Inmunoglobulina anti-hepatitis B (HBIG) durante el embarazo para la prevención de la transmisión maternoinfantil del virus de la hepatitis B (HBV)

Pregunta de la revisión
Se procuró examinar las pruebas sobre los efectos beneficiosos y perjudiciales de la inyección de HBIG en pacientes embarazadas durante los últimos tres meses del embarazo versus ningún tratamiento para la prevención de la transmisión maternoinfantil de la infección por HBV.

Antecedentes
La hepatitis es un virus que infecta el hígado. Cuando una infección continúa durante mucho tiempo, se la considera "crónica". Puede causar daño al hígado y puede causar insuficiencia hepática y cáncer.

La hepatitis B principalmente se transmite entre las personas a través del contacto con sangre infectada aunque con frecuencia es transmitida de la madre al recién nacido en el útero. La hepatitis B es generalizada en África y Asia, y cuando se adquiere durante el embarazo, la infección plantea un riesgo grave para el bebé que aún no ha nacido. Por lo general, no hay ningún síntoma en las primeras etapas de la infección. Sin embargo, hasta un 85% de los neonatos infectados por sus madres al nacer contraen infección crónica por HBV.

La HBIG es una sustancia producida a partir de la sangre humana que se usa para prevenir que el niño contraiga la infección por HBV de la madre. Cuando la HBIG se administra a las pacientes embarazadas que tienen HBV, los niveles altos de anticuerpos (proteínas producidas por el sistema inmunológico) contra el virus se transfieren fácilmente a través de la placenta al niño para protegerlo contra la infección por HBV. Este procedimiento funciona mejor durante el último trimestre del embarazo.

Fecha de la búsqueda

Se hicieron búsquedas de pruebas el 22 diciembre 2016.

Fuentes de financiación de los estudios

Cuatro ensayos clínicos fueron patrocinados por una compañía farmacéutica, o un grupo con interés económico (u otro) en los resultados del estudio.

Características de los estudios

Después buscar ensayos relevantes en la bibliografía médica, se identificaron 36 ensayos clínicos con 6044 embarazadas que presentaban signos de infección por HBV. Todos los ensayos se originaron en China. Todos los ensayos y los resultados de los ensayos estuvieron en alto riesgo de sesgo, lo cual da lugar a que la sobrestimación de los beneficios y la subestimación de los efectos perjudiciales sean más probables.

Resultados clave

Los estudios evaluaron sólo el estado del antígeno de superficie de la hepatitis B (HBsAg) (proteínas en la superficie del HBV que causan que el sistema inmunológico del cuerpo fabrique anticuerpos cuando está expuesto al HBV), el ADN del virus de la hepatitis B (HBV-ADN) (material del HBV que se autodivide y lleva su información genética) y el antígeno de envoltura de la hepatitis B (HBeAg) (proteínas sanguíneas que muestran que el virus aún está activo en el hígado) en los recién nacidos. No hubo información acerca de los efectos de la HBIG sobre la muerte por todas las causas (recién nacido o madre), los anticuerpos contra el antígeno del núcleo de la hepatitis B (proteínas fabricadas por el sistema inmunológico que se unen al HBV y causan su destrucción), el costo-eficacia de la HBIG ni los efectos secundarios.

La HBIG prenatal (antes del nacimiento) podría tener un efecto sobre la prevención de la transmisión maternoinfantil del HBV debido a que más recién nacidos tratados no presentaron HBsAg ni HBV-ADN en comparación con los recién nacidos no tratados; sin embargo, ambos resultados podrían haber sido afectados por la forma en que se realizaron los ensayos, y estuvieron en alto riesgo de sesgo. Los autores no pudieron establecer ninguna conclusión acerca de los efectos secundarios de la HBIG para las pacientes embarazadas con infección por HBV. Se necesitan ensayos clínicos bien diseñados en riesgo bajo de sesgo para establecer los efectos beneficiosos y perjudiciales de la HBIG en comparación con ningún tratamiento en las pacientes embarazadas con HBV.

Calidad de las pruebas

Debido a las pruebas de calidad muy baja a baja de esta revisión, se desconoce si la administración de HBIG prenatal tiene un efecto sobre la proporción de recién nacidos con HBsAg y HBV-ADN en comparación con ningún tratamiento. No fue posible establecer ninguna conclusión acerca de la muerte de los recién nacidos ni las madres porque no se encontraron datos.

Conclusiones de los autores: 

Debido a las pruebas de calidad muy baja a baja encontradas en esta revisión, no existe seguridad en cuanto al efecto beneficioso de la administración de HBIG prenatal a las madres con infección por HBV en los resultados de los recién nacidos, como el HBsAg, el HBV-ADN y el HBeAg en comparación con ninguna intervención. Los resultados de los efectos de la HBIG sobre el HBsAg y el HBeAg son resultados substitutivos (lo cual plantea el riesgo de dificultad para generalizar las pruebas), y se debe ser crítico al interpretar los resultados. No se encontraron datos sobre la mortalidad de los recién nacidos ni la mortalidad materna, ni sobre otros eventos adversos graves. Se necesitan ensayos clínicos aleatorios bien diseñados para determinar los efectos beneficiosos y perjudiciales de la HBIG versus placebo en la prevención de la TMI del HBV.

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Antecedentes: 

La hepatitis es una infección viral del hígado. Se transmite principalmente entre las personas a través del contacto con sangre infectada, con frecuencia de la madre al bebé en el útero. La hepatitis B entraña un riesgo significativo para el feto y hasta un 85% de los neonatos infectados por las madres al nacer desarrollan infección crónica por virus de la hepatitis B (HBV, por sus siglas en inglés). La inmunoglobulina anti-hepatitis B (HBIG, pos sus siglas en inglés) es una solución purificada de la inmunoglobulina humana que podría administrarse a la madre, al recién nacido, o a ambos. La HBIG ofrece protección contra la infección por HBV cuando se la administra a las pacientes embarazadas que presentan pruebas positivas para el antígeno de envoltura de la hepatitis B (HBeAg) o el antígeno de superficie de la hepatitis B (HBsAg), o ambos. Cuando la HBIG se administra a las pacientes embarazadas, los anticuerpos se difunden de forma pasiva a través de la placenta al niño. Esta difusión materno-fetal es máxima durante el tercer trimestre del embarazo. Hasta un 1% a un 9% de los neonatos nacidos de madres portadoras de HBV todavía presentan infección por HBV a pesar de que el recién nacido recibe HBIG más la vacuna contra el HBV activo en el período neonatal inmediato. Este hecho indica que la intervención adicional como la administración de HBIG a la madre durante el período prenatal podría ser beneficiosa para reducir la tasa de transmisión en el útero.

Objetivos: 

Determinar los efectos beneficiosos y perjudiciales de la administración de inmunoglobulina anti-hepatitis B (HBIG) a las pacientes embarazadas durante el tercer trimestre del embarazo para la prevención de la transmisión maternoinfantil de la infección por virus de la hepatitis B.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos Controlados del Grupo Cochrane Hepatobiliar (Cochrane Hepato-Biliary Group Controlled Trials Register), CENTRAL, MEDLINE Ovid, Embase Ovid, Science Citation Index Expanded (Web of Science), SCOPUS, African Journals OnLine y en INDEX MEDICUS hasta junio 2016. Se hicieron búsquedas en ClinicalTrials.gov y en el portal de la WHO International Clinical Trials Registry Platform (ICTRP) en diciembre 2016.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ensayos clínicos aleatorios que comparaban HBIG versus placebo o ninguna intervención en pacientes embarazadas con HBV.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores extrajeron los datos de forma independiente. Los datos dicotómicos se analizaron mediante el cociente de riesgos (CR) y los datos continuos con el uso de la diferencia de medias (DM), con intervalos de confianza (IC) del 95%. Para los metanálisis, se utilizó un modelo de efectos fijos y un modelo de efectos aleatorios, junto con una evaluación de la heterogeneidad. Cuando había discrepancias estadísticamente significativas en los resultados, se informó la estimación puntual más conservadora. Si las dos estimaciones eran iguales, se utilizó el cálculo con el IC más amplio como el resultado principal. Se evaluó el control del sesgo empleando los dominios del riesgo de sesgo sugeridos por el Grupo Cochrane Hepatobiliar y el riesgo de errores aleatorios mediante el Análisis Secuencial de Ensayos (ASE). La calidad de las pruebas se evaluó mediante GRADE.

Resultados principales: 

Los 36 ensayos incluidos se originaron en China y estuvieron en riesgo general alto de sesgo. Los ensayos incluían a 6044 embarazadas con pruebas positivas para la HBsAg, la HBeAg, o el ADN del virus de la hepatitis B (HBV-ADN). Sólo siete ensayos informaron la inclusión de madres con pruebas positivas para la HBeAg. Los 36 ensayos compararon HBIG versus ninguna intervención. Ninguno de los ensayos utilizó placebo.

La mayoría de los ensayos evaluaron la HBIG 100 UI (dos ensayos) y la HBIG 200 UI (31 ensayos). El momento adecuado de la administración de la HBIG fue variable; 30 ensayos administraron tres dosis de HBIG 200 UI a las 28; 32 y 36 semanas de embarazo. Ninguno de los ensayos informó la mortalidad por todas las causas ni otros eventos adversos graves en las madres ni en los recién nacidos. Los signos serológicos de la infección por hepatitis B de los recién nacidos se informaron como resultados positivos para el HBsAg, el HBeAg y el HBV-ADN al final del seguimiento. Veintinueve ensayos informaron el estado del HBsAg en los recién nacidos (mediana 1,2 meses de seguimiento después del nacimiento; intervalo 0 a 12 meses); siete ensayos informaron el estado del HBeAg (mediana 1,1 meses de seguimiento después del nacimiento; intervalo 0 a 12 meses); y 16 ensayos informaron el estado del HBV-ADN (mediana 1,2 meses de seguimiento; intervalo 0 a 12 meses). La HBIG redujo la transmisión maternoinfantil (TMI) del HBsAg en comparación con ninguna intervención (179/2769 [6%] con HBIG versus 537/2541 [21%] con ninguna intervención; CR 0,30; IC ajustado para el ASE 0,20 a 0,52; I2 = 36%; 29 ensayos; 5310 participantes; pruebas de muy baja calidad). El HBV-ADN redujo la TMI del HBsAg (104/1112 [9%] con HBV-ADN versus 382/1018 [38%] con ninguna intervención; CR 0,25; IC ajustado para el ASE 0,22 a 0,27; I2 = 84%; 16 ensayos; 2130 participantes; pruebas de baja calidad). El ASE apoyó ambos resultados. El metanálisis mostró que la HBIG materna no redujo el HBeAg en los recién nacidos en comparación con ninguna intervención (184/889 [21%] con HBIG versus 232/875 [27%] con ninguna intervención; CR 0,68; IC ajustado para el ASE 0,04 a 6,37; I2 = 90%; siete ensayos; 1764 participantes; pruebas de muy baja calidad). El ASE no pudo apoyar ni refutar esta observación debido a que los datos fueron demasiado dispersos. Ninguno de los ensayos informó los eventos adversos de las inmunoglobulinas en los recién nacidos, la presencia de eventos adversos locales y sistémicos en las madres ni el costo-eficacia del tratamiento.

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