La infección persistente por algunos tipos de virus del papiloma humano (VPH) puede causar neoplasia intraepitelial del conducto anal (NIA), una afección que puede volverse cancerosa. El VPH se transmite a través del contacto de piel a piel. Hay más de 100 tipos diferentes de virus del VPH. Al menos 30 de los mismos pueden ser de transmisión sexual. La transmisión del VPH ocurre fácilmente entre las parejas sexuales. A pesar de este hecho, en general la infección presenta una resolución espontánea.
En algunos casos, el VPH puede producir verrugas genitales o incluso algunas lesiones anogenitales premalignas o malignas. Lo último mencionado se refiere especialmente al caso en que algunos tipos del VPH (denominados VPH “de alto riesgo”, como los tipos 16, 18, 31 y 33 de VPH) persisten en la mucosa anogenital o en la piel durante períodos prolongados. La persistencia viral es muy común en una población con prueba positiva de VIH, en particular en la mucosa anal de los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. La incidencia de NIA está alcanzando proporciones epidémicas en este grupo de población. La NIA en general es asintomática. Las personas en riesgo necesitan recibir programas de cribado preventivos para identificar y tratar las lesiones precancerosas.
Hasta la fecha no hay ningún consenso sobre el tratamiento de la NIA. Las estrategias más utilizadas son los tratamientos ablativos. Las lesiones en el conducto anal son tratadas con cauterización, coagulación infrarroja, láser o crioterapia. Otras opciones disponibles incluyen escisión quirúrgica, tratamientos tópicos (imiquimod, ácido tricloroacético, 5-fluorouracilo), interferón y vacunas contra el VPH. Se identificaron muchos estudios que examinaron todas las intervenciones mencionadas anteriormente. Solo un ensayo aleatorizado y controlado con placebo con 53 pacientes se incluyó en esta revsión. El ensayo comparó la autoaplicación de crema de imiquimod en el conducto anal con placebo. El análisis de los resultados no pudo demostrar un efecto superior definitivo del imiquimod en comparación con placebo en cuanto a la curación. Pudo observarse efectividad en cuanto a la mejoría, y los estadios de alto riesgo de la NIA se redujeron a los estadios de bajo riesgo.
Se estableció la conclusión de que la información disponible sobre el tratamiento de la NIA no satisface los requisitos de la medicina basada en pruebas. Los ensayos futuros deben estar diseñados como ensayos aleatorios controlados, y deben incluir datos acerca de la carga del VPH y los tipos que afectan a los pacientes tratados, las tasas de recidiva, la progresión al cáncer de ano y la calidad de vida de los pacientes.
El ensayo incluido no logró demostrar una eficacia estadísticamente significativa del imiquimod en el tratamiento de la neoplasia intraepitelial anal (NIA). La ausencia de pruebas fiables sobre cualquiera de las intervenciones usadas en la NIA impide la posibilidad de establecer guías o recomendaciones definitivas para la práctica clínica. Los estudios de cohortes prospectivos y los estudios retrospectivos no se incluyeron en esta revisión debido a que se considera que aportan pruebas de calidad inferior. Se necesitan ECA bien diseñados.
La neoplasia intraepitelial del conducto anal (NIA) es una afección premaligna del epitelio transicional del conducto anal que se asocia con la infección por virus del papiloma humano (VPH). La incidencia y la prevalencia de NIA y cáncer de ano están aumentando rápidamente en hombres con prueba positiva de VIH que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH). Otros grupos como los HSH con prueba negativa de HIV, los pacientes con inmunosupresión y los pacientes afectados por otras enfermedades del VPH como verrugas genitales y neoplasia intraepitelial cervical (NIC) también pueden desarrollar NIA. La afección es complicada por su naturaleza multicéntrica y multifocal y las tasas altas de recaída y de morbilidad. Las escisiones específicas con tratamientos ablativos como cauterización, coagulación infrarroja (CIR) y crioterapia se han usado como estrategias terapéuticas de primera línea y hay muchas otras opciones. No existe consenso acerca del tratamiento óptimo de la NIA.
Evaluar los efectos de las intervenciones terapéuticas para la neoplasia intraepitelial del conducto anal (NIA).
Se han realizado búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (CENTRAL), MEDLINE y EMBASE (hasta octubre de 2011). También se realizaron búsquedas en los registros de ensayos clínicos, los resúmenes de reuniones científicas y las listas de referencias de los estudios incluidos, y se estableció contacto con expertos en el área y con fabricantes de cualquier tratamiento específico para la NIA y el VPH.
Ensayos controlados aleatorios (ECA) que evaluaran cualquier tipo de intervención para la NIA.
Dos revisores extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de forma independiente. Cuando fue posible, los datos se resumieron en un metanálisis.
Sólo se encontró un ECA, en el que participaron 53 pacientes, que cumplió los criterios de inclusión. Este ensayo informó datos sobre el imiquimod versus placebo. No hubo diferencias estadísticamente significativas en la probabilidad de curación de la enfermedad, aunque el imiquimod tendió a disminuir la NIA a un estadio de bajo riesgo. La ausencia de poder estadístico en el ensayo puede deberse al número pequeño de pacientes en cada grupo. El riesgo de sesgo se calificó como moderado.
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