Pregunta de la revisión
Se revisaron las pruebas sobre los efectos del tratamiento motor oral sin habla (TMOSH) para el tratamiento de los niños con trastornos del desarrollo de sonidos del habla que tienen errores del habla.
Antecedentes
Los niños con trastornos del desarrollo de sonidos del habla tienen dificultades para producir sonidos del habla en su propia lengua. Estas dificultades en el habla se podrían deber a causas estructurales, sensoriales o neurofisiológicas (p.ej. deficiencia auditiva), pero con más frecuencia no se conoce la causa del problema. Un enfoque terapéutico utilizado por los foniatras o fonoaudiólogos consiste en tratamientos motores orales sin habla (TMOSH). Los TMOSH son actividades que intentan estimular o mejorar la producción del habla y tratar a los niños con errores específicos del habla sin necesidad de que el niño produzca un sonido del habla. Este método de tratamiento utiliza ejercicios, como sonreír, fruncir, soplar en cuernos y hacer burbujas y realizar masaje del labio para lograr la movilidad del labio de interés para la producción de sonidos del habla que incluyen los labios, como /p/, /b/ y /m/. Es polémico si los TMOSH son eficaces para tratar a los niños con errores del habla. Por lo tanto, se deben examinar las pruebas con respecto a los efectos de los TMOSH.
Características de los estudios
La evidencia está actualizada hasta abril de 2014. Se encontraron tres estudios (de cuatro informes) con 22 niños de tres a nueve años de edad que recibieron una combinación de TMOSH y terapia de articulación o fonológica (grupo de intervención), o terapia de articulación o fonológica sola (grupo control). Un estudio fue un ensayo controlado aleatorio en el que cuatro niños con trastornos de sonidos del habla se asignaron al azar a uno de los dos grupos. En este estudio cada participante recibió 16 sesiones de tratamiento individual por 30 minutos, dos veces por semana durante ocho semanas, para tratar el sonido del habla "s". En el grupo de intervención, el TMOSH (terapia de colocación oral) se realizó en los diez primeros minutos de cada sesión, seguidos de terapia de articulación por 20 minutos. Los otros dos estudios utilizaron la asignación al azar, pero no se informó el método utilizado para generar la secuencia aleatoria. En uno de estos estudios, seis niños y cuatro niñas, todos con trastornos de sonidos del habla debido a que empujaban la lengua, se asignaron al azar a uno de los dos grupos. Cada participante recibió 22 sesiones individuales por 30 minutos semanalmente en las seis primeras semanas y dos veces a la semana en las siguientes ocho semanas, para tratar los sonidos "s" y "z". El grupo de intervención recibió TMOSH (el enfoque de Hanson 1977) en las seis primeras semanas y sesiones alternas de TMOSH y terapia de articulación en las siguientes ocho semanas. El estudio final asignó al azar a cuatro niños y cuatro niñas con trastorno de articulación moderado a grave solo a un grupo de intervención o un grupo control. Cada participante recibió nueve sesiones de terapia grupal por 20 minutos (dos participantes en cada grupo), realizadas dos veces a la semana durante cinco semanas. En el grupo de intervención, TMOSH (ejercicios motores orales para la claridad del habla) se realizó durante los diez primeros minutos de cada sesión. Se trataron los errores del habla asociados con el sonido"s" para el grupo de intervención. Sin embargo, no se detallaron los sonidos del habla tratados para el grupo control. Ninguno de los estudios informó apoyo económico.
Resultados clave
Dos estudios (uno que utilizó la terapia de colocación oral y uno que utilizó el enfoque de Hanson 1977) no encontraron que TMOSH como tratamiento coadyuvante fuera más eficaz que la intervención convencional del habla solamente, ya que los grupos de intervención y control tuvieron mejorías similares en la articulación después del tratamiento (es decir, menos errores del habla o mayor porcentaje de articulación correcta). El estudio que utilizó ejercicios motores orales para la claridad del habla como el TMOSH informó un cambio en los resultados de la prueba de articulación después del tratamiento, pero utilizó una prueba estadística no apropiada y no informó claramente los resultados.
Calidad de las pruebas
Los tres estudios incluidos fueron pequeños en escala y tuvieron una serie de limitaciones metodológicas graves. Además, estos estudios analizaron tipos limitados de TMOSH para tratar solamente una clase de sonidos del habla ("s" con o sin "z") en los niños con trastornos de sonidos del habla. Por lo tanto, la aplicabilidad general de las pruebas es limitada, y las pruebas se consideran incompletas y de calidad baja. Para finalizar, actualmente no hay pruebas sólidas que indiquen si los TMOSH son eficaces como tratamiento o tratamiento coadyuvante en los niños con trastornos del desarrollo de sonidos del habla.
Los tres estudios incluidos fueron pequeños en escala y tuvieron una serie de limitaciones metodológicas graves. Además, analizaron tipos limitados de TMOSH para tratar a los niños con trastornos de sonidos del habla de origen desconocido con los sonidos /s/ y /z/. Por lo tanto, la aplicabilidad general de las pruebas se considera limitada e incompleta. Los resultados de esta revisión son consistentes con los de revisiones anteriores: Actualmente no hay pruebas sólidas que indiquen que los TMOSH sean un tratamiento eficaz o un tratamiento coadyuvante eficaz en los niños con trastornos del desarrollo de sonidos del habla. La falta de pruebas sólidas con respecto a la eficacia de los TMOSH tiene implicaciones para los médicos cuando toman decisiones con respecto a los planes de tratamiento. Se necesitan estudios de investigación bien diseñados para investigar cuidadosamente el TMOSH como un tipo de tratamiento para los niños con trastornos de sonidos del habla.
Los niños con trastornos del desarrollo de sonidos del habla tienen dificultades para producir sonidos del habla en su lengua materna. Estas dificultades en el habla se podrían deber a causas estructurales, sensoriales o neurofisiológicas (p.ej. deficiencia auditiva), pero con más frecuencia no se conoce la causa del problema. Un enfoque terapéutico utilizado por fonoaudiólogos / foniatras es el tratamiento motor oral sin habla (TMOSH). Los TMOSH son actividades sin habla que intentan estimular o mejorar la producción del habla y tratar errores específicos del habla. Por ejemplo, mediante ejercicios como sonreír, fruncir, soplar en cuernos, hacer burbujas y masaje del labio para lograr la movilidad del labio de interés para la producción de sonidos del habla que incluyen los labios, como /p/, /b/ y /m/. La eficacia de este enfoque terapéutico es polémica, por lo que es necesario examinar las pruebas con respecto a la eficacia de los TMOSH.
Evaluar la eficacia del tratamiento motor oral sin habla (TMOSH) en el tratamiento de los niños con trastornos del desarrollo de sonidos del habla.
En abril 2014, se hicieron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL), Ovid MEDLINE (R) y en Ovid MEDLINE In-Process & Other Non-Indexed Citations, EMBASE, Education Resources Information Center (ERIC), PsycINFO y en otras 11 bases de datos. También se buscó en cinco registros de ensayos y de investigación, se verificaron las listas de referencias de los títulos relevantes identificados mediante la búsqueda y se contactó con investigadores para identificar otros posibles estudios publicados y no publicados.
Ensayos controlados aleatorios y cuasialeatorios que compararon (1) NSOMT versus placebo o control; y (2) NSOMT como tratamiento complementario o intervención del habla versus intervención del habla sola, para niños de tres a 16 años de edad con trastornos del habla y del sonido del desarrollo, a juicio de un terapeuta del habla y del lenguaje. No se excluyeron los individuos con una discapacidad intelectual (p.ej. síndrome de Down) o una discapacidad física.
El coordinador de búsqueda de ensayos del Grupo Cochrane de Problemas de Desarrollo, Psicosociales y de Aprendizaje (Cochrane Developmental, Psychosocial and Learning Problems Group) y un autor de la revisión ejecutaron las búsquedas. Dos autores de la revisión, de forma independiente, examinaron los títulos y resúmenes para eliminar los estudios irrelevantes, extrajeron los datos de los estudios incluidos y evaluaron el riesgo de sesgo de cada uno de estos estudios. En caso de ambigüedad o de información faltante en el artículo, se estableció contacto con los autores del ensayo.
Esta revisión identificó tres estudios (de cuatro informes) que incluyeron 22 niños e investigaron la eficacia del TMOSH como tratamiento coadyuvante a la intervención convencional del habla versus intervención convencional del habla en niños con trastornos de sonidos del habla. Un estudio, un ensayo controlado aleatorio (ECA), incluyó cuatro niños de siete años y un mes de edad a nueve años y seis meses de edad (todos con trastornos de sonidos del habla y dos que presentaban afecciones adicionales [uno se diagnosticó con "deficiencia en la comunicación" y el otro como "con discapacidades múltiples"]). De los dos ensayos controlados cuasialeatorios, uno incluyó diez niños (seis niños y cuatro niñas), con edades entre cinco años y ocho meses a seis años y nueve meses, con trastornos de sonidos del habla como resultado de que empujaban la lengua, y el otro estudio incluyó a ocho niños (cuatro niños y cuatro niñas), con edades entre tres a seis años, con trastorno de articulación moderado a grave solamente. Dos estudios no encontraron que el TMOSH como tratamiento coadyuvante fuera más eficaz que la intervención convencional del habla sola, ya que los grupos de intervención y control tuvieron mejorías similares en la articulación después de recibir los tratamientos. Un estudio informó un cambio en los resultados de la prueba de articulación posterior a la intervención, pero utilizó una prueba estadística no apropiada y no informó claramente los resultados. Ninguno de los estudios incluidos examinó los efectos de los TMOSH sobre otros resultados primarios como la inteligibilidad del habla, la fisiología del habla y los efectos adversos o sobre cualquiera de los resultados secundarios como la aceptabilidad del oyente.
El ECA fue considerado de bajo riesgo de sesgo de selección. Los dos ensayos cuasialeatorios utilizaron la asignación al azar pero no informaron el método para generar la secuencia aleatoria y se consideraron con riesgo incierto de sesgo de selección. Los tres estudios incluidos se consideraron con alto riesgo de sesgo de realización ya que, debido a la naturaleza de la intervención, el cegamiento de los participantes no fue posible. Solamente un estudio realizó el cegamiento de la evaluación de los resultados y tuvo bajo riesgo de sesgo de detección. Un estudio mostró alto riesgo de otros sesgos ya que las características iniciales de los participantes parecieron no ser iguales. El tamaño de la muestra de cada uno de los estudios incluidos fue muy pequeño, lo que significa es muy probable que los participantes de estos estudios no fueran representativos de la población objetivo. Debido a estas graves limitaciones en la metodología, la calidad general de las pruebas aportadas por los ensayos incluidos se considera baja. Por tanto, es muy probable que la realización de más estudios de investigación tenga una marcada repercusión sobre la confianza en la estimación del efecto y es probable que la cambie.
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