¿Por qué es importante esta revisión?
El TEPT es una afección grave que está vinculada con problemas individuales y con las relaciones. Se han recomendado las terapias dirigidas a las parejas y las familias para el tratamiento del TEPT, aunque no está claro si son útiles para reducir los síntomas de trauma y otros problemas de salud mental o vinculados con las relaciones. Esta revisión es el primer intento por resumir los resultados de los estudios sobre las terapias de pareja y familiares para adultos con TEPT.
¿Quién estará interesado en esta revisión?
Individuos que sufren traumas, así como sus familias, investigadores y profesionales de la salud mental.
¿Qué preguntas pretende contestar esta revisión?
¿Las terapias de pareja o familiares son útiles para tratar los síntomas del TEPT y otros problemas de salud mental y vinculados con las relaciones en comparación con «ningún tratamiento» u otros tipos de terapia?
¿Existe algún tipo de terapia de pareja y familiar que sea más beneficioso que otros?
¿Qué estudios se incluyeron en la revisión?
Se incluyeron todos los estudios publicados sobre las terapias de pareja y familiares para el TEPT. Se encontraron cuatro estudios de terapias relevantes para adultos en que una persona adulta de la pareja/familia presentaba un diagnóstico de TEPT.
¿Qué nos dice la evidencia de la revisión?
Hubo pocos estudios relevantes y se necesita más investigación para tener seguridad en cuanto a los beneficios de las terapias de pareja y familiares para el TEPT. Los cuatro estudios incluidos en esta revisión indicaron inicialmente que los tratamientos basados en la pareja pueden ser útiles para reducir los síntomas traumáticos del paciente con TEPT. Sin embargo, los beneficios no fueron tan claros para mejorar la calidad de las relaciones o la salud mental de los miembros de la familia.
¿Qué debe suceder a continuación?
Se requieren más estudios, con diferentes tipos de trauma y diferentes tipos de terapias de pareja y familiares para el TEPT.
Existen pocos ensayos de tratamientos basados en la pareja para el TEPT y la evidencia es insuficiente para determinar si los mismos ofrecen beneficios considerables cuando se administran solos o además de las intervenciones psicológicas. Sin embargo, los ECA preliminares sugieren que las terapias basadas en la pareja para el TEPT pueden ser beneficiosas para reducir los síntomas del TEPT, y se necesitan ensayos adicionales de intervenciones adyuvantes e independientes con parejas o familias que tengan como objetivo la reducción de los síntomas del TEPT, los problemas de salud mental de los miembros de la familia y las medidas diádicas de la calidad de la relación.
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) está relacionado con la ansiedad o el trauma y el estrés, que se vincula con la exposición personal o indirecta a eventos traumáticos. El TEPT se asocia con una serie de resultados individuales adversos (p.ej. enfermedades, suicidio) y problemas interpersonales significativos que incluyen dificultades en las relaciones íntimas y familiares. Se ha sugerido una variedad de tratamientos basados en la pareja y la familia como intervenciones apropiadas para las familias afectadas por el TEPT.
Los objetivos de esta revisión fueron: (1) evaluar los efectos de las terapias de pareja y familiares para el TEPT en adultos, en relación con las condiciones de «ningún tratamiento», «atención estándar» y terapias psicológicas individuales o grupales estructuradas o no específicas; (2) examinar las características clínicas de los estudios que influyen en los efectos relativos de estas terapias; y (3) evaluar de forma crítica las características metodológicas de los estudios que pueden sesgar los resultados de la investigación.
Se hicieron búsquedas en MEDLINE (1950- ), Embase (1980- ) y PsycINFO (1967- ) a través del Registro de Ensayos del Grupo Cochrane de Trastornos Mentales Comunes (CCMDCTR) hasta 2014; y luego directamente a través de Ovid después de esta fecha. También se realizaron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (CENTRAL) a través de la Biblioteca Cochrane. Se realizaron búsquedas complementarias en PTSDPubs (todos los años disponibles) (esta base de datos anteriormente era conocida como PILOT [Published International Literature on Traumatic Stress]). Se realizaron búsquedas manuales en las primeras ediciones de las revistas principales y se examinaron las listas de referencias y las bibliografías de los estudios incluidos para identificar otras investigaciones relevantes. También se estableció contacto con los autores de los ensayos incluidos para obtener información no publicada. Los estudios se han incorporado a partir de las búsquedas hasta el 3 de marzo de 2018.
Los estudios elegibles fueron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) de las terapias de pareja o familiares para el TEPT en muestras de adultos. La revisión consideró cualquier tipo de tratamiento destinado a tratar a parejas o familias intactas en que al menos un miembro adulto de la familia cumplía con los criterios para el TEPT. Se requirió que los participantes fueran diagnosticados con TEPT de acuerdo con sistemas de clasificación reconocidos.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar empleados por Cochrane. Tres autores de la revisión examinaron todos los títulos y resúmenes y dos autores extrajeron de forma independiente los datos de cada estudio considerado elegible y evaluaron el riesgo de sesgo para cada estudio. Se utilizaron los odds-ratios (OR) para resumir los efectos de las intervenciones para los resultados dicotómicos, y las diferencias de medias estandarizadas (DME) para resumir las diferencias entre los grupos después del tratamiento en las medidas continuas.
Se incluyeron cuatro ensayos en la revisión. Dos estudios examinaron los efectos de la terapia cognitivo-conductual conjunta/en pareja (TCCC) en relación con una condición de control en lista de espera, aunque uno de estos estudios solo informó de resultados en relación con la satisfacción de la relación. Un estudio examinó los efectos de la terapia de enfoque estructural (TEE) en relación con un programa de educación familiar (PEF) para el TEPT; y otro examinó los efectos de la terapia familiar conductual (TFC) adjunta, pero no logró informar ninguna variable de resultado con suficientes detalles (no se incluyó en el metanálisis).
Un ensayo con 40 parejas (80 participantes) mostró que la TCCC fue más efectiva que el control en lista de espera para reducir la gravedad del TEPT (DME -1,12; IC del 95%: -1,79 a -0,45; evidencia de calidad baja), la ansiedad (DME -0,93; IC del 95%: -1,58 a -0,27; evidencia de calidad muy baja) y la depresión (DME -0,66; IC del 95%: -1,30 a -0,02; evidencia de calidad muy baja) en el período posterior al tratamiento del paciente principal con TEPT. Los datos de dos estudios indicaron que los grupos de tratamiento y de control no difirieron de forma significativa según la satisfacción con la relación (DME 1,07; IC del 95%: -0,17 a 2,31; evidencia de calidad muy baja); y un estudio no mostró diferencias significativas con respecto a la depresión (DME 0,28; IC del 95%: -0,35 a 0,90; evidencia de calidad muy baja) o los síntomas de ansiedad (DME 0,15; IC del 95%: -0,47 a 0,77; evidencia de calidad muy baja) para la pareja del paciente con TEPT.
Un ensayo con 57 parejas (114 participantes) mostró que la TEE fue más efectiva que la PEF para reducir la gravedad del TEPT en el paciente principal (DME -1,32; IC del 95%: -1,90 a -0,74; evidencia de calidad baja) después del tratamiento. No hubo evidencia de diferencias en los otros resultados, incluida la satisfacción con la relación (DME 0,01; IC del 95%: -0,51 a 0,53; evidencia de calidad muy baja), la depresión (DME 0,21; IC del 95%: -0,31 a 0,73; evidencia de calidad muy baja) y la ansiedad (DME -0,16, IC del 95%: -0,68 a 0,36; evidencia de calidad muy baja) para las parejas; y la depresión (DME -0,28; IC del 95%: -0,81 a 0,24; evidencia de calidad muy baja) o la ansiedad (DME -0,34; IC del 95%: -0,87 a 0,18; evidencia de calidad muy baja) para el paciente principal.
Dos estudios informaron de los eventos adversos y las tasas de abandono, y no se observaron diferencias significativas entre los grupos. Dos estudios se clasificaron como en riesgo de sesgo «bajo» o «poco claro» en la mayoría de los dominios, excepto por el sesgo de realización que se calificó como «alto». Dos estudios tuvieron cantidades significativas de información faltante, lo que dio lugar a un riesgo de sesgo «poco claro». Se dispuso de muy pocos estudios para realizar análisis de subgrupos.
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