Entre decenas de Revisiones Cochrane acerca de varios tratamientos para personas con VIH o SIDA, hay algunas que se fijan en cómo se deberían usar estos tratamientos, en vez de en los tratamientos en sí mismos. Una de estas revisiones analiza el momento de inicio del tratamiento, y se publicó en junio de 2019. Su autor principal, Alberto Mateo, de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool en el Reino Unido, cuenta la evidencia y los hallazgos sobre este tema importante.
Entre decenas de Revisiones Cochrane acerca de varios tratamientos para personas con VIH o SIDA, hay algunas que se fijan en cómo se deberían usar estos tratamientos, en vez de en los tratamientos en sí mismos. Una de estas revisiones analiza el momento de inicio del tratamiento, y se publicó en junio de 2019. Su autor principal, Alberto Mateo, de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool en el Reino Unido, cuenta la evidencia y los hallazgos sobre este tema importante.
Este podcast ha sido traducido y grabado por Laura Samsó del Centro Cochrane Iberoamericano.
Cuando se diagnostica a alguien de VIH, normalmente tiene que acudir a varias visitas médicas antes de que se le ofrezca un tratamiento. Esto es para asegurarse que está preparado y que es seguro empezar la medicación. Sin embargo, el hecho de atender a tantas visitas médicas puede ser una barrera para las personas, sobretodo en países de ingresos bajos y medios, lo que significa que muchas personas se desligan de los servicios de salud y nunca llegan a empezar el tratamiento. Esto los pone en riesgo de muerte más temprana que las personas que toman el tratamiento.
Una de las soluciones que se han propuesto es ofrecer el tratamiento antirretroviral, o TAR, el mismo día o a los pocos días del diagnóstico, lo que se conoce como “inicio rápido del TAR”. Se quiso investigar si esto puede reducir la mortalidad y mejorar otros resultados, y la revisión encontró que, probablemente, el inicio rápido del TAR aumenta el número de personas que inician el tratamiento y el número de personas con niveles indetectables de virus en sangre a los 12 meses después del diagnóstico. También se encontró que el inicio rápido del TAR puede aumentar el número de personas en contacto con los servicios sanitarios.
Sin embargo, la evidencia disponible actualmente no permite decir si el inicio rápido del TAR reduce la mortalidad. Algunos autores han sugerido previamente que iniciar el TAR tan rápidamente después del diagnóstico puede aumentar el número de efectos secundarios, pero tampoco se dispusieron de datos suficientes para analizar esto.
Es importante señalar que en todos los estudios incluidos en la revisión, el inicio rápido del TAR se aplicó junto con otras varias intervenciones necesarias para hacerlo posible. Estas intervenciones permitieron a los servicios sanitarios diagnosticar y evaluar la salud física y psicológica de las personas con VIH para ver si estas estaban preparadas para iniciar el TAR.
De cara al futuro, se espera que los próximos estudios ayuden a consolidar estos hallazgos prometedores y a determinar qué intervenciones son de más ayuda para administrar un inicio rápido del TAR.
Si quiere leer más acerca de la investigación y estar atento a futuras actualizaciones de la revisión a medida que los nuevos estudios estén disponibles, puede encontrarlo en línea. Solo vaya a Biblioteca Cochrane punto com y busque “inicio rápido del TAR” para que aparezca al principio de la lista.