Muchos sabemos lo molesto que es estar resfriado y para prevenirlo o tratarlo se nos habrán sugerido diversas intervenciones. Una de ellas es el zinc y una nueva revisión Cochrane publicada en mayo de 2024 observa la evidencia.

Este podcast ha sido traducido y locutado por Andrea Cervera del Centro Cochrane Iberoamericano.

El resfriado común o catarro es una infección vírica contagiosa de las vías respiratorias altas con síntomas como mucosidad o congestión nasal, estornudos, tos, dolor de garganta, dolor generalizado y cansancio. Aunque el sistema inmunitario suele poder eliminar la infección en una o dos semanas, muchas personas acuden a los suplementos de zinc de venta sin receta con la esperanza de prevenir o tratar los síntomas del resfriado. Esta revisión trató de evaluar si el zinc puede prevenir el resfriado común o si afecta a su duración, su intensidad y otros posibles efectos. También se quiso observar la seguridad.
Se identificaron 34 estudios con un total de algo más de 8500 participantes que compararon el zinc con un placebo, tanto en adultos como en niños. Los estudios abarcaron un amplio territorio, con representación de Asia, Europa, África, Sudamérica y Australia. Aunque la mayoría de los estudios tuvieron lugar en Estados Unidos. Se encontraron 19 estudios relacionados con el tratamiento, otros 8 analizaron la prevención del resfriado común y 7 se centraron en la prevención de las infecciones de las vías respiratorias altas en general.
Las pastillas para chupar fueron la presentación del zinc estudiada con más frecuencia El gluconato de zinc fue el tipo de zinc utilizado con más frecuencia, frente al orotato o el acetato. La posología y la duración del tratamiento también variaron considerablemente entre los estudios. Por ejemplo, las dosis de pastillas de gluconato de zinc fueron de 45 a 276 mg/día y durante 4,5 a 21 días. Otros métodos de administración fueron las cápsulas, los polvos disueltos, los comprimidos, los jarabes y la administración intranasal.
Dada la amplia variación de metodologías y el hecho de que muchos estudios tenían un riesgo de sesgo incierto o alto, resulta difícil establecer conclusiones con certeza. Sin embargo, teniendo esto en cuenta, la actual evidencia apunta a que tomar zinc de forma preventiva podría tener poco o ningún efecto en la duración, la intensidad o en el riesgo de resfriarse.
Los resultados para el zinc como tratamiento del resfriado tan solo fueron ligeramente más prometedores, pues apuntan a que el zinc podría acortar la duración de los síntomas en unos dos días comparado con el placebo.
En los estudios tanto de tratamiento como de prevención, los efectos secundarios, como la alteración del gusto y el malestar digestivo, fueron más frecuentes con las pastillas de zinc que con el placebo. Cabe destacar por lo tanto que los efectos secundarios podrían superar los posibles beneficios en algunas personas. Y, teniendo en cuenta los resultados de la revisión, se necesitan más estudios con metodologías coherentes antes de sugerir cualquier modificación de la práctica clínica actual.
En conclusión, si estamos considerando tomar zinc u otro suplemento de venta sin receta para el resfriado común, es importante hablar con nuestro médico, que puede ayudarnos a sopesar los posibles efectos beneficiosos y perjudiciales en base a nuestras necesidades individuales.

Si desea conocer mejor los resultados de la revisión y los tipos de suplementos de zinc utilizados, puede consultarla en la Biblioteca Cochrane buscando “zinc y resfriado común”.