Antecedentes
El personal de asistencia sanitaria puede herirse accidentalmente con agujas o instrumentos afilados que se han utilizado en la atención al paciente. Lo anterior conlleva un riesgo pequeño de que el personal de asistencia sanitaria contraiga una enfermedad viral como la hepatitis o el VIH. Por lo tanto, es importante evitar el contacto con la sangre para prevenir la infección. Se evaluó si el uso de guantes con más de una capa o de guantes especiales puede evitar que las agujas o los instrumentos afilados perforen la piel. Hasta junio de 2013 se encontraron 34 estudios que evaluaron 6890 operaciones. No hubo estudios en personal no quirúrgico.
Dos pares de guantes comparados con un par solamente
En 12 estudios, dos pares de guantes redujeron un 71% el número de perforaciones en los guantes, comparados con el uso de un par de guantes. En tres estudios, dos pares de guantes redujeron un 65% las manchas de sangre en la piel. La reducción de las lesiones por pinchazo de aguja autoinformadas fue menos clara.
Tres pares de guantes comparados con dos pares de guantes estándar
Un estudio de baja calidad mostró que los guantes triples comparados con los guantes dobles pueden reducir aún más las perforaciones.
Un par de guantes más gruesos o especiales comparados con un par de guantes estándar
Cinco estudios de baja calidad mostraron que el número de perforaciones fue similar para los guantes más gruesos y los más delgados. En dos estudios de baja calidad, el uso de un par de guantes de tela sobre un par de guantes normales redujo las perforaciones en comparación con dos pares de guantes normales. Lo anterior fue similar para los guantes hechos de material especial como tela o acero, comparados con los guantes normales.
Guantes indicadores
Los guantes indicadores muestran una mancha coloreada cuando son perforados. Dos estudios mostraron que redujeron el número de perforaciones por guante, pero no la cantidad total de perforaciones.
Sensibilidad de los dedos
No hubo indicación de que el uso de guantes con más capas redujo la sensibilidad de los dedos.
Conclusiones
Los cirujanos y el personal quirúrgico pueden reducir el riesgo de contraer una infección viral grave al usar dos pares de guantes en lugar de un par de guantes. El uso de tres capas de guantes o de guantes hechos de material especial probablemente reduce aún más el riesgo, pero lo anterior necesita una mejor evaluación. Se necesitan estudios adicionales para evaluar si los guantes tienen un efecto preventivo similar en otro personal de asistencia sanitaria fuera del salón de operaciones.
Hay pruebas de calidad moderada de que los guantes dobles en comparación con el guante único durante la cirugía reducen las perforaciones y las manchas de sangre en la piel, lo que indica una disminución en los incidentes de exposición percutánea. Hay pruebas de baja calidad de que los guantes triples y el uso de guantes especiales pueden reducir aún más el riesgo de perforaciones del guante en comparación con los guantes dobles de material normal. El efecto preventivo de los guantes dobles sobre los incidentes de exposición percutánea en la cirugía no necesita investigación adicional. Se necesitan estudios adicionales para evaluar la eficacia y la relación entre costo y eficacia de los guantes de material especial y los guantes triples, así como de los guantes en otros grupos ocupacionales.
El personal de asistencia sanitaria está en riesgo de contraer enfermedades virales como la hepatitis B, la hepatitis C y el VIH a través de la exposición a la sangre y los líquidos corporales contaminados en el lugar de trabajo. La infección ocurre más a menudo cuando el personal de asistencia sanitaria se punciona involuntariamente la piel de la mano con un implemento afilado que se ha utilizado en el tratamiento de un paciente infectado, por lo que la sangre del paciente entra en contacto con la suya. Estos eventos se conocen habitualmente como incidentes de exposición percutánea.
Determinar los efectos beneficiosos y perjudiciales de los guantes extra para prevenir los incidentes de exposición percutánea entre el personal de asistencia sanitaria versus ninguna intervención o intervenciones alternativas.
Se hicieron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, EMBASE, NHSEED, Science Citation Index Expanded, CINAHL, NIOSHTIC, CISDOC, PsycINFO y en LILACS hasta el 26 junio 2013.
Ensayos controlados aleatorios (ECA) donde el personal de asistencia sanitaria se corresponde con la mayoría de los participantes, los guantes extra o los tipos especiales de guantes son la intervención y la exposición a la sangre o los líquidos corporales son el resultado.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron la elegibilidad y el riesgo de sesgo de los estudios y extrajeron los datos. Se realizaron metanálisis para siete comparaciones diferentes.
Se encontraron 34 ECA que incluyeron a 6890 personas-operaciones como unidades participantes e informaron 46 comparaciones de grupos intervención-control. Las intervenciones se agruparon de la siguiente manera: guantes estándar con más capas, guantes elaborados con materiales protectores especiales o guantes más gruesos y guantes con sistemas indicadores de punción. Los guantes indicadores muestran una mancha coloreada cuando son perforados. En todos los estudios, los participantes fueron cirujanos y utilizaron al menos un par de guantes estándar como intervención control. Veintisiete estudios también incluyeron otro personal quirúrgico (p.ej., personal de enfermería). Todos los estudios excepto uno utilizaron las perforaciones en los guantes como indicación de exposición. La tasa mediana en el grupo control fue 18,5 perforaciones por 100 personas-operaciones. Siete estudios informaron manchas de sangre en la piel y dos estudios informaron lesiones por pinchazo de aguja autoinformadas. Seis estudios informaron la destreza como puntuaciones de una escala analógica visual para la comparación guantes dobles versus único, 13 estudios informaron las perforaciones en el guante exterior. Se consideró que los estudios incluidos tuvieron un riesgo moderado a alto de sesgo.
Se encontraron pruebas de calidad moderada de que los guantes dobles comparados con los guantes únicos reducen el riesgo de perforación del guante (cociente de tasas [CT] 0,29; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,23 a 0,37) y el riesgo de manchas de sangre en la piel (CT 0,35; IC del 95%: 0,17 a 0,70). Dos estudios con alto riesgo de sesgo también informaron el efecto del guante doble comparado con el único sobre las lesiones por pinchazo de aguja (CT 0,58; IC del 95%: 0,21 a 1,62).
Se encontraron pruebas de baja calidad en un estudio pequeño de que el uso de tres guantes comparado con dos guantes reduce aún más el riesgo de perforación (CT 0,03; IC del 95%: 0,00 a 0,52). Hubo pruebas similares de baja calidad de que el uso de un guante único de tela sobre un guante normal reduce las perforaciones en comparación con dos guantes normales (CT 0,24; IC del 95%: 0,06 a 0,93). Hubo pruebas de calidad moderada de que este efecto fue similar para el uso de un guante de material especial entre dos guantes de material normal. Los guantes más gruesos no funcionaron mejor que los guantes más delgados.
Hubo pruebas de calidad moderada a baja en dos estudios de que un sistema indicador no reduce el número total de perforaciones durante una operación, aunque reduce el número de perforaciones por guante utilizado.
Hubo pruebas de calidad moderada de que los guantes dobles tienen un número similar de perforaciones en el guante exterior que los guantes únicos, lo que indica que no hay pérdida de destreza con los guantes dobles (CT 1,10; IC del 95%: 0,93 a 1,31).