La rinitis alérgica es un problema de salud frecuente que afecta a unos 500 millones de personas en todo el mundo; su prevalencia va en aumentando. Los síntomas de la rinitis alérgica incluyen estornudos, picazón, rinorrea y congestión nasal. Para tratar la rinitis alérgica se utilizan varios tipos de fármacos, pero estos fármacos pueden no ser efectivos y algunos tipos de fármacos tienen efectos secundarios después de su uso prolongado. Los fármacos también pueden ser relativamente caros. Los helmintos son microorganismos multicelulares complejos que habitan en organismos más grandes y en los seres humanos suelen ser asintomáticos. Los helmintos modulan (o sea, regulan de forma óptima) los sistemas inmunitarios de los huéspedes y se cree que esta propiedad de los helmintos se podría utilizar terapéuticamente para prevenir o tratar las enfermedades alérgicas, como la rinitis alérgica. Se incluyeron dos estudios bien diseñados con 130 participantes adultos, cada estudio utilizó como intervención una especie diferente de helminto gastrointestinal (uncinaria humana en un estudio y tricocéfalo del cerdo en el otro). Ninguno de los dos estudios encontró una eficacia significativa de los helmintos, aunque una especie de helmintos (Trichuris suis, el tricocéfalo del cerdo) redujo la necesidad de que los participantes de tomar comprimidos como "medicación de rescate" durante la estación del polen de las gramíneas. Los eventos adversos como el dolor abdominal y las flatulencias fueron más frecuentes en el grupo de helmintos, aunque ninguna especie de helmintos estudiada provocó reacciones adversas graves. Actualmente no hay evidencia suficiente a favor del uso de helmintos para la rinitis alérgica en la práctica clínica habitual. Se necesitan más estudios preclínicos antes de realizar ensayos clínicos más grandes y de duración prolongada de los helmintos para la rinitis alérgica.
Actualmente no hay evidencia suficiente sobre la eficacia, la tolerabilidad ni los costos probables del tratamiento con helmintos para apoyar su uso como tratamiento habitual de la rinitis alérgica. La administración de helmintos a los seres humanos en dosis medidas cuidadosamente parece ser segura. Se deben realizar más estudios preclínicos antes de realizar ensayos más grandes y de duración prolongada de los helmintos para la rinitis alérgica. Los estudios futuros deben obtener e informar datos comparativos sobre los costos del tratamiento con helmintos versus el tratamiento farmacológico convencional.
La rinitis alérgica es un trastorno de las membranas nasales y los tejidos circundantes, y constituye una causa de enfermedad y discapacidad a nivel mundial. Los helmintos son microorganismos complejos que habitan en los tejidos o en la luz de organismos más grandes y suelen ser asintomáticos. Los helmintos modulan las respuestas inmunitarias naturales de los huéspedes humanos y pueden prevenir o curar las enfermedades inmunológicas o alérgicas (p.ej. la rinitis alérgica) del huésped. Estudios no aleatorizados apoyan esta hipótesis.
Evaluar la seguridad y la efectividad del tratamiento con helmintos en pacientes con rinitis alérgica.
Se realizaron búsquedas en el Registro Especializado de Ensayos Controlados del Grupo Cochrane de Enfermedades de Oído, Nariz y Garganta (Cochrane Ear, Nose and Throat Disorders Group); Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL); PubMed; EMBASE; CINAHL; Web of Science; BIOSIS Previews; Cambridge Scientific Abstracts; ICTRP y otras fuentes adicionales de ensayos publicados y no publicados. La fecha de la búsqueda fue el 24 de junio de 2011.
Todos los ensayos controlados aleatorizados de intervenciones con helmintos de cualquier especie o una combinación de especies, administrados a pacientes con rinitis alérgica a cualquier dosis, por cualquier vía y con cualquier duración de la exposición. Se aceptaron pacientes con rinitis alérgica intermitente y persistente.
La extracción de los datos y la evaluación de la elegibilidad y del riesgo de sesgo se realizaron de forma independiente y se utilizó un formulario estandarizado de obtención de datos. Cualquier desacuerdo se resolvió mediante discusión. Los datos dicotómicos se combinaron mediante el cociente de riesgos (CR) y los datos continuos mediante la diferencia de medias (DM), ambos con intervalos de confianza (IC) del 95%.
Se encontraron cinco informes de dos estudios de centro único, doble ciego y controlados con placebo (130 participantes). Ambos estudios incluyeron una combinación de participantes adultos con rinitis alérgica intermitente o persistente. Ambos estudios tuvieron bajo riesgo de sesgo. Un estudio, con un seguimiento de 12 semanas, utilizó una aplicación percutánea única de diez larvas de Necator americanus (es decir, uncinaria humana). El otro estudio, con un seguimiento de 24 semanas, utilizó una dosis oral de 2500 huevos de Trichuris suis (es decir, tricocéfalo del cerdo) tres veces por semana en forma de suspensión acuosa. De 17 resultados evaluados en esta revisión, ocho fueron positivos (es decir, a favor de los helmintos). Los participantes que recibieron helmintos no presentaron reducciones en los síntomas de rinitis alérgica, en el porcentaje de días sin enfermedad (es decir, días con síntomas mínimos y sin uso de medicación para la rinitis alérgica), en las medidas de la función pulmonar ni las puntuaciones de calidad de vida. No se observaron cambios en el uso total de medicación para la rinitis alérgica (gotas oculares, sprays nasales, comprimidos); sin embargo, en el grupo de helmintos hubo una reducción estadísticamente significativa en el porcentaje de días durante la temporada de polen de gramíneas que los participantes necesitaron tomar comprimidos como medicamento de rescate para sus síntomas de rinitis alérgica (DM -14).0%, IC del 95%: -26,6 a -1,40); en una temporada típica de polen de 60 días, esta reducción del 14% se traduce en 19 días en que se necesitarían comprimidos en el grupo de helmintos frente a 27 días en que se necesitarían comprimidos en el grupo de placebo. Los participantes que recibieron helmintos por vía percutánea (es decir, larvas de uncinaria) presentaron prurito y enrojecimiento cutáneo local en los primeros días posteriores a la administración. Los participantes que ingirieron helmintos tuvieron mayores probabilidades de informar eventos adversos gastrointestinales (CR 1,79; IC del 95%: 1,31 a 2,45), dolor abdominal moderado o intenso (CR 7,67; IC del 95%: 1,87 a 31,57), flatulencias moderadas o graves (CR 2,01; IC del 95%: 1,06 a 3,81) y diarrea moderada o grave (CR 1,99; IC del 95%: 1,18 a 3,37). No hubo diferencias entre los grupos de helmintos y placebo en la incidencia de eventos adversos graves ni en los retiros del estudio.
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