¿Por qué es importante esta pregunta?
La covid-19 es una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2. La mayoría de personas con covid-19 desarrollan enfermedad respiratoria leve a moderada y es posible que algunas no presenten síntomas (infección asintomática). Otras experimentan síntomas graves y precisan de un tratamiento especializado y cuidados intensivos.
La covid-19 se propaga de persona a persona principalmente a través de las gotículas que se producen cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. Una persona también puede infectarse al tocar una superficie u objeto que contenga gotículas víricas en él, y al tocarse luego la boca o la nariz.
Algunas personas con covid-19 no tienen ningún síntoma, por lo que puede que no se sepa o no se sospeche que están infectadas. Sin embargo, todavía podrían ser capaces de transmitir la infección a otros. Esto significa que los trabajadores sanitarios que los tratan podrían correr el riesgo de contagiarse. El riesgo de infección puede ser especialmente alto cuando el personal sanitario realiza "procedimientos generadores de aerosol", que son procedimientos médicos que hacen que el paciente produzca muchas pequeñas gotas. Por ejemplo, es posible que las personas que se someten a una intervención quirúrgica con anestesia general, o las personas con una enfermedad pulmonar que dificulta la respiración (como la neumonía), necesiten que se les coloque un ventilador (máquina de respiración artificial) para ayudarles a respirar. Esto requiere que un trabajador sanitario inserte un tubo a través de la boca del paciente, en sus vías respiratorias, un procedimiento durante el cual es probable que el paciente produzca muchas pequeñas gotas. Se pueden producir gotitas similares durante los procedimientos dentales habituales, como la perforación o el raspado de los dientes.
El uso por parte del paciente o del profesional de un enjuague bucal antimicrobiano (para limpiar la boca) o de un espray nasal (aplicado dentro de la nariz) podría ayudarles a proteger a los trabajadores sanitarios de la infección con covid-19. El enjuague bucal antimicrobiano y el espray nasal son líquidos que matan o detienen el crecimiento de microorganismos como virus o bacterias.
Como con cualquier tratamiento médico, el enjuague bucal antimicrobiano y el espray nasal tienen tanto riesgos como beneficios potenciales. Es posible que el uso de enjuagues bucales o espráis nasales pueda causar una variedad de efectos no deseados (adversos), como irritación, reacciones alérgicas o pérdida del olfato. También puede eliminar los microorganismos de la boca o la nariz que son útiles para proteger el cuerpo contra las infecciones.
Se quiso evaluar los beneficios y riesgos de la autoadministración de enjuagues bucales y espráis nasales antimicrobianos por parte de pacientes sin infección con covid-19 conocida o sospechada, o por parte de los trabajadores de la salud que tratan a estos pacientes con procedimientos generadores de aerosol, mediante la revisión de la evidencia de la investigación.
¿Cómo se buscó la evidencia?
El equipo de investigadores buscó en la literatura médica estudios que compararan los efectos de pacientes o trabajadores sanitarios que se autoadministraran cualquier enjuague bucal o espray nasal antimicrobiano con ningún tratamiento, agua o una solución salina.
¿Qué se encontró?
No se encontraron estudios completados ni en curso para incluir en esta revisión.
¿Qué significa esto?
Actualmente no existe evidencia de los beneficios y los riesgos de que los trabajadores de la salud o los pacientes utilicen enjuagues bucales o espráis nasales antimicrobianos para proteger a los trabajadores que realizan procedimientos generadores de aerosoles en pacientes sin infección con covid-19 conocida o sospechada.
Se necesita que se realicen estudios para responder esta pregunta clínica importante.
¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?
La última búsqueda de evidencia se realizó el 1 de junio de 2020. Esta revisión abarcó la investigación disponible hasta esa fecha, pero no consideró ninguna evidencia que pudiera haberse producido desde entonces.
No se identificaron estudios para su inclusión en esta revisión ni ningún estudios en curso. La ausencia de estudios completados no es sorprendente dada la relativamente reciente aparición de la infección por covid-19. Sin embargo, es decepcionante que esta importante cuestión clínica no se esté abordando en los estudios en curso.
La infección por covid-19 supone un grave riesgo para los pacientes y, debido a su naturaleza contagiosa, para los trabajadores sanitarios que los tratan. Los riesgos de transmisión de la infección son mayores cuando un paciente se somete a un procedimiento generador de aerosol (PGA). No todos los que tienen covid-19 son sintomáticos, o se sospecha que están contagiados. Si un paciente que no se sabe ni se sospecha si tiene una infección por covid-19 va a someterse a un PGA, sería sensato, no obstante, minimizar el riesgo para los trabajadores sanitarios que lo tratan.
Irrigar la boca y la nariz de una persona sometida a un PGA con soluciones antimicrobianas, podría ser un método simple y seguro de reducir el riesgo de que una posible infección oculta se transmita a los sanitarios a través de gotículas o el contacto directo. Alternativamente, el uso de soluciones antimicrobianas por parte del personal sanitario podría disminuir la posibilidad de que adquieran la infección por covid-19. Sin embargo, el uso de esas soluciones antimicrobianas puede estar asociado a daños relacionados con la toxicidad de las propias soluciones o a alteraciones de la flora microbiana natural de la boca o la nariz.
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de los enjuagues bucales y los pulverizadores nasales antimicrobianos administrados a profesionales sanitarios y/o pacientes al realizar PGA en pacientes sin infección con covid-19 confirmada o sospechada.
Documentalistas del Grupo Cochrane de Enfermedades de oído, nariz y garganta y de Salud oral buscaron en el Registro Central de Ensayos Controlados (CENTRAL 2020, número 6); Ovid MEDLINE; Ovid Embase y otras fuentes de ensayos publicados y no publicados. La fecha de la búsqueda fue el 1 de junio de 2020.
Se necesita urgentemente evidencia sobre este tema. Sin embargo, en la actualidad no se espera encontrar muchos ECA completados. Por lo tanto, se planeó incluir los siguientes tipos de estudios: ensayos controlados aleatorizados (ECA); cuasialeatorizados; ensayos controlados no aleatorizados; estudios de cohortes prospectivos; estudios de cohortes retrospectivos; estudios transversales; estudios controlados del tipo antes y después. No se fijó una duración mínima para los estudios.
Se buscaron estudios que compararan cualquier enjuague bucal antimicrobiano y/o el pulverizador nasal (solos o en combinación) en cualquier concentración, administrado a el paciente o el trabajador sanitario antes y/o después del PGA.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos Cochrane estándar. Los desenlaces principales fueron: 1) incidencia de la infección por covid-19 sintomática o con resultados positivos en pruebas en los trabajadores sanitarios o pacientes; 2) episodio adverso significativo: anosmia (o alteración del olfato). Los desenlaces secundarios fueron: 3) contenido vírico de covid-19 en aerosol (de haber); 4) cambio en la carga vírica de covid-19 en el lugar de la irrigación; 5) otros episodios adversos: cambios en el microbioma de la cavidad oral, la cavidad nasal, la oro- o la nasofaringe; 6) otros episodios adversos: alergia, irritación/quemadura de la mucosa nasal, oral u orofaríngea (por ejemplo, erosiones, úlceras, hemorragias), tinción a largo plazo de las membranas mucosas o los dientes, ingesta accidental. Se planeó utilizar los criterios GRADE para evaluar la certeza de la evidencia de cada desenlace.
No se encontraron estudios completados para incluir en esta revisión.
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