¿Cuál es el problema?
Los altos niveles de potasio (una sal del cuerpo) pueden acumularse con la enfermedad renal crónica. Esto puede provocar cambios en la función muscular, incluido el músculo cardíaco, y causar problemas con los ritmos cardíacos que pueden ser peligrosos. La diálisis puede eliminar el potasio de la sangre, pero para algunos pacientes, los niveles pueden seguir siendo altos. Los pacientes con insuficiencia renal grave que aún no han comenzado la diálisis pueden tener niveles altos de potasio. Se dispone de tratamientos desde hace muchos años, pero pueden causar estreñimiento y molestias abdominales, lo que los hace intolerables para muchos pacientes. Se han desarrollado nuevos tratamientos, como el patiromer y el ciclosilicato de sodio y zirconio. Puede que sean más tolerables, pero no se sabe si ayudan a prevenir las complicaciones cardíacas.
¿Qué se hizo?
Se buscaron todos los ensayos de investigación que han evaluado los tratamientos reductores de potasio para niños y adultos con enfermedades renales crónicas. Se evaluó cómo de seguro se estaba sobre los hallazgos generales usando un sistema llamado GRADE.
¿Qué se encontró?
Hay 15 estudios que involucran a 1849 adultos asignados al azar. Los pacientes de los estudios recibieron un aglutinante de potasio o una píldora falsa (placebo) o atención estándar. El tratamiento que recibieron se decidió al azar. Los estudios fueron por lo general de corta duración, de días a semanas, y se centraron en los niveles de potasio. Las complicaciones relacionadas con el corazón no se podían medir en este corto período de tiempo. En base a la investigación existente, no se sabe con seguridad si los aglutinantes de potasio mejoran el bienestar o evitan las complicaciones en las personas con enfermedades renales crónicas. No se identificaron estudios en niños.
Conclusiones
No se sabe con seguridad cuáles son los mejores tratamientos para reducir los niveles de potasio en el cuerpo de las personas con enfermedad renal crónica. Se necesita más información de estudios clínicos que involucren a un mayor número de pacientes que reciban el tratamiento durante varios meses o años.
La evidencia que apoya la toma de decisiones clínicas sobre los diferentes aglutinantes de potasio para el tratamiento de la hiperpotasemia crónica en adultos con enfermedades renales crónicas es de baja certeza; no se identificaron estudios en niños. Los estudios disponibles no han sido diseñados para medir los efectos del tratamiento en los resultados clínicos, como las arritmias cardíacas o los principales síntomas digestivos. Esta revisión sugiere la necesidad de un estudio grande y de poder estadístico suficiente de los aglutinantes de potasio versus placebo que evalúe los resultados clínicos relevantes para los pacientes, los médicos y los responsables de formular políticas. Estos datos podrían utilizarse para evaluar la efectividad en función de los costes, dada la falta de estudios definitivos y la importancia clínica de los aglutinantes de potasio para la hiperpotasemia crónica en las personas con enfermedades renales crónicas.
La hiperpotasemia es una anomalía electrolítica común causada por la reducción de la excreción de potasio renal en pacientes con enfermedades renales crónicas (ERC). Los aglutinantes de potasio, como el sulfonato de poliestireno de sodio y el sulfonato de poliestireno de calcio, se utilizan ampliamente, pero pueden provocar estreñimiento y otros síntomas digestivos adversos, reduciendo su tolerabilidad. El patiromer y el ciclosilicato de sodio y zirconio son resinas de intercambio iónico más recientes para el tratamiento de la hiperpotasemia, que pueden causar menos efectos secundarios digestivos. Aunque los estudios más recientes se centran en variables de valoración clínicamente relevantes, como las complicaciones cardíacas o la muerte, la evidencia sobre la seguridad es todavía limitada. Dada la reciente ampliación de las opciones de tratamiento disponibles, conviene revisar la evidencia de efectividad y tolerabilidad de todas las resinas de intercambio de potasio entre los pacientes con enfermedades renales crónicas, con el fin de proporcionar orientación a los consumidores, los médicos y los encargados de formular políticas.
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de los aglutinantes de potasio para el tratamiento de la hiperpotasemia crónica en adultos y niños con enfermedades renales crónicas.
Se realizaron búsquedas en el registro de estudios del Grupo Cochrane de Riñón y Trasplante (Cochrane Kidney and Transplant Group) hasta el 10 de marzo de 2020, mediante contacto con el especialista en información y con el uso de términos de búsqueda relevantes para esta revisión. Los estudios en el registro se identifican mediante búsquedas en CENTRAL, MEDLINE y EMBASE, en actas de congresos, en el portal de búsqueda del International Clinical Trials Register (ICTRP), y en ClinicalTrials.gov.
Ensayos controlados aleatorizados (ECA) y estudios controlados cuasialeatorizados (cuasi-ECA) que evalúan los aglutinantes de potasio para la hiperpotasemia crónica administrados a adultos y niños con ERC.
Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente los riesgos de sesgo y extrajeron los datos. Las estimaciones de tratamiento se resumieron en un metanálisis de efectos aleatorios y se expresaron como riesgo relativo (RR) o diferencia de medias (MD), con un intervalo de confianza (IC) del 95%. La certeza de la evidencia se evaluó mediante los procesos GRADE.
Quince estudios, que asignaron al azar a 1849 participantes adultos fueron elegibles para su inclusión. Doce estudios incluyeron a participantes con ERC (etapas 1 a 5) que no requerían diálisis y tres estudios se realizaron entre participantes tratados con hemodiálisis. Los aglutinantes de potasio incluían el sulfonato de poliestireno de calcio, el sulfonato de poliestireno de sodio, el patiromer y el ciclosilicato de sodio y zirconio. Se utilizaron diversas vías, dosis y momentos de administración del fármaco. La duración del estudio varió de 12 horas a 52 semanas (mediana de cuatro semanas). Tres de los estudios eran estudios cruzados (cross-over). La edad media de estudio osciló entre 53,1 años y 73 años. Ningún estudio evaluó el tratamiento en niños.
Algunos estudios tenían dominios metodológicos que presentaban riesgos de sesgo altos o poco claros, lo que hacía que los resultados fueran inciertos. Los estudios no se diseñaron para medir los efectos del tratamiento en las arritmias cardíacas o los síntomas digestivos principales.
Diez estudios (1367 participantes asignados al azar) compararon un aglutinante de potasio con un placebo. La certeza de la evidencia fue baja para todos los resultados. Se han clasificado los tratamientos en agentes más nuevos (patiromer o ciclosilicato de sodio y zirconio) y agentes más antiguos (sulfonato de poliestireno de calcio y sulfonato de poliestireno de sodio). El patiromer o el ciclosilicato de sodio y zirconio pueden lograr poca o ninguna diferencia en cuanto a la muerte (cualquier causa) (cuatro estudios, 688 participantes: RR 0,69, IC del 95%: 0,11 a 4,32; I2 = 0%; evidencia de baja certeza) en la ERC. Se desconocía el efecto del tratamiento de los antiguos aglutinantes de potasio en la muerte (por cualquier causa). En un estudio, se informó una muerte cardiovascular con aglutinante de potasio, lo que demostró que no había diferencia entre el patiromer o el ciclosilicato de sodio y zirconio y el placebo para la muerte cardiovascular en la ERC y la cardiopatía. No hubo evidencia de una diferencia entre el patiromer o el ciclosilicato de sodio y zirconio y el placebo para la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) al final del tratamiento (un estudio) en la ERC o la cardiopatía. Los aglutinantes de potasio tuvieron efectos inciertos sobre las náuseas (tres estudios, 229 participantes: RR 2,10, IC del 95%: 0,65 a 6,78; I2 = 0%; evidencia de baja certeza), diarrea (cinco estudios, 720 participantes: RR 0,84; IC del 95%: 0,47 a 1,48; I2 = 0%; evidencia de baja certeza), y vómitos (dos estudios, 122 participantes: RR 1,72, IC del 95%: 0,35 a 8,51; I2 = 0%; evidencia de baja certeza) en la ERC. Los aglutinantes de potasio pueden reducir los niveles séricos de potasio (al final del tratamiento) (tres estudios, 277 participantes: DM -0,62 mEq/L, IC del 95%: -0,97 a -0,27; I2 = 92%; evidencia de baja certeza) en la ERC y la cardiopatía. Los aglutinantes de potasio tuvieron efectos inciertos sobre el estreñimiento (cuatro estudios, 425 participantes: RR 1,58, IC del 95%: 0,71 a 3,52; I2 = 0%; evidencia de baja certeza) en la ERC. Los aglutinantes de potasio pueden disminuir la presión arterial (PA) sistólica (dos estudios, 369 participantes: DM -3,73 mmHg, IC del 95%: -6,64 a -0,83; I2 = 79%; evidencia de baja certeza) y PA diastólica (un estudio) al final del tratamiento. Ningún estudio informó los datos de resultado de las arritmias cardíacas ni de los principales eventos digestivos.
El sulfonato de poliestireno de calcio puede lograr poca o ninguna diferencia en los niveles séricos de potasio al final del tratamiento, en comparación con el sulfonato de poliestireno de sodio (dos estudios, 117 participantes: DM 0,38 mEq/L, IC del 95%: -0,03 a 0,79; I2 = 42%, evidencia de baja certeza). No hubo evidencia de una diferencia en la PA sistólica (un estudio), la PA diastólica (un estudio) ni en el estreñimiento (un estudio) entre el sulfonato de poliestireno de calcio y el sulfonato de poliestireno de sodio.
No hubo diferencias entre el patiromer de dosis alta y el de dosis baja para la muerte (muerte súbita) (un estudio), el accidente cerebrovascular (un estudio), el infarto de miocardio (un estudio) ni para el estreñimiento (un estudio).
Los efectos comparativos de la administración de los aglutinantes potásicos con o sin alimentos, laxantes o sorbitol eran muy inciertos y no se disponía de datos suficientes para realizar un metanálisis.
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