El trasplante es la opción de tratamiento principal para personas con enfermedad hepática avanzada y grave, pero es un procedimiento difícil que puede dar lugar a complicaciones graves. El Grupo Cochrane Hepatobiliar ha producido varias revisiones para observar las pruebas y ayudar a superar estas complicaciones. Una nueva revisión de marzo de 2017 examina el tratamiento de inmunosupresión para prevenir el rechazo del cuerpo al hígado trasplantado. Manuel Rodríguez-Perálvarez, del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba (España) nos explica lo que hallaron.
Este podcast ha sido traducido por Andrea Cervera del Centro Cochrane Iberoamericano.
El trasplante es la opción de tratamiento principal para personas con enfermedad hepática avanzada y grave, pero es un procedimiento difícil que puede dar lugar a complicaciones graves. El Grupo Cochrane Hepatobiliar ha producido varias revisiones para observar las pruebas y ayudar a superar estas complicaciones. Una nueva revisión de marzo de 2017 examina el tratamiento de inmunosupresión para prevenir el rechazo del cuerpo al hígado trasplantado. Manuel Rodríguez-Perálvarez, del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba (España) nos explica lo que hallaron. Este podcast ha sido traducido por Andrea Cervera del Centro Cochrane Iberoamericano.
Cuando se trasplanta un hígado, el cuerpo del receptor desencadenará una respuesta inmunitaria que puede ser lo suficientemente grave como para dar lugar a un rechazo, la pérdida del órgano y muerte del paciente. Varios fármacos se utilizan para tratar de suprimir esta respuesta, solos o combinados, pero no está claro cuál es el mejor régimen. Quisimos descubrirlo a través de esta revisión Cochrane y para ello nos centramos en los regímenes utilizados en el tratamiento de mantenimiento, que suele comenzar unos meses después del trasplante y dura toda la vida del paciente.
Incluimos ensayos con asignación aleatoria hasta octubre de 2016 en los que los pacientes habían recibido un trasplante de hígado y utilizamos una forma avanzada de análisis estadístico llamado metanálisis en red para combinar simultáneamente pruebas de diferentes intervenciones de numerosos ensayos distintos. Sin embargo, debido a que faltaba información importante en los estudios identificados, se debe ser cauteloso con los resultados del metanálisis en red.
Hallamos 26 ensayos con asignación aleatoria y casi 4000 participantes. Pudimos utilizar datos de 3700 de estos pacientes, 23 ensayos, pero evaluamos todos los ensayos como en alto riesgo de sesgo y consideramos que la calidad general de las pruebas fue baja o muy baja.
Se compararon varios regímenes inmunosupresores en los ensayos, pero no hubo pruebas de una diferencia en el riesgo de muerte o pérdida del hígado trasplantado entre los distintos regímenes inmunosupresores, según el metanálisis en red. En una comparación directa en un único ensayo de 222 participantes, el riesgo de muerte y pérdida del órgano trasplantado fue mayor con la combinación de tacrolimus y sirolimus que con solo tacrolimus.
No hubo pruebas claras de ninguna diferencia entre los distintos regímenes inmunosupresores en cuanto al porcentaje de personas con eventos adversos, problemas renales o rechazo del hígado, tanto si requirió tratamiento como si no. No obstante, el número de eventos adversos fue menor con la ciclosporina A que con muchos otros regímenes inmunosupresores, aunque el retrasplante fue más habitual con este fármaco que con tacrolimus.
En resumen, a pesar de los más de 20 ensayos realizados hasta ahora, seguimos sin estar seguros de qué régimen inmunosupresor es mejor tras un trasplante hepático. Se continúan necesitando ensayos con asignación aleatoria bien diseñados y sugerimos que estos incluyan el tacrolimus como uno de los brazos de comparación.
Si desea leer más acerca de los ensayos realizados y los esfuerzos de esta revisión Cochrane puede consultarla en la Biblioteca Cochrane punto com y buscar ‘inmunosupresión de mantenimiento y trasplante de hígado’.