El codo desempeña una función importante en los movimientos del brazo, como alcanzar o levantar algún objeto. Un hueso roto, que comúnmente se denomina fractura, en el codo puede ser resultado de una simple caída sobre el brazo en extensión. La fractura puede ocurrir en una o más partes de los tres huesos que forman la articulación del codo. Estas partes son las secciones superiores de los dos huesos del antebrazo (el radio y el cúbito) y la sección inferior del hueso superior del brazo (el húmero). Un problema bien documentado después de una lesión del codo es la rigidez del codo y la pérdida del movimiento normal. Después del tratamiento inicial, que puede incluir cirugía para las fracturas más graves, el tratamiento puede incluir movimientos suaves inmediatos del codo, mediante un cabestrillo sólo para el apoyo, o puede incluir un período de tiempo en reposo con un cabestrillo o un yeso. Se desconoce qué abordaje da lugar a una mejoría en el movimiento y la función del codo después de que se ha consolidado la fractura.
Se realizaron búsquedas de ensayos controlados aleatorios que compararan el movimiento temprano con el movimiento retardado del codo después de la fractura del codo. Se incluyó un ensayo que informó resultados en momentos que variaron de dos a 47 meses para 81 personas que habían tenido una fractura del codo que incluía la cabeza del radio. Las pruebas de este ensayo son de muy baja calidad. El ensayo no encontró ninguna diferencia importante entre la movilización temprana y retardada en los números de participantes con dolor o limitaciones en la amplitud de movimiento del codo. Se informó que todos los participantes podían utilizar los brazos para todas las actividades cotidianas y ninguno había cambiado su ocupación ni su modo de vida. No se mencionaron complicaciones de las fracturas.
Se concluyó que hubo una falta de pruebas fiables para responder a la pregunta de si la movilización temprana mejora la función sin aumentar las complicaciones en adultos con fracturas del codo.
Faltan pruebas sólidas para informar sobre el momento adecuado para la movilización, y específicamente el uso de la movilización temprana, después del tratamiento quirúrgico o no quirúrgico para los adultos con fractura del codo.
Se necesitan ensayos controlados aleatorios de alta calidad, con el poder estadístico adecuado y bien informados, que comparen la movilización temprana versus retardada en los pacientes con fracturas de codo frecuentes, tratadas con o sin cirugía. Los ensayos deben usar escalas validadas de la función del miembro superior, y la evaluación debe ser tanto a corto plazo (para controlar la recuperación y las complicaciones tempranas) como a largo plazo (al menos un año).
Una caída con el brazo en extensión puede dar lugar a una fractura del codo. La pérdida de la función del codo es un problema común con estas fracturas y puede tener implicaciones importantes en las capacidades funcionales. Se desconoce si la movilización temprana puede mejorar el resultado funcional sin aumentar las complicaciones.
Comparar los efectos (daños y beneficios) de la movilización temprana versus movilización retardada del codo después de las fracturas del codo en adultos.
Se hicieron búsquedas en el Registro Especializado del Grupo Cochrane de Lesiones Óseas, Articulares y Musculares (Cochrane Bone, Joint and Muscle Trauma Group) (agosto 2010), Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (The Cochrane Library 2010, número 2), MEDLINE (1950 hasta agosto 2010), EMBASE (1980 hasta agosto 2010), CINAHL (1982 hasta junio 2010), PEDro (31 mayo 2010) y en registros de ensayos en curso (abril 2010).
Se incluyeron ensayos controlados aleatorios y cuasialeatorios que evaluaban la movilización temprana de la articulación del codo después de la fractura del codo en adultos.
Dos autores seleccionaron los ensayos de forma independiente, evaluaron el riesgo de sesgo y extrajeron los datos. No hubo agrupamiento de los datos.
Se incluyó un ensayo que informó el resultado en periodos de seguimiento que variaron entre dos y 47 meses para 81 participantes con fracturas de la cabeza radial tipo Mason 1 y 2. Este ensayo informado de forma deficiente tuvo un riesgo particular alto de sesgo de detección y de informe. El ensayo no encontró diferencias significativas entre la movilización temprana y retardada en los números de participantes con dolor o limitaciones en su amplitud de movimiento del codo. Se informó que todos los participantes podían utilizar los brazos para todas las actividades cotidianas y ninguno había cambiado su ocupación ni su modo de vida. No se mencionaron complicaciones de las fracturas.