Pregunta de la revisión
Se examinaron las pruebas acerca de los efectos de la anestesia general (AG) para los niños con cirugía ambulatoria. Los niños recibieron AG por inyección intravenosa (inyección de un fármaco como propofol o tiopental) o por inhalación de un gas como el sevoflurano o el halotano a través de una máscara. Se encontraron 16 estudios que compararon estos dos tipos de AG.
Antecedentes
Se procuró determinar si la anestesia intravenosa o por inhalación redujo el riesgo de resultados, como las náuseas y vómitos posoperatorios y los problemas conductuales en niños sometidos a una cirugía ambulatoria. Las NVPO son uno de los problemas más frecuentes para los niños que se someten a cirugía ambulatoria. Las NVPO constituyen un motivo muy frecuente del retraso en el alta hospitalaria y del ingreso no planificado al hospital de un niño. El dolor posoperatorio puede causar problemas conductuales en los niños. Estos problemas conductuales pueden presentarse como gemidos, inquietud y confusión, además de movimientos físicos como revolcarse en la cama. Los trastornos mentales como las alucinaciones, los delirios y la confusión también pueden ser evidentes cuando un niño despierta de la AG.
Fecha de la búsqueda
Las pruebas se actualizaron hasta el 1 de octubre de 2013.
Características de los estudios
Se incluyeron 16 estudios (900 participantes) en esta revisión. Todos los participantes fueron niños sanos (menores de 15 años de edad) a los que se les programó una cirugía ambulatoria. Los estudios compararon diferentes tipos de fármacos anestésicos intravenosos y por inhalación.
Resultados clave
Los autores encontraron que cuando se comparó la anestesia por inhalación con sevoflurano, la anestesia intravenosa con propofol puede reducir el riesgo de NVPO y el riesgo de problemas de conducta, sin diferencia en el tiempo transcurrido hasta la recuperación de la anestesia y el alta hospitalaria en niños con cirugía ambulatoria. El efecto en las complicaciones fue impreciso. Los estudios que compararon otros agentes anestésicos incluyeron diferentes tipos de procedimientos quirúrgicos, diferentes duraciones del procedimiento y fármacos, lo que dificultó sumar los resultados.
Calidad de la evidencia
La mayoría de los ensayos incluidos en esta revisión fueron de calidad deficiente y tenían alto riesgo de sesgo. Hubo gran variedad en los estudios incluidos de combinaciones de fármacos, la duración de la anestesia y los tipos de procedimientos quirúrgicos, lo que hizo que los resultados fueran inciertos. Se necesitan más ensayos para comparar los tipos de anestesia que se usan en la cirugía ambulatoria pediátrica.
Hay pruebas insuficientes para determinar si la anestesia intravenosa con propofol para la inducción y el mantenimiento de la anestesia en los pacientes ambulatorios pediátricos sometidos a cirugía reduce el riesgo de náuseas y vómitos posoperatorios, además del riesgo de trastornos conductuales en comparación con la anestesia por inhalación. Estas pruebas son de baja calidad. Se requieren más estudios de alta calidad para comparar los diferentes tipos de anestesia en diferentes subconjuntos de niños que se someten a la cirugía ambulatoria.
La anestesia ambulatoria o de pacientes ambulatorios se realiza en los pacientes que son dados de alta en el mismo día de la cirugía. Las complicaciones perioperatorias, como las náuseas y los vómitos posoperatorios (NVPO), los trastornos conductuales posoperatorios y las complicaciones cardiorrespiratorias deben reducirse al mínimo en la anestesia ambulatoria. La elección de los anestésicos y las técnicas puede influir en la aparición de estas complicaciones, y por lo tanto, retrasar el alta.
El objetivo de esta revisión fue evaluar el riesgo de complicaciones (riesgo de náuseas y vómitos posoperatorios [NVPO], el ingreso o el reingreso al hospital, los trastornos conductuales posoperatorios y las complicaciones respiratorias y cardiovasculares perioperatorias) y los tiempos de recuperación (tiempo hasta el alta de la sala de recuperación y tiempo hasta el alta hospitalaria) al comparar la administración de anestesia intravenosa o por inhalación para la cirugía ambulatoria pediátrica.
Se hicieron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) en The Cochrane Library (2013, número 8); MEDLINE (1948 hasta 1 octubre 2013); EMBASE (1974 hasta 1 octubre 2013); Literatura Latino-Americana e do Caribe em Ciências da Saúde (LILACS) (1982 hasta 1 octubre 2013). También se realizaron búsquedas manuales en revistas relevantes y búsquedas en las listas de referencias de los artículos identificados.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorios que compararon el uso de anestesia intravenosa versus por inhalación en la cirugía de pacientes ambulatorios pediátricos.
Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente la calidad de los ensayos y extrajeron los datos. Cuando fue necesario, se solicitó información adicional y aclaraciones de datos publicados de los autores de los ensayos individuales.
Se incluyeron 16 ensayos que implicaron a 900 niños en esta revisión. La mitad de los estudios no describieron la generación de la secuencia aleatoria, y la mayoría no describió de manera adecuada la ocultación de la secuencia de asignación. Los estudios incluidos revelaron la variabilidad en los tipos y las combinaciones de los fármacos y la duración de la anestesia, lo que limitó el metanálisis y la interpretación de los resultados.
Para la inducción y el mantenimiento de la anestesia hubo una diferencia significativa que favoreció a la anestesia intravenosa con propofol; la incidencia de NVPO fue de 32,6% para el sevoflurano y de 16,1% para el propofol (odds ratio [OR] 2,96; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,35 a 6,49; cuatro estudios, 176 niños, pruebas de baja calidad). El riesgo de trastornos conductuales posoperatorios también favoreció a la anestesia intravenosa, y la incidencia fue de 24,7% para el sevoflurano y 11,5% para el propofol (OR 2,67; IC del 95%: 1,14 a 6,23; cuatro estudios, 176 niños, pruebas de muy baja calidad). No hubo diferencias entre los grupos en el riesgo de complicaciones respiratorias y cardiovasculares intraoperatorias y posoperatorias (OR 0,75; IC del 95%: 0,27 a 2,13; tres estudios, 130 niños, pruebas de muy baja calidad), y no hubo diferencias en el tiempo transcurrido hasta la recuperación de la anestesia y el alta hospitalaria. Estos resultados deben interpretarse con cuidado debido a la heterogeneidad entre los estudios en cuanto al tipo y la duración de las cirugías, los tipos de complicaciones informadas y el alto riesgo de sesgo en casi todos los estudios. Dos estudios (105 participantes) compararon el halotano con el propofol y revelaron la heterogeneidad en la duración de la anestesia y en el tipo de procedimiento ambulatorio. Para el riesgo de NVPO, los resultados de los estudios fueron conflictivos, y para los riesgos de complicaciones intraoperatorias y posoperatorias no hubo diferencias significativas entre los grupos.
Para el mantenimiento de la anestesia hubo una diferencia significativa que favoreció a la anestesia con propofol, con o sin óxido nitroso (N2O), cuando se la comparó con el tiopental y el halotano + N2O (OR 3,23; IC del 95%: 1,49 a 7,02; cuatro estudios, 176 niños, pruebas de baja calidad; y OR 7,44; IC del 95%: 2,60 a 21,26; dos estudios, 87 niños, pruebas de baja calidad), respectivamente. Para el tiempo hasta el alta de la sala de recuperación, no hubo diferencias significativas entre los grupos. Los estudios se realizaron con diferentes cirugías ambulatorias y con un alto riesgo de sesgo.
Cuatro estudios (250 participantes) compararon la inducción de la anestesia por vía intravenosa o por inhalación con la anestesia por inhalación para el mantenimiento, y no encontraron diferencias significativas entre los grupos en ninguno de los resultados (riesgo de NVPO, trastornos conductuales, complicaciones respiratorias y cardiovasculares y el tiempo hasta el alta de la sala de recuperación). El metanálisis no se realizó en esta comparación debido a la significativa heterogeneidad clínica.
No se informó el reingreso al hospital en ninguno de los estudios incluidos. No se informaron otros efectos adversos.