Ácidos grasos omega 6 para prevenir y tratar las enfermedades cardíacas y circulatorias

Pregunta de la revisión

Se revisaron ensayos aleatorios (los participantes tuvieron igual probabilidad de ser asignados a cualquiera de los tratamientos) que examinaban los efectos del aumento de la ingesta de ácidos grasos omega 6 en comparación con la disminución de la ingesta de ácidos grasos omega 6 en las muertes y las enfermedades cardíacas y circulatorias (enfermedades cardiovasculares [EC], que incluyen los ataques al corazón y los accidentes cerebrovasculares).

Antecedentes

Los ácidos grasos omega 6 son esenciales y deben obtenerse de los alimentos. Son importantes para regular la producción de energía (parte del metabolismo), así como la salud ósea, de la piel y el cabello. Muchos alimentos contienen ácidos grasos omega 6, en particular los aceites vegetales y las nueces. Los ácidos grasos omega 6 incluyen el ácido linoleico (AL), el ácido gamma-linolénico (AGL), el ácido dihomo-gamma-linolénico (ADGL) y el ácido araquidónico (AA).

Existe evidencia que señala que una ingesta mayor de ácidos grasos omega 6, junto con una ingesta menor de ácidos grasos saturados (de origen animal como la carne y el queso), puede reducir la enfermedad coronaria. Por otra parte, existe cierta preocupación de que altos niveles de ácidos grasos omega 6 pueden empeorar el riesgo cardiovascular al aumentar la inflamación. En general, no existe evidencia definitiva sobre los efectos beneficiosos o perjudiciales de la ingesta de ácidos grasos omega 6 en las enfermedades cardíacas y circulatorias, ni sobre otros resultados en salud.

Características de los estudios

La evidencia en esta revisión está actualizada hasta mayo de 2017. Se encontraron 19 estudios que reclutaron a 6461 adultos. Estos estudios evaluaron los efectos de un aumento en comparación con una disminución de la ingesta de ácidos grasos omega 6, sobre las enfermedades cardíacas y circulatorias, así como sobre las muertes. Se encontraron tres ensayos altamente fiables (con un diseño de estudio adecuado que produce evidencia fiable). Los estudios se realizaron en Norteamérica, Asia, Europa y Australia, y ocho fueron financiados únicamente por agencias nacionales o de beneficencia. Los participantes aumentaron la ingesta de ácidos grasos omega 6 o mantuvieron la ingesta habitual de ácidos grasos durante al menos un año y hasta ocho años.

Resultados clave

Se encontró que el aumento de la ingesta de ácidos grasos omega 6 puede producir poco o ningún cambio en las muertes o en los episodios cardiovasculares, pero puede reducir el riesgo de ataques al corazón (evidencia de baja calidad). La calidad de la evidencia disminuyó por problemas en el diseño de estudio, bajo número de eventos, bajo número de participantes de países en vías de desarrollo y porque participaron pocas mujeres.

La evidencia indica que el aumento de la ingesta de ácidos grasos omega 6 reduce el colesterol en la sangre (evidencia de alta calidad), probablemente tiene poco o ningún efecto sobre el peso corporal ajustado por altura (en todos los casos la evidencia es de calidad moderada) y puede producir poco o ningún cambio sobre los niveles de triglicéridos, de lipoproteína de alta densidad (HDL, colesterol "bueno") o de lipoproteína de baja densidad (LDL, colesterol "malo"), (evidencia de baja calidad).

Conclusiones de los autores: 

Esta es la evaluación sistemática más amplia realizada hasta la fecha, de los efectos de los ácidos grasos omega 6 sobre la salud cardiovascular, la mortalidad, los lípidos y la adiposidad, que utiliza datos no publicados previamente. No se ha encontrado evidencia de que el aumento de ácidos grasos omega 6 reduzca los resultados cardiovasculares, excepto en el IM, para el cual 53 personas pueden necesitar aumentar la ingesta de ácidos grasos omega 6 para prevenir que una persona presente un IM. Aunque los efectos beneficiosos de los ácidos grasos omega 6 aún no se han probado, el aumento de los ácidos grasos omega 6 puede ser beneficioso para los pacientes con alto riesgo de IM. El aumento de la ingesta de ácidos grasos omega 6 reduce el colesterol sérico total, pero no otras fracciones de ácidos grasos ni la adiposidad.

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Antecedentes: 

Los ácidos grasos omega 6 son ácidos grasos no saturados fundamentales para muchas funciones fisiológicas, pero su efecto sobre el riesgo de enfermedad cardiovascular (EC) es un tema de debate.

Objetivos: 

Evaluar los efectos de aumentar los ácidos grasos omega 6 (ácido linoleico [AL], ácido gamma linolénico [AGL], ácido dihomo-gamma-linolénico [ADGL] y ácido araquidónico [AA]) en la EC y en la mortalidad por todas las causas.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE y en Embase hasta mayo 2017, en clinicaltrials.gov y en la World Health Organization International Clinical Trials Registry Platform hasta septiembre 2016, sin restricciones de idioma. Se verificaron los ensayos incluidos en las revisiones sistemáticas relevantes.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos controlados aleatorios (ECA) que compararon el aumento versus la disminución de la ingesta de ácidos grasos omega 6 en adultos con o sin EC, y evaluaron los efectos durante al menos 12 meses. Se incluyeron textos completos, resúmenes, entradas de registro de ensayos y estudios no publicados. Los resultados fueron mortalidad por todas las causas, mortalidad por EC, eventos de EC, factores de riesgo (lípidos sanguíneos, adiposidad, presión arterial) y posibles eventos adversos. Se excluyeron los ensayos en los que no fue posible aislar el efecto de los ácidos grasos omega 6 de otras intervenciones dietéticas, de estilo de vida o farmacológicas.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión de forma independiente revisaron los títulos/resúmenes, evaluaron los ensayos para su inclusión, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de los ensayos incluidos. Se escribió a los autores de los estudios incluidos. Los metanálisis utilizaron el análisis de efectos aleatorios, mientras que los análisis de sensibilidad utilizaron un modelo de efectos fijos y limitaron los análisis a los ensayos con bajo riesgo de sesgo resumido. Se utilizaron los criterios GRADE para evaluar la calidad para las tablas "Resumen de los hallazgos".

Resultados principales: 

Se incluyeron 19 ECA con 6461 participantes a quienes siguieron de uno a ocho años. Siete ensayos evaluaron los efectos de la administración de suplementos de AGL y 12 evaluaron el AL; ninguno utilizó ADGL ni AA; por lo general los ácidos grasos omega 6 desplazaron a los ácidos grasos saturados o monoinsaturados de la dieta. Tres ECA se evaluaron con bajo riesgo de sesgo resumido .

Resultados primarios: Se encontró evidencia de baja calidad de que el aumento de la ingesta de ácidos grasos omega 6 puede dar lugar a poca o ninguna diferencia en la mortalidad por todas las causas (cociente de riesgo [CR] 1,00; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,88 a 1,12; 740 muertes, 4506 participantes asignados al azar, diez ensayos) ni a los eventos de EC (CR 0,97; IC del 95%: 0,81 a 1,15; 1404 participantes presentaron eventos de 4962 asignados al azar, siete ensayos). Hubo baja certeza acerca de si el aumento de los ácidos grasos omega 6 afecta la mortalidad por EC (CR 1,09; IC del 95%: 0,76 a 1,55; 472 muertes, 4019 participantes asignados al azar, siete ensayos), los eventos de enfermedad coronaria (CR 0,88; IC del 95%: 0,66 a 1,17; 1059 participantes con eventos de 3997 asignados al azar, siete ensayos), eventos adversos cardíacos y cerebrovasculares graves (CR 0,84; IC del 95%: 0,59 a 1,20; 817 eventos, 2879 participantes, dos ensayos) o accidente cerebrovascular (CR 1,36; IC del 95%: 0,45 a 4,11; 54 eventos, 3730 participantes, cuatro ensayos), ya que la evidencia se evaluó como de muy baja calidad. No se encontró evidencia de los efectos de respuesta a la dosis ni de la duración para cualquier resultado primario, pero entre los resultados hubo indicaciones de una mayor protección para los participantes con una menor ingesta inicial de omega 6.

Resultados clave adicionales: Se encontró que el aumento de la ingesta de ácidos grasos omega 6 puede reducir el riesgo de infarto de miocardio (IM) (CR 0,88; IC del 95%: 0,76 a 1,02; 609 eventos, 4606 participantes, siete ensayos, evidencia de baja calidad). La evidencia de alta calidad indica que el aumento de los ácidos omega 6 da lugar a una pequeña reducción en el colesterol sérico total a largo plazo (diferencia de medias [DM] −0,33 mmol/l; IC del 95%: −0,50 a −0,16; I2 = 81%; heterogeneidad parcialmente explicada por la dosis, 4280 participantes, diez ensayos). El aumento de los ácidos grasos omega 6 probablemente tiene poco o ningún efecto sobre la adiposidad (índice de masa corporal [IMC] DM −0,20 kg/m2; IC del 95%: −0,56 a 0,16; 371 participantes, un ensayo, evidencia de calidad moderada). Puede producir poca o ninguna diferencia en los triglicéridos séricos(DM −0,01 mmol/l; IC del 95%: −0,23 a 0,21; 834 participantes, cinco ensayos), la HDL (DM −0,01 mmol/l; IC del 95%: −0,03 a 0,02; 1995 participantes, cuatro ensayos) o la lipoproteína de baja densidad (DM −0,04 mmol/l; IC del 95%: −0,21 a 0,14; 244 participantes, dos ensayos, evidencia de baja calidad).

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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