Tomar suplementos de vitamina C en el embarazo
¿Cuál es el problema?
¿La administración de suplementos de vitamina C durante el embarazo mejora los desenlaces de las madres y los recién nacidos y tiene algún efecto adverso?
¿Por qué es esto importante?
Tener una ingesta baja de vitamina C se podría asociar con complicaciones en el embarazo como hipertensión con edema de las manos, los pies y la cara (preeclampsia), anemia y tener un recién nacido pequeño.
¿Qué evidencia se encontró?
Esta revisión incluyó datos de 29 ensayos que incluían a más de 24 000 embarazadas de 17 países diferentes. Cuatro ensayos no aportaron datos a la revisión. El riesgo general de sesgo de los ensayos fue bajo a incierto y la evidencia fue de calidad moderada a alta. La dosis diaria más frecuente de vitamina C fue 1000 mg y se utilizó en 15 estudios. Los resultados indicaron que la administración habitual de suplementos de vitamina C durante el embarazo solos o en combinación con otros suplementos (principalmente vitamina E) no mejoró los desenlaces de las embarazadas ni los recién nacidos. En las mujeres que recibieron suplementos de vitamina C hubo una reducción relativa del 36% en el desprendimiento prematuro de la placenta de la pared uterina (desprendimiento placentario) (ocho estudios, más de 15 700 mujeres); lo que se consideró evidencia de calidad alta. Sin embargo, no estuvo claro si este hallazgo se debía a la vitamina C o a otro agente, ya que la mayoría de los ensayos proporcionaron a las mujeres vitamina C combinada con vitamina E. En los estudios que proporcionaron a las mujeres sólo vitamina C, hubo una reducción de la rotura prematura de las membranas (RPM) que se produjo antes del parto o a término. Sin embargo, hubo un mayor riesgo de RPM a término en los estudios que administraron a las mujeres vitamina C y vitamina E. Por lo tanto, es necesario realizar más investigaciones para examinar la función de la vitamina C en la reducción del desprendimiento placentario y el desarrollo de RPM. La revisión encontró en un estudio solamente un aumento en el riesgo de dolor abdominal con la vitamina C, lo que indica que podría haber efectos perjudiciales asociados con los suplementos de vitamina C en el embarazo.
¿Qué significa esto?
Tomar suplementos de vitamina C durante el embarazo no ayuda a prevenir los problemas en el embarazo que incluyen el parto de un nacido muerto, la muerte del recién nacido, el parto prematuro, la preeclampsia o los recién nacidos con bajo peso al nacer.
Los datos no apoyan la administración habitual de suplementos de vitamina C solos o en combinación con otros suplementos para la prevención de la muerte fetal o neonatal, el crecimiento fetal deficiente, el parto prematuro o la preeclampsia. Se necesitan estudios de investigación adicionales para dilucidar la posible función de la vitamina C en la prevención del desprendimiento placentario y la rotura de las membranas antes del trabajo de parto. No hubo evidencia convincente de que la administración de suplementos de vitamina C solos o en combinación con otros suplementos provoque otros efectos beneficiosos o perjudiciales importantes.
La administración de suplementos de vitamina C puede ayudar a reducir el riesgo de complicaciones del embarazo como la preeclampsia, la restricción del crecimiento intrauterino y la anemia materna. Es necesario evaluar la eficacia y la seguridad de la administración de suplementos de vitamina C en el embarazo.
Evaluar los efectos de la administración de suplementos de vitamina C, solos o en combinación con otros suplementos separados, sobre los desenlaces del embarazo, los eventos adversos, los efectos secundarios y el uso de los recursos de salud.
Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (31 de marzo de 2015) y en las listas de referencias de los estudios identificados.
Todos los ensayos controlados aleatorizados o cuasialeatorizados que evaluaran la administración de suplementos de vitamina C en embarazadas. Se excluyeron las intervenciones que utilizaron un suplemento de multivitamina que contenía vitamina C o en el que el suplemento primario fue el hierro.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron los ensayos para inclusión y el riesgo de sesgo, extrajeron los datos y verificaron su exactitud.
En esta revisión se incluyeron 29 ensayos con un total de 24 300 mujeres. En general se consideró que 11 ensayos tuvieron bajo riesgo de sesgo, ocho alto riesgo de sesgo y en diez ensayos el riesgo fue incierto. No se observaron diferencias claras entre las mujeres que recibieron suplementos de vitamina C solos o en combinación con otros suplementos en comparación con placebo o ningún control en el riesgo de mortinato (razón de riesgos [RR] 1,15; intervalos de confianza [IC] del 95%: 0,89 a 1,49; 20 038 participantes; 11 estudios; I² = 0%; evidencia de calidad moderada), la muerte neonatal (RR 0,79; IC del 95%: 0,58 a 1,08; 19 575 participantes; 11 estudios; I² = 0%), la muerte perinatal (RR promedio 1,07; IC del 95%: 0,77 a 1,49; 17 105 participantes; siete estudios; I² = 35%), el peso al nacer (diferencia de medias [DM] 26,88 g; IC del 95%: -18,81 a 72,58; 17 326 participantes; 13 estudios; I² = 69%), la restricción del crecimiento intrauterino (RR 0,98; IC del 95%: 0,91 a 1,06; 20 361 participantes; 12 estudios; I² = 15%; evidencia de calidad alta), el parto prematuro (RR promedio 0,99; IC del 95%: 0,90 a 1,10; 22 250 participantes; 16 estudios; I² = 49%; evidencia de calidad alta), la RPM antes del término (rotura de membranas antes del trabajo de parto) (RR promedio 0,98; IC del 95%: 0,70 a 1,36; 16 825 participantes; diez estudios; I² = 70%; evidencia de calidad baja), la RPM a término (RR promedio 1,26; IC del 95%: 0,62 a 2,56; 2674 participantes; tres estudios; I² = 87%) y la preeclampsia clínica (RR promedio 0,92; IC del 95%: 0,80 a 1,05; 21 956 participantes; 16 estudios; I² = 41%; evidencia de calidad alta).
Las mujeres que recibieron suplementos de vitamina C solos o en combinación con otros suplementos, en comparación con placebo o ningún control, tuvieron un menor riesgo de presentar desprendimiento placentario (RR 0,64; IC del 95%: 0,44 a 0,92; 15 755 participantes; ocho estudios; I² = 0%; evidencia de calidad alta) y tuvieron un pequeño aumento de la edad gestacional al parto (DM 0,31; IC del 95%: 0,01 a 0,61; 14 062 participantes; nueve estudios; I² = 65%); sin embargo, también fueron más propensas a notificar dolor abdominal (RR 1,66; IC del 95%: 1,16 a 2,37; 1877 participantes; un estudio). En los análisis de subgrupos basados en el tipo de suplemento, la administración de suplementos de vitamina C solos se asoció con una reducción en el riesgo de RPM antes del término (RR promedio 0,66; IC del 95%: 0,48 a 0,91; 1282 participantes; cinco estudios; I² = 0%) y de RPM a término (RR promedio 0,55; IC del 95%: 0,32 a 0,94; 170 participantes; un estudio). Por el contrario, el riesgo de RPM a término aumentó cuando la administración de suplementos incluyó vitamina C y vitamina E (RR promedio 1,73; IC del 95%: 1,34 a 2,23; 3060 participantes; dos estudios; I² = 0%). No hubo diferencias en los efectos de la vitamina C sobre otros desenlaces en los análisis de subgrupos que examinaron el tipo de suplemento. Los patrones no fueron diferentes en otros subgrupos de embarazadas según el riesgo subyacente de complicaciones del embarazo, el momento del comienzo de la administración de suplementos o la ingesta dietética de vitamina C antes del ingreso a los ensayos. La calidad GRADE de la evidencia fue alta para la restricción del crecimiento intrauterino, el parto prematuro y el desprendimiento placentario, moderada para el mortinato y la preeclampsia clínica, y baja para la RPM antes del término.
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