La función renal residual desempeña un papel clave en la salud y la calidad de vida de los pacientes con diálisis peritoneal (DP). La mejor preservación de la función renal residual se asocia con reducción de la mortalidad, incluso con un filtración glomerular (FG) residual de 1 ml/min, que se asocia con una disminución de la tasa de mortalidad cercana al 50%. Dos clases de fármacos antihipertensivos, los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los antagonistas de los receptores de angiotensina-II (ARA) se prescriben con frecuencia a los pacientes con DP (principalmente para controlar la hipertensión o la insuficiencia cardíaca) y podrían proporcionar efectos cardiovasculares beneficiosos significativos en los pacientes con IRT. Aunque se recomienda la administración de IECA y ARA en los pacientes con DP, actualmente la evidencia que la apoya sigue siendo incierta. Sin embargo, los estudios se han centrado en la protección del corazón en lugar de la función renal residual. El objetivo de esta revisión fue evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales del tratamiento con IECA y ARA para preservar la función renal residual en pacientes con DP. Se incluyeron seis estudios (257 pacientes) (tres estudios de ARA, un estudio de IECA y estudios de IECA versus ARA). La administración a largo plazo (12 meses o más) de un ARA mostró efectos beneficiosos significativos en la preservación de la función renal residual en los pacientes con DP ambulatoria continua (DPAC) en comparación con otros fármacos antihipertensivos, aunque no se observaron efectos beneficiosos significativos cuando se administró un ARA durante menos de seis meses. Un estudio indicó que, comparado con otros fármacos antihipertensivos, la administración a largo plazo del IECA ramipril mostró una reducción significativa del deterioro de la función renal residual en los pacientes con DPAC, así como en la tasa de anuria. Aunque los mareos y la tos son los principales eventos adversos cuando se administra un IECA, solamente un estudio que comparó un ARA con un IECA informó este desenlace y no se encontraron diferencias significativas entre los dos grupos. Aunque la administración de un ARA o un IECA puede ser útil para preservar la función renal residual, el escaso número de estudios y de pacientes reclutados hace que actualmente no haya evidencia suficiente para apoyar la administración de un IECA o un ARA como tratamiento antihipertensivo de primera línea en pacientes con DP.
En comparación con otros fármacos antihipertensivos, la administración a largo plazo (≥ 12 meses) de los IECA o los ARA mostró efectos beneficiosos adicionales en la preservación de la función renal residual en pacientes con DPAC. No hubo diferencias significativas en la preservación de la función renal residual entre los ARA y los IECA. Sin embargo, al estar limitadas por el escaso número de ECA que reclutaron un reducido número de participantes, actualmente no hay evidencia suficiente para apoyar la administración de un IECA o un ARA como tratamiento antihipertensivo de primera línea en los pacientes con DP.
Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los antagonistas de los receptores de angiotensina (ARA) se utilizan ampliamente en los pacientes con diálisis peritoneal (DP). No obstante, existe controversia acerca de su repercusión sobre la función renal residual.
Esta revisión intentó evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de los IECA y los ARA para preservar la función renal residual en pacientes con DP.
Se hicieron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Riñón (Cochrane Renal Group), Registro Cochrane de Ensayos Controlados (Cochrane Register of Controlled Trials, CENTRAL), MEDLINE, EMBASE (OvidSP interface), Chinese Biomedical Literature Database (CBM), China National Knowledge Infrastructure (CNKI) y en otros recursos mediante la aplicación de una estrategia de búsqueda exhaustiva predefinida. Fecha de la última búsqueda: 1 de mayo de 2014.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) y cuasialeatorizados que compararon IECA o ARA con placebo, otros fármacos antihipertensivos o entre sí en pacientes con DP.
Dos autores de la revisión realizaron la revisión, selección y extracción de los datos y evaluaron la calidad de cada artículo identificado mediante formularios estandarizados. Se contactó con los autores cuando los datos publicados estaban incompletos. Se realizaron análisis estadísticos con el modelo de efectos aleatorios y los resultados se expresaron como riesgo relativo (RR) con intervalos de confianza (IC) del 95%. La heterogeneidad entre los estudios se investigó mediante la estadística Q de Cochrane y la prueba I², los análisis de subgrupos y la metarregresión de efectos aleatorios.
Se identificaron seis estudios abiertos (257 pacientes). Un estudio comparó IECA con otros fármacos antihipertensivos, tres compararon los ARA con otros fármacos antihipertensivos y dos estudios compararon un ARA con un IECA. La administración a largo plazo (≥ 12 meses) de un ARA mostró efectos significativamente beneficiosos en la preservación de la función renal residual en los pacientes con DP ambulatoria continua (DPAC) (DM 1,11 ml/min/1,73 m²; IC del 95%: 0,38 a 1,83), aunque no se observaron efectos beneficiosos significativos cuando el ARA se utilizó a corto plazo (≤ seis meses). Un estudio mostró que, comparado con otros fármacos antihipertensivos, la administración a largo plazo (12 meses) del IECA ramipril mostró una reducción significativa en la disminución de la función renal residual en los pacientes con DPAC (DM -0,93 ml/min/1,73 m²; IC del 95%: -0,75 a -0,11) y retrasó la progresión a anuria completa (RR 0,64; IC del 95%: 0,41 a 0,99). No se observaron diferencias significativas en el potasio sérico, la excreción proteica urinaria, Kt/V, la depuración semanal de creatinina y la presión arterial con los ARA versus otros fármacos antihipertensivos. Comparado con otros fármacos antihipertensivos, el ramipril no mostró diferencias en la mortalidad y los eventos cardiovasculares. Comparado con un IECA, los ARA no mostraron ninguna diferencia en la función renal residual.
La evaluación del sesgo de selección fue baja en cuatro estudios e incierta en dos. Cinco estudios tenían diseño abierto. Sin embargo, el desenlace principal (función renal residual) se obtuvo de forma objetiva a partir de las pruebas de laboratorio y no era probable que estuviera influido por la falta de cegamiento. El sesgo de informe fue incierto en los seis estudios.
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