrar informes de ensayos clínicos (específicamente ensayos controlados aleatorizados) publicados hasta el 12 de marzo de 2015 que investigaran el tratamiento de la ansiedad y los trastornos relacionados con DCS combinada con terapias cognitivas y conductuales. Para estar incluidos en la revisión, los ensayos tenían que comparar el tratamiento combinado con DCS y una terapia cognitiva y conductual con el tratamiento combinado con placebo y una terapia cognitiva y conductual para la ansiedad y los trastornos relacionados. Se incluyeron estudios con participantes de todas las edades.
En la revisión se incluyeron 21 estudios con un total de 788 participantes.
¿Qué dice la evidencia de la revisión?
No hubo evidencia de una diferencia entre el tratamiento combinado con DCS y las terapias cognitivas y conductuales, y el tratamiento combinado con placebo y las terapias cognitivas y conductuales, para la ansiedad y los trastornos relacionados en niños, adolescentes o adultos. Esta conclusión se basó en evidencia de calidad baja, debido principalmente a los tamaños pequeños de la muestra y la inconsistencia entre los estudios.
No hubo evidencia de una diferencia entre el número de niños, adolescentes y adultos que se retiraron del tratamiento con DCS además de las terapias cognitivas y conductuales, y los que se retiraron del tratamiento con placebo además de las terapias psicológicas.
¿Qué debería suceder a continuación?
Se necesitan más ensayos que permitan obtener una comprensión más clara del efecto del tratamiento con DCS en combinación con las terapias cognitivas y conductuales.
Esta revisión no encontró evidencia de una diferencia entre el reforzamiento con DCS de las terapias cognitivas y conductuales y el reforzamiento con placebo de las terapias cognitivas y conductuales para tratar la ansiedad y los trastornos relacionados en niños, adolescentes y adultos. Estos resultados se basan en evidencia de calidad baja de estudios heterogéneos con tamaños muestrales pequeños y datos incompletos para la respuesta clínica, lo que impide establecer conclusiones sobre el uso del reforzamiento con DCS de las terapias cognitivas y conductuales en esta etapa. Debido a que existen algunos datos preliminares alentadores de estudios individuales, se necesitan estudios de investigación adicionales para evaluar el reforzamiento con DCS en comparación con el reforzamiento con placebo de las terapias cognitivas y conductuales y determinar los mecanismos de acción, así como la magnitud del efecto en la ansiedad y los trastornos relacionados.
Un número considerable de pacientes que presentan ansiedad y trastornos relacionados (como el trastorno de estrés postraumático [TEPT], el trastorno por ansiedad social [TAS], el trastorno de pánico con o sin agorafobia [TP], la fobia específica [FE] y el trastorno obsesivo compulsivo [TOC]) no logran responder de forma óptima al tratamiento de primera línea con fármacos o terapias cognitivas y conductuales. El agregado de d-cicloserina (DCS) a las terapias cognitivas y conductuales podría mejorar la respuesta al tratamiento al repercutir en el sistema glutamatérgico. Esta revisión sistemática tuvo como objetivo investigar los efectos de agregar DCS a las terapias cognitivas y conductuales mediante la síntesis de los datos de los ensayos controlados aleatorizados relevantes y según las guías recomendadas por Cochrane.
Evaluar el efecto del reforzamiento con DCS de las terapias cognitivas y conductuales en comparación con el reforzamiento con placebo de las terapias cognitivas y conductuales en el tratamiento de la ansiedad y los trastornos relacionados. Además, evaluar la eficacia y la tolerabilidad de la DCS entre la ansiedad y los trastornos relacionados diferentes.
Esta revisión incorpora por completo los estudios identificados a partir de una búsqueda en el Registro de ensayos controlados del Grupo Cochrane de Depresión, ansiedad y neurosis (Cochrane Depression, Anxiety and Neurosis, CCDANCTR) hasta el 12 de marzo de 2015. Este registro incluye ensayos controlados aleatorizados (ECA) relevantes de: la Biblioteca Cochrane (todos los años), EMBASE (desde 1974 hasta la fecha), MEDLINE (desde 1950 hasta la fecha), PsycINFO (desde 1967 hasta la fecha), el portal de ensayos de la Organización Mundial de la Salud (ICTRP) y ClinicalTrials.gov . También se revisaron las listas de referencias de metanálisis previos e informes de ECA. No se impusieron restricciones de idioma, ámbito, fecha ni estado de publicación.
Se incluyeron todos los ECA de reforzamiento con DCS de las terapias cognitivas y conductuales versus el reforzamiento con placebo de las terapias cognitivas y conductuales para la ansiedad y los trastornos relacionados.
Dos autores (RO y TA) evaluaron de forma independiente los ECA para la elegibilidad y la inclusión, extrajeron los datos de los desenlaces y del riesgo de sesgo y los introdujeron en un formulario de extracción adaptado. Se estableció contacto con los investigadores para obtener datos faltantes. Además, dos autores de la revisión (KSW y HB) introdujeron y analizaron los datos.
En la revisión se incluyeron 21 ECA publicados, con 788 participantes de ámbitos ambulatorios. Dieciséis estudios tuvieron un rango de edad de 18 a 75 años, mientras cuatro investigaron poblaciones pediátricas con edades entre ocho a 17 años y uno incluyó niños, adolescentes y adultos. Los 21 ECA investigaron sobre el TOC (número de ECA [n] = 6), el TEPT (n = 5), el TAS (n = 5), la FE (n = 3) y el TP (n = 2). La mayoría de la información de los estudios se consideró con riesgo de sesgo bajo o incierto.
No hubo evidencia de una diferencia entre el reforzamiento con DCS de las terapias cognitivas y conductuales y el reforzamiento con placebo de las terapias cognitivas y conductuales en el tratamiento de la ansiedad y los trastornos relacionados en adultos al final del tratamiento (personas que respondieron al tratamiento, N = 9, razón de riesgos [RR] 1,10; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,89 a 1,34; número de participantes [n] = 449; evidencia de calidad baja) y entre uno y 12 meses de seguimiento (N = 7, RR 1,08; IC del 95%: 0,90 a 1,31; n = 383). El reforzamiento de las terapias cognitivas y conductuales con DCS no fue superior al reforzamiento de las terapias cognitivas y conductuales con placebo en niños y adolescentes, tanto al final del tratamiento (N = 4, RR 1,01; IC del 95%: 0,78 a 1,31; n = 121; evidencia de calidad baja) como entre los tres y 12 meses de seguimiento (N = 3, RR 0,86; IC del 95%: 0,67 a 1,09; n = 91).
No hubo evidencia de una diferencia en la aceptabilidad del tratamiento en el reforzamiento de las terapias cognitivas y conductuales con DCS en comparación con el reforzamiento de las terapias cognitivas y conductuales con placebo en adultos (N = 16, RR 0,88; IC del 95%: 0,61 a 1,25; n = 740), ni en niños y adolescentes (N = 4, RR 0,90; IC del 95%: 0,17 a 4,69; n = 131). Estas conclusiones se basaron en evidencia de calidad moderada en adultos, y evidencia de calidad muy baja en niños y adolescentes. Aunque la diferencia observada fue pequeña, se debe señalar que hubo una eficacia alta de las terapias basadas en la exposición por sí solas en los ensayos incluidos. Debido al número limitado de estudios no fue posible realizar un análisis de subgrupos de los factores moderadores del efecto clínico y metodológico.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.