Algunas mujeres que reciben estimulación ovárica para la reproducción asistida experimentarán un efecto adverso conocido como el síndrome de la hiperestimulación ovárica o SHEO. Existen varias revisiones Cochrane sobre estrategias para prevenirlo y una nueva revisión global de enero de 2017 recoge los hallazgos de estas.
Este podcast ha sido traducido y grabado por Andrea Cervera del Centro Cochrane Iberoamericano.
Algunas mujeres que reciben estimulación ovárica para la reproducción asistida experimentarán un efecto adverso conocido como el síndrome de la hiperestimulación ovárica o SHEO. Existen varias revisiones Cochrane sobre estrategias para prevenirlo y una nueva revisión global de enero de 2017 recoge los hallazgos de estas. Este podcast ha sido traducido y grabado por Andrea Cervera del Centro Cochrane Iberoamericano.
La causa del síndrome de hiperestimulación ovárica es una respuesta ovárica muy intensa a la medicación hormonal y da como resultado un aumento del tamaño de los ovarios y un desplazamiento de líquido de los vasos sanguíneos hacia la cavidad abdominal, lo cual provoca distensión abdominal, un alto riesgo de coágulos sanguíneos y un descenso del suministro de sangre a órganos importantes como los riñones y el hígado. La forma leve de SHEO se observa en entre un 20% y un 33% de los ciclos de reproducción asistida, mientras que las formas moderadas y graves se observan en entre un 3% y un 8% de los ciclos, aproximadamente.
Esta revisión global resume las pruebas disponibles de 27 revisiones Cochrane sobre intervenciones para prevenir o tratar el SHEO moderado, grave y total en parejas con subfertilidad que recurren a ciclos de reproducción asistida, como la fecundación in vitro o la inyección intracitoplasmática de espermatozoides. De estas 27 revisiones, 17 se realizaron o actualizaron en los últimos tres años.
En total, siete revisiones describieron intervenciones que proporcionaron un efecto beneficioso en la reducción de las tasas de SHEO y otra revisión mostró resultados prometedores. Ninguna de las intervenciones efectivas, excepto una, tuvo un efecto perjudicial sobre los desenlaces de embarazo. Las revisiones que proporcionaron pruebas de calidad alta o moderada de un beneficio indicaron que los profesionales deberán considerar en especial las siguientes intervenciones: tratamiento con metformina antes y durante la reproducción asistida en mujeres con síndrome de ovario poliquístico y el tratamiento con antagonistas de la hormona liberadora de gonadotropina durante los ciclos de reproducción asistida o como desencadenante en programas de donación de ovocitos o de criotransferencia. Una intervención prometedora que debe estudiarse en profundidad es el coasting, la interrupción de la administración de gonadotropinas para reducir el SHEO. Por otro lado, actualmente no existen pruebas suficientes para apoyar la práctica extendida de congelar los embriones y recolocarlos posteriormente una vez que el SHEO ha desaparecido.
En conclusión, esta revisión global debería ayudar a los elaboradores de políticas a desarrollar guías o protocolos regionales y locales para prevenir el SHEO y se espera que estimule la investigación futura para completar las pruebas actuales. Los profesionales sanitarios pueden utilizar las pruebas resumidas para escoger el mejor régimen de tratamiento para cada mujer, el cual debe reducir las probabilidades de sufrir síndrome de la hiperestimulación ovárica sin comprometer los desenlaces de embarazo. Por desgracia, estas conclusiones están limitadas por la falta de estudios primarios y revisiones actualizadas recientes, y porque algunas de las nuevas estrategias de prevención del SHEO todavía no se han descrito en revisiones Cochrane, por lo que no han podido incluirse en esta revisión global.
Si desea leer este resumen de las más de veinte revisiones Cochrane que existen actualmente, puede encontrarlo en la Biblioteca Cochrane punto com, buscando 'revisión global de SHEO'.