El apoyo telefónico puede tener efectos beneficiosos para las mujeres con problemas particulares durante el embarazo y en las primeras seis semanas después del parto del recién nacido, pero no está claro qué intervenciones pueden ser útiles, cuáles son ineficaces y cuáles son perjudiciales.
La comunicación telefónica cada vez se acepta más como una forma útil de apoyo dentro de la asistencia sanitaria, y actualmente se utilizan muchas intervenciones telefónicas en la atención materna.
En esta revisión se incluyeron los resultados de 27 ensayos aleatorios con más de 12 000 mujeres. Todos los ensayos examinaron apoyo telefónico versus atención habitual (sin apoyo telefónico adicional). En dos ensayos las mujeres recibieron mensajes de texto automatizados. No se identificaron ensayos que compararan diferentes tipos de apoyo telefónico (por ejemplo, mensajes de texto versus llamadas directas). Excepto un ensayo, todos se realizaron en ámbitos de grandes recursos. La mayoría de los estudios examinó el apoyo proporcionado mediante las conversaciones telefónicas entre las pacientes y los profesionales sanitarios, aunque un escaso número de ensayos incluyó el apoyo telefónico de los compañeros. Muchos de los resultados descritos en la revisión se basan en los resultados de solo uno o dos estudios. En general, los resultados no fueron consistentes ni concluyentes. El apoyo telefónico puede aumentar la satisfacción general de las pacientes con la atención durante el embarazo y el período posnatal; sin embargo, los resultados para ambos períodos se obtuvieron solo de dos estudios. No hubo pruebas consistentes que confirmaran que el apoyo telefónico reduce la ansiedad durante el embarazo o después del parto del recién nacido. Las pruebas de dos ensayos mostraron que las pacientes que recibieron apoyo tuvieron menores puntuaciones promedio de depresión en el período posnatal, pero sin pruebas claras de que las pacientes que recibieron apoyo tuvieran menos probabilidades de tener un diagnóstico de depresión. Los resultados de los ensayos que estimulaban la lactancia materna a través del apoyo telefónico tampoco fueron consistentes, aunque hubo algunas pruebas de que el apoyo telefónico puede aumentar la duración de la lactancia materna. No hubo pruebas sólidas de que las pacientes que reciben apoyo telefónico tengan menos probabilidades de fumar al final del embarazo o durante el período posnatal.
En general, para los resultados infantiles como el parto prematuro y el peso al nacer las pruebas fueron escasas. Cuando hubo pruebas disponibles, no hubo diferencias claras entre los grupos.
Persiste la incertidumbre con respecto a los efectos beneficiosos del apoyo telefónico y, a pesar de algunos resultados alentadores, no hay pruebas suficientes para recomendar el apoyo telefónico habitual a las pacientes que tienen acceso a los servicios de maternidad.
A pesar de algunos resultados alentadores, no hay pruebas suficientes para recomendar el apoyo telefónico habitual a las pacientes que tienen acceso a los servicios de maternidad, ya que las pruebas de los ensayos incluidos no son sólidas ni consistentes. Aunque se encontraron efectos beneficiosos en cuanto a la reducción de las puntuaciones de depresión, la duración de la lactancia materna y el aumento en la satisfacción general, los ensayos actuales no aportan pruebas sólidas suficientes para justificar la inversión en recursos.
La comunicación telefónica cada vez se acepta más como una forma útil de apoyo durante la atención sanitaria. Hay algunas pruebas de que el apoyo telefónico puede tener efectos beneficiosos en áreas específicas de la atención materna, como el apoyo a la lactancia materna y a las pacientes con riesgo de depresión. Hay múltiples intervenciones telefónicas que se utilizan actualmente en la atención materna. Por lo tanto, es oportuno examinar qué intervenciones pueden tener efectos beneficiosos, cuáles no son eficaces y cuáles pueden tener efectos perjudiciales.
Evaluar los efectos del apoyo telefónico durante el embarazo y las primeras seis semanas después del parto, comparado con la atención habitual, sobre los resultados maternos e infantiles.
Se hicieron búsquedas en el Registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (23 de enero de 2013) y en las listas de referencias de todos los estudios recuperados.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorios que compararon el apoyo telefónico con la atención habitual o con otra intervención de apoyo dirigida a las embarazadas y a las pacientes durante las primeras seis semanas posparto.
Tres revisores evaluaron de forma independiente los estudios identificados mediante la estrategia de búsqueda, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo. Un revisor introdujo los datos y otro revisor los verificó. Cuando fue necesario, se estableció contacto con los autores de los ensayos para obtener más información sobre los métodos o los resultados.
Se incluyeron los datos de 27 ensayos aleatorios que involucraron a 12 256 mujeres. Todos los ensayos examinaron apoyo telefónico versus atención habitual (sin apoyo telefónico adicional). No se identificaron ensayos que compararan diferentes formas de apoyo telefónico (por ejemplo, mensajes de texto versus llamadas directas). Excepto un ensayo, todos se realizaron en ámbitos de grandes recursos. La mayoría de los estudios examinó el apoyo proporcionado mediante las conversaciones telefónicas entre las pacientes y los profesionales sanitarios, aunque un escaso número de ensayos incluyó el apoyo telefónico de los compañeros. En dos ensayos las mujeres recibieron mensajes de texto automatizados. Muchas de las intervenciones tenían como objetivo abordar problemas específicos de salud y obtener datos sobre resultados conductuales como el abandono del hábito de fumar y la reincidencia (siete ensayos) o la continuación de la lactancia materna (siete ensayos). Otros estudios examinaron intervenciones de apoyo dirigidas a pacientes con alto riesgo de depresión posnatal (dos ensayos) o parto prematuro (dos ensayos); el resto de las intervenciones se diseñó para ofrecer a las pacientes apoyo y asesoramiento más general.
Pocos estudios contribuyeron con datos para la mayoría de los resultados preespecificados y muchos de los resultados descritos en la revisión se basan en los hallazgos de solo uno o dos estudios. En general, los resultados no fueron consistentes ni concluyentes, aunque hubo algunas pruebas de que el apoyo telefónico puede ser una intervención prometedora. Los resultados indican que el apoyo telefónico puede aumentar la satisfacción general de las pacientes con la atención durante el embarazo y el período posnatal, aunque los resultados para ambos períodos se obtuvieron de solo dos estudios. No hubo pruebas consistentes que confirmaran que el apoyo telefónico reduce la ansiedad materna durante el embarazo o después del parto del recién nacido, aunque los resultados sobre la ansiedad no fueron fáciles de interpretar, ya que los datos se obtuvieron en diferentes puntos temporales y se utilizaron diversas herramientas de medición. Hubo pruebas de dos ensayos de que las pacientes con alto riesgo de depresión que recibieron apoyo tuvieron menores puntuaciones medias de depresión en el período posnatal, aunque no hubo pruebas claras de que las pacientes que recibieron apoyo tuvieran menores probabilidades de tener un diagnóstico de depresión. Los resultados de los ensayos que ofrecieron apoyo telefónico para la lactancia materna tampoco fueron consistentes, aunque las pruebas indican que el apoyo telefónico puede aumentar la duración de la lactancia materna. No hubo pruebas sólidas de que las pacientes que reciben apoyo telefónico tengan menos probabilidades de fumar al final del embarazo o durante el período posnatal.
En general, para los resultados infantiles como el parto prematuro y el peso al nacer las pruebas fueron escasas. Cuando hubo pruebas disponibles, no hubo diferencias claras entre los grupos. Los resultados de dos ensayos indican que los recién nacidos cuyas madres recibieron apoyo pueden haber tenido menos probabilidades de ingresar en una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN), aunque no es fácil comprender los mecanismos que sostienen este resultado.