Esta revisión examina las intervenciones para las infecciones de la piel “celulitis” y “erisipelas”. Estos dos términos actualmente son considerados presentaciones diferentes de la misma enfermedad por la mayoría de los expertos, y se hace lo mismo en esta revisión. Por razones de simplicidad se utilizó “celulitis” como único término para referirse a ambas enfermedades.
La celulitis es una infección común y dolorosa de la piel, generalmente bacteriana, que puede requerir hospitalización en los casos graves. Existe variación en los tipos de tratamientos prescritos, de manera que esta revisión procura compilar la evidencia sobre los mejores tratamientos disponibles.
La infección afecta con más frecuencia a la piel de la pierna aunque puede infectar la piel de cualquier parte del cuerpo, generalmente después de una lesión. Los síntomas incluyen dolor intenso, hinchazón e inflamación, a menudo acompañados de fiebre, rigidez, náuseas y sensación de malestar general. La infección generalmente es tratada con antibióticos, sin embargo se han utilizado corticosteroides y tratamientos físicos para aliviar el dolor, el enrojecimiento y la hinchazón y mejorar la circulación a la piel.
Se identificaron 25 ensayos controlados aleatorizados. Ninguno de los dos ensayos investigó los mismos antibióticos, y no hubo ningún régimen estándar de tratamiento utilizado como comparación. No fue posible definir el mejor tratamiento para la celulitis y las conclusiones limitadas se basan principalmente en ensayos individuales. Ningún tratamiento individual fue claramente superior. Es sorprendente el hecho de que los antibióticos orales parecieron ser más efectivos que los antibióticos administrados por vía intravenosa para la celulitis moderada y grave. Este hecho merece estudiarse en profundidad. Los antibióticos administrados por vía intramuscular fueron igual de efectivos que los administrados por vía intravenosa, con una incidencia inferior de episodios adversos. En un estudio el agregado de corticosteroides a un antibiótico pareció acortar la duración de la estancia hospitalaria, sin embargo se necesitan ensayos adicionales. Un estudio individual pequeño indicó que el tratamiento con vibración puede aumentar la tasa de recuperación aunque los resultados de los ensayos individuales deben observarse con cuidado. No hubo datos suficientes para proporcionar resultados significativos en cuanto a los episodios adversos.
No es posible definir el mejor tratamiento para la celulitis y la mayoría de las recomendaciones se basan en ensayos individuales. Se necesitan ensayos para evaluar la eficacia de los antibióticos orales en comparación con los antibióticos intravenosos en el contexto comunitario ya que hay consecuencias en el servicio en cuanto al costo y la comodidad.
La celulitis y la erisipela se consideran por lo general manifestaciones de la misma enfermedad, una infección de la piel asociada con dolor intenso y síntomas sistémicos. En las guías se sugieren diversos tratamientos con antibióticos.
Evaluar la eficacia y la seguridad de las intervenciones para la celulitis adquirida en forma no quirúrgica.
En mayo 2010, se hicieron búsquedas de ensayos controlados aleatorizados en el Registro Especializado del Grupo Cochrane de Piel (Cochrane Skin Group), en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) en The Cochrane Library, MEDLINE, EMBASE y en las bases de datos de ensayos en curso.
Se seleccionaron los ensayos controlados aleatorizados que comparaban dos o más intervenciones diferentes para la celulitis.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron la calidad de los ensayos y extrajeron los datos.
Se incluyeron 25 estudios con un total de 2488 participantes. El desenlace principal “síntomas calificados por el participante o el médico de cabecera o la proporción sin síntomas” se informó a menudo. Ninguno de los dos ensayos examinó los mismos fármacos, por lo tanto se agruparon tipos similares de fármacos.
Se encontró que los macrólidos/estreptograminas fueron más efectivos que los antibióticos con penicilina (razón de riesgos [RR] 0,84; IC del 95%: 0,73 a 0,97). En tres ensayos con 419 personas, dos de estos estudios usaron un macrólido oral en comparación con penicilina intravenosa (IV) y demostraron que los tratamientos orales pueden ser más efectivos que los tratamientos IV (RR 0,85; IC del 95%: 0,73 a 0,98).
Tres estudios con un total de 88 personas que compararon una penicilina con una cefalosporina no revelaron ninguna diferencia en el efecto del tratamiento (RR 0,99; IC del 95%: 0,68 a 1,43).
Seis ensayos que incluyeron a 538 personas y que compararon diferentes generaciones de cefalosporina, no mostraron diferencias en el efecto del tratamiento (RR 1,00; IC del 95%: 0,94 a 1,06).
Sólo se encontraron estudios individuales pequeños en cuanto a la duración del tratamiento con antibióticos, la vía intramuscular versus intravenosa, el agregado de corticosteroides al tratamiento con antibióticos en comparación con el antibiótico solo, y el tratamiento con vibración, por lo cual no hubo evidencia suficiente para establecer conclusiones. Sólo dos estudios investigaron tratamientos para la celulitis grave y los mismos seleccionaron antibióticos diferentes para sus comparaciones, de manera que no es posible establecer conclusiones firmes.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.