¿Qué es la obesidad?
El índice de masa corporal (IMC) suele ser una medida útil para mostrar si las personas tienen un peso saludable para su altura. Un IMC de 18 a 25 muestra un peso saludable, un IMC superior a 25 se considera sobrepeso, y un IMC superior a 30 muestra obesidad.
La obesidad generalmente está causada por la ingesta de más energía (calorías) de la que se quema a través de la actividad física o el ejercicio. El cuerpo almacena el exceso de energía en forma de grasa.
La obesidad puede conducir a enfermedades graves y mortales, incluidas la diabetes tipo 2, enfermedades coronarias, algunos tipos de cáncer e ictus. La obesidad también puede afectar a la calidad de vida (bienestar) de las personas.
¿Qué son las grasas?
La grasa es esencial en una dieta sana y equilibrada. Las grasas ayudan al cuerpo a absorber algunas vitaminas, y son una fuente de algunos ácidos grasos que el cuerpo no puede producir. Los principales tipos de grasa en los alimentos son:
- saturadas (principalmente de productos animales como la carne, leche de vaca, el queso, la nata y mantequilla); y
- insaturadas (se encuentra principalmente en los aceites vegetales y de pescados).
Las guías de salud suelen recomendar que las personas:
- reduzcan la cantidad total de grasas que ingieren;
- limiten la cantidad de grasas saturadas que ingieren; y
- ingieran grasas insaturadas en lugar de grasas saturadas.
¿Por qué se ha realizado esta revisión Cochrane?
Las tasas de sobrepeso y obesidad están aumentando en todo el mundo y constituyen un importante problema de salud pública. Se quería saber si el aumento de los precios de los alimentos que contienen muchas grasas o grasas saturadas podría hacer que la gente dejara de consumirlos y así reducir la obesidad.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que analizaran los efectos de un impuesto sobre el contenido en grasa de los alimentos. Interesaba saber cómo afectaba un impuesto a:
- la cantidad total de grasa y las grasas saturadas ingeridas;
- el total de calorías ingeridas;
- calorías ingeridas de todas las grasas y grasas saturadas; y
- tasas de sobrepeso y obesidad.
Fecha de búsqueda: se incluyó evidencia publicada hasta septiembre de 2019.
Datos encontrados
Se encontraron dos estudios de Dinamarca, realizados entre 2011 y 2012. Uno de ellos evaluó la forma en que un impuesto sobre algunos alimentos con alto contenido en grasa afectaba a la demanda de los hogares. El otro analizó la información sobre las ventas en los supermercados de ciertos alimentos con alto contenido en grasa (ternera picada, nata y nata agria). Compararon los resultados con los datos anteriores a que se aplicara el impuesto.
Ambos estudios analizaron un pequeño número de alimentos comprados, pero no alimentos ingeridos. No midieron la grasa total o saturada que se ingirió.
¿Cuáles son los resultados de la revisión?
Si la cantidad de alimentos comprados reflejaba la cantidad de alimentos consumidos, entonces gravar el contenido de grasa de ciertos alimentos:
- podría reducir la cantidad total de grasas consumidas en 41,8 gramos por semana por persona en un hogar, en un estudio con 2000 hogares; y
- podría reducir la cantidad de grasas saturadas consumidas (en la ternera picada y la nata), en un estudio con 1293 supermercados.
Ningún estudio midió el efecto de gravar el contenido de grasa de los alimentos sobre las calorías ingeridas, la obesidad o el sobrepeso, ni sobre las ventas totales de alimentos.
¿Qué fiabilidad tienen los resultados?
No hay confianza en los resultados porque la evidencia deriva solamente de dos estudios que, además, sólo consideraron un pequeño número de alimentos comprados y no evaluaron los alimentos consumidos. Un estudio no informó de datos estadísticos sobre la exactitud de sus resultados.
Los resultados se obtuvieron a partir de estudios observacionales, en los que los investigadores observan el efecto de un factor (como los impuestos) sin tratar de cambiar quién lo experimenta o no. Los estudios observacionales no aportan evidencia tan fiable como los estudios controlados aleatorizados, en los que los tratamientos que reciben las personas se deciden al azar.
Conclusiones
No se encontró suficiente evidencia fiable para averiguar si un impuesto sobre el contenido de grasa de los alimentos dio lugar a que las personas consumieran menos grasa o menos grasas saturadas.
No se encontró ninguna evidencia de cómo un impuesto sobre el contenido en grasa de los alimentos afectó a la obesidad o al sobrepeso.
Los resultados de la revisión cambiarán cuando se disponga de más evidencia.
Dada la muy baja calidad de la evidencia actualmente disponible, no se puede establecer de manera fiable si un impuesto sobre las grasas totales o las grasas saturadas es eficaz o ineficaz para reducir el consumo de grasas totales o grasas saturadas. En la actualidad no hay evidencia del efecto de un impuesto a las grasas totales o saturadas sobre la ingesta energética total o la ingesta energética a través de las grasas saturadas o las grasas totales, ni de la prevención de la incidencia o la reducción de la prevalencia del sobrepeso o la obesidad.
El sobrepeso y la obesidad están aumentando en todo el mundo y se consideran un importante problema de salud pública del siglo XXI. La introducción de impuestos sobre el contenido en grasa de los alimentos se considera un instrumento normativo potencialmente potente para reducir el consumo de alimentos con alto contenido en grasa o grasas saturadas, o ambos.
Evaluar los efectos de gravar el contenido en grasa de los alimentos sobre el consumo de grasas totales y grasas saturadas, la ingesta energética, el sobrepeso, la obesidad y otros desenlaces de salud adversos en la población general.
Se realizaron búsquedas en CENTRAL, la Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas (Cochrane Database of Systematic Reviews), MEDLINE, Embase y otras 15 bases de datos y registros de ensayos el 12 de septiembre de 2019. Se realizaron búsquedas manuales en las listas de referencias de todas las entradas de los estudios incluidos, se realizaron búsquedas en los sitios Web de organizaciones e instituciones internacionales (14 de octubre de 2019) y se estableció contacto con los miembros del grupo asesor de la revisión para identificar estudios planificados, en curso o no publicados (26 de febrero de 2020).
De acuerdo con los criterios del Grupo Cochrane para una Práctica y organización sanitaria efectivas (Cochrane Effective Practice and Organisation of Care Group, EPOC), se incluyeron los siguientes tipos de estudios: ensayos controlados aleatorizados (ECA), ensayos controlados aleatorizados por grupos (ECAG), ensayos controlados no aleatorizados (ECNA), estudios controlados del tipo antes y después (CAD) y estudios de series de tiempo interrumpido. Se incluyeron estudios que evaluaran los efectos de los impuestos sobre el contenido en grasa de los alimentos. Este tipo de impuestos podría expresarse como impuesto sobre las ventas, impuesto especial sobre consumos específicos o impuesto especial sobre el valor añadido (IVA) del producto final o de un producto intermedio. Las intervenciones elegibles eran los impuestos a cualquier nivel, sin restricción alguna en cuanto a la duración o el ámbito de aplicación (es decir, local, regional, nacional o multinacional). Las poblaciones de estudio elegibles eran: niños (cero a 17 años) y adultos (18 años o más) de cualquier país y contexto. Se excluyeron los estudios que se centraban en subgrupos específicos solamente (por ejemplo, las personas que recibían una intervención farmacológica; las personas sometidas a una intervención quirúrgica; las personas enfermas con sobrepeso u obesas como efecto secundario, como las que tenían tiroiditis y depresión; y las personas con enfermedades crónicas). Los desenlaces principales fueron el consumo total de grasas, el consumo de grasas saturadas, la ingesta energética a través de las grasas, la ingesta energética a través de las grasas saturadas, la ingesta energética total y la incidencia/prevalencia del sobrepeso o la obesidad. No se excluyeron los estudios en función del país, el entorno, la comparación ni la población.
Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane en todas las fases de la revisión. El riesgo de sesgo de los estudios incluidos se evaluó utilizando los criterios de la herramienta "Riesgo de sesgo" y las guías del Grupo Cochrane EPOC. Los resultados de la revisión se resumen de forma narrativa y la certeza de la evidencia se evaluó mediante el método GRADE. Estos pasos los realizaron dos autores de la revisión de forma independiente.
Se identificaron 23 281 entradas mediante búsquedas en bases de datos electrónicas y 1173 entradas de otras fuentes, lo que resulta en un total de 24 454 entradas. Dos estudios cumplieron los criterios de inclusión para la revisión. Ambos estudios incluidos investigaron el efecto del impuesto danés sobre las grasas saturadas presentes en determinados alimentos entre 2011 y 2012. Los dos estudios utilizaron un diseño de series de tiempo interrumpido. Ninguno de los estudios incluidos tenía un grupo de control paralelo de otra zona geográfica. Los estudios incluidos analizaron un grupo desequilibrado de aproximadamente 2000 hogares en Dinamarca y los datos de ventas de una cadena de supermercados danesa específica (1293 tiendas). Por lo tanto, los estudios incluidos no consideraron participantes individuales y no se definió ninguna restricción con respecto a la edad, el sexo y las características socioeconómicas. El riesgo de sesgo general de los dos estudios incluidos se consideró poco claro.
Para el desenlace de consumo total de grasa, se estimó una reducción de 41,8 gramos por semana por persona en un hogar (P < 0,001). En cuanto al consumo de grasas saturadas, un estudio informó de una reducción del 4,2% en las ventas de ternera picada, una reducción del 5,8% en las ventas de nata y un aumento del 0,5% en las ventas de nata agria (no se informó de medidas de precisión estadística para estas estimaciones). Estas estimaciones se basan en un número restringido de tipos de alimentos y se derivan de los datos de ventas; no miden la ingesta individual. Además, estas estimaciones no tienen en cuenta otras fuentes pertinentes de ingesta de grasas (por ejemplo, alimentos envasados o procesados) u otros puntos de venta de alimentos (por ejemplo, restaurantes o cafeterías). Por lo tanto, se considera que no está clara la evidencia del efecto de los impuestos sobre el consumo total de grasas o el consumo de grasas saturadas. No se identificó evidencia del efecto de la intervención sobre la ingesta energética ni sobre la incidencia o prevalencia del sobrepeso o la obesidad.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.