Antecedentes
La neurocisticercosis es un infección frecuente del cerebro. La causan las larvas de la tenia (o lombriz solitaria) que migran al cerebro y forman un saco cerrado a su alrededor (llamado quiste). Las crisis convulsivas son el síntoma más frecuente, aunque algunas personas pueden presentar dolor de cabeza, vómitos u otros síntomas de inflamación cerebral.
Esta revisión investiga la utilidad de los medicamentos antiepilépticos para prevenir las convulsiones en personas que no las presentaban al inicio, pero que tenían estos otros síntomas. También se examinó la utilidad de los antiepilépticos en personas con epilepsia debido a neurocisticercosis en cuanto a la elección del medicamento, la dosis, la duración del tratamiento, los efectos secundarios y la calidad de vida.
Características de los estudios
Se incluyeron cuatro ensayos con 466 participantes que se centraron en la comparación de los antiepilépticos de "corta duración" y "larga duración" en personas con un único quiste cerebral. Los ensayos consideraron de seis a 12 meses como tratamiento de corta duración y de 12 a 24 meses como tratamiento de larga duración.
Resultados clave
Hubo resultados no concluyentes del beneficio de una duración de los antiepilépticos sobre otra (seis, 12 o 24 meses) en personas con un único quiste. En personas con quistes calcificados, podría ser preferible una duración mayor del tratamiento.
Los cuatro ensayos incluidos reclutaron a personas con una única lesión cerebral. Los resultados de la presente revisión no se pueden generalizar a personas con varios quistes o con quistes en partes poco habituales del cerebro.
La evidencia está actualizada hasta enero de 2021.
A pesar de que la neurocisticercosis es la causa más frecuente de epilepsia en todo el mundo, actualmente no hay evidencia disponible con respecto al uso de los FAE como profilaxis de las crisis convulsivas en las personas que se presentan con otros síntomas diferentes de las crisis convulsivas. En los que se presentan con crisis convulsivas, no existe evidencia fiable con respecto a la duración requerida del tratamiento. Por lo tanto, se necesitan ensayos controlados aleatorizados a gran escala para analizar estas cuestiones.
La neurocisticercosis es la infección parasitaria más común del cerebro. La epilepsia es el cuadro clínico más frecuente, aunque las personas también pueden presentar cefalea, síntomas de aumento de la presión intracraneal, hidrocefalia y síntomas oculares, según la localización de los quistes parasitarios. Los fármacos antihelmínticos, los antiepilépticos (FAE) y los fármacos antiedema como los corticosteroides son la base del tratamiento.
Esta es una versión actualizada de la revisión Cochrane publicada anteriormente en 2019.
Evaluar los efectos (beneficiosos y perjudiciales) de los FAE para la prevención primaria y secundaria de las crisis convulsivas en las personas con neurocisticercosis.
Para la prevención primaria se examinó si los FAE reducen la probabilidad de crisis convulsivas en las personas con neurocisticercosis, pero que no las han presentado.
Para la prevención secundaria se examinó si los FAE reducen la probabilidad de crisis convulsivas adicionales en pacientes que presentan neurocisticercosis y al menos han tenido una crisis convulsiva debido a esta enfermedad.
Como parte de los estudios de prevención primaria, también se intentó examinar qué FAE fue beneficioso en las personas con neurocisticercosis en cuanto a la duración, la dosis y el perfil de efectos secundarios.
Para la actualización de 2021 de esta revisión se hicieron búsquedas en el Registro Cochrane de estudios (CRS Web), en MEDLINE y en LILACS hasta enero de 2021. La CRS Web incluye ensayos controlados aleatorizados o cuasialeatorizados de CENTRAL, de Registros especializados de Grupos Cochrane de Revisión (incluido el de Epilepsia), PubMed, Embase, ClinicalTrials.gov y la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud. También se verificaron las listas de referencias de los estudios identificados, y se estableció contacto con expertos y compañeros de esta área para buscar estudios adicionales y en curso.
Ensayos controlados aleatorizados y cuasialeatorizados.
Fueron elegibles para inclusión los estudios con cegamiento simple o doble o sin cegamiento.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar previstos por Cochrane. Dos autores de la revisión, de forma independiente, seleccionaron los ensayos para inclusión y extrajeron los datos relevantes. Los desenlaces principales de interés fueron: la proporción de individuos que experimentaron crisis y el tiempo hasta la primera crisis después de la asignación al azar. Los desenlaces secundarios incluyeron: ausencia de crisis epilépticas, número de retiros, efectos secundarios, número de personas sin crisis convulsivas con duraciones cortas o largas del tratamiento, calidad de vida, costes del tratamiento, hospitalizaciones y mortalidad.
El análisis por intención de tratar (intention to treat analysis) se utilizó para el análisis primario. Se calculó el odds ratio (OR) para los datos dicotómicos (proporción de individuos que presentaron crisis convulsivas, que estuvieron sin crisis convulsivas durante un periodo de tiempo específico [12 o 24 meses], que abandonaron el tratamiento, que presentaron efectos secundarios o complicaciones relacionadas con los fármacos, que no presentaron crisis convulsivas con cada política de tratamiento, que murieron), y se planificó utilizar la diferencia de medias (DM) para los datos continuos, si se identificó algún dato continuo (calidad de vida, coste del tratamiento). Se pretendió evaluar el tiempo transcurrido hasta la primera crisis convulsiva mediante el cálculo de los cocientes de riesgos instantáneos (CRI). La precisión se evaluó con el uso de los intervalos de confianza (IC) del 95%. El análisis se estratificó por comparación de tratamiento. También se tuvo en cuenta la duración del uso de los fármacos, las comedicaciones y la duración del seguimiento.
No se encontraron ensayos que investigaran la función de los FAE para prevenir las crisis convulsivas en personas con neurocisticercosis que presentan otros síntomas diferentes de las crisis convulsivas.
No se encontraron ensayos que compararan directamente FAE individuales para la prevención primaria en personas con neurocisticercosis.
Se incluyeron cuatro ensayos que evaluaron la eficacia del tratamiento con FAE a corto plazo versus a más largo plazo en personas con neurocisticercosis solitaria (identificada mediante tomografía computarizada [TC]) que presentaban crisis convulsivas. En total, se reclutaron 466 personas. Estos estudios compararon duraciones del tratamiento con FAE de seis, 12 y 24 meses.
El riesgo de recurrencia de las crisis convulsivas con el tratamiento de seis meses en comparación con el tratamiento de 12 a 24 meses no fue concluyente (odds ratio [OR] 1,34; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,73 a 2,47; tres estudios, 360 participantes, evidencia de certeza baja). El riesgo de recurrencia de las crisis convulsivas con el tratamiento de seis a 12 meses en comparación con el tratamiento de 24 meses no fue concluyente (OR 1,36; IC del 95%: 0,72 a 2,57; tres estudios, 385 participantes, evidencia de certeza muy baja).
Dos estudios compararon la recurrencia de las crisis convulsivas con los hallazgos en la TC e indicaron que las lesiones persistentes y calcificadas tuvieron un riesgo mayor de recurrencia y sugieren una mayor duración del tratamiento con FAE. Un estudio no informó efectos secundarios, mientras que el resto no hizo observaciones sobre los efectos secundarios de los fármacos.
Ninguno de los estudios analizó la calidad de vida de los participantes. Estos estudios tuvieron deficiencias metodológicas, como tamaños muestrales pequeños y la posibilidad de sesgo debido a la falta de cegamiento, que afectan los resultados de la revisión.
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