Pregunta de la revisión
Esta revisión, producida por el Grupo Cochrane de Salud Oral, procura evaluar los efectos del uso de implantes colocados quirúrgicamente en el hueso de la boca para estabilizar los dientes (anclaje) durante el tratamiento con aparatos ortodónticos y compara los implantes con el uso de métodos convencionales. También evalúa los efectos de diferentes técnicas de anclaje quirúrgico.
Antecedentes
El tratamiento ortodóntico se utiliza para corregir los dientes torcidos o que sobresalen al mover los dientes afectados hacia la posición correcta. Los dientes se enderezan mediante el uso de un aparato ortopédico. A veces, el uso de un aparato ortopédico causa el movimiento no deseado de otros dientes, lo cual se controla mediante lo que se conoce como anclaje o métodos para estabilizar estos dientes. Convencionalmente los sitios de anclaje se encuentran dentro la cavidad bucal (intraoral), p.ej. los dientes, o como alternativa en el exterior la boca (extraoral), donde se utilizan dispositivos extraorales que se sujetan a la cabeza o el cuello. A veces, cuando se utilizan dispositivos como los aparatos extraorales, existen cuestiones como la renuencia de los pacientes a utilizarlos, o la información sobre que causan lesiones.
Como una alternativa a estos métodos convencionales, se han desarrollado técnicas quirúrgicas para colocar minitornillos u otros tipos de implantes en el hueso de la boca con objeto de proporcionar una estructura firme para el anclaje (estabilización) y prevenir el movimiento dentario no deseado durante los tratamientos ortodónticos.
Estos tipos de dispositivos se han vuelto cada vez más populares, sin embargo, sus efectos no se han evaluado plenamente.
Características de los estudios
Las pruebas sobre las cuales se basa esta revisión fueron correctas hasta el 28 de octubre 2013. Ésta es una actualización de una revisión existente, que incluía un estudio. Se incluyeron 15 estudios en esta revisión que incluía datos de 561 participantes. Los estudios se realizaron en Europa, India, China, Corea del Sur y EE.UU. La mayoría tuvo lugar en ámbitos universitarios u hospitales de entrenamiento y uno en un consultorio especializado en práctica ortodóntica. La mayoría de los estudios tenían un número similar de hombres y mujeres, sin embargo, había más mujeres que hombres en cinco estudios y sólo mujeres en dos. El rango de edad osciló desde adolescentes y adultos jóvenes hasta adultos de 54 años. Todos los participantes de los estudios necesitaron un ciclo de tratamiento ortodóntico con control adicional del anclaje. Ninguno de los estudios informó efectos adversos.
Resultados clave
Al comparar los dispositivos de anclaje implantados quirúrgicamente con los dispositivos de anclaje convencionales, fueron mejores para proporcionar estabilización y prevenir el movimiento dentario no deseado durante el tratamiento ortodóntico. Hubo información limitada sobre los resultados informados por los pacientes como el dolor y la aceptabilidad de los dispositivos. No se brindó información sobre eventos adversos.
Calidad de la evidencia
La calidad de las pruebas para los resultados importantes de esta revisión fue de moderada a baja. Las deficiencias principales de todos los estudios estuvieron relacionadas con el diseño y la manera en que se realizaron y con un informe insuficiente y de baja calidad de los métodos y los resultados de los estudios.
Hay pruebas de calidad moderada de que el reforzamiento del anclaje es más efectivo con el anclaje quirúrgico que con el anclaje convencional, y de que los resultados de los implantes de minitornillos en particular son prometedores. Aunque el anclaje quirúrgico no se asocia con los riesgos inherentes y las cuestiones de cumplimiento relacionadas con el aparato extraoral, ninguno de los estudios incluidos informó efectos perjudiciales causados por el anclaje quirúrgico o convencional.
El término anclaje en el tratamiento ortodóntico se refiere a los métodos para controlar el movimiento dentario no deseado. El anclaje se proporciona mediante los sitios de anclaje dentro de la cavidad bucal, como los dientes y el paladar, o desde afuera de la boca (aparato extraoral). Recientemente, se han desarrollado nuevos métodos de provisión del anclaje mediante implantes ortodónticos que se insertan quirúrgicamente en el hueso de la boca. Este procedimiento se denomina anclaje quirúrgico. Esta es una actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 2007.
Evaluar los efectos de las técnicas de anclaje quirúrgico en comparación con el anclaje convencional para la prevención del movimiento dentario no deseado en pacientes sometidos al tratamiento ortodóntico mediante la evaluación del movimiento mesiodistal del primer molar superior. Un objetivo secundario fue comparar los efectos de un tipo de anclaje quirúrgico con otro.
Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Salud Oral (Cochrane Oral Health Group), (hasta el 28 octubre 2013), Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) (The Cochrane Library 2013, número 9), MEDLINE vía OVID (1946 hasta el 28 octubre de 2013) y EMBASE vía OVID (1980 hasta el 28 octubre 2013). Se hicieron búsquedas manuales de estudios en curso y no publicados en revistas de ortodoncia y odontología internacionales clave, y búsquedas en la base de datos de ensayos ClinicalTrials.gov y en la World Health Organization (WHO) International Clinical Trials Registry Platform.
Ensayos controlados aleatorios que compararan el anclaje quirúrgico con el anclaje convencional en pacientes sometidos a tratamiento ortodóntico. También se incluyeron los ensayos que comparaban dos tipos de anclaje quirúrgico.
Al menos dos autores de la revisión, de forma independiente y por duplicado extrajeron los datos y realizaron evaluaciones del riesgo de sesgo. Se estableció contacto con los autores de los estudios para aclarar aspectos del diseño y la realización del estudio, y para obtener datos no informados.
Se añadieron 14 nuevos estudios en esta actualización que resultan en un total de 15 estudios que informaron datos de 561 pacientes asignados al azar. Los estudios se realizaron en Europa, India, China, Corea del Sur y EE.UU. El rango de edad de los pacientes estaba habitualmente restringido a los adolescentes o adultos jóvenes, sin embargo, los participantes de dos estudios eran de un rango de edad más amplio (12 a 54 años). La distribución de hombres y mujeres fue similar en ocho de los estudios, con un predominio de pacientes de sexo femenino en siete estudios.
Ocho estudios se evaluaron como en riesgo general alto de sesgo; seis estudios con riesgo de sesgo incierto; un estudio con bajo riesgo de sesgo.
Diez estudios con 407 pacientes asignados al azar y 390 pacientes analizados compararon el anclaje quirúrgico con el anclaje convencional para el resultado primario del movimiento mesiodistal de primer molar superior. Se realizó un metanálisis con el modelo de efectos aleatorios para los siete estudios que informaron sobre este resultado de forma completa. Hubo pruebas sólidas de un efecto del anclaje quirúrgico sobre este resultado. En comparación con el anclaje convencional, el anclaje quirúrgico fue más efectivo en el reforzamiento del anclaje por 1,68 mm (intervalo de confianza [IC] del 95%: -2,27 mm a -1,09 mm; siete estudios, 308 participantes analizados) y las pruebas fueron de calidad moderada (un estudio en riesgo general alto de sesgo, cinco estudios en riesgo incierto de sesgo, un estudio en riesgo bajo de sesgo). Sin embargo, este resultado debe interpretarse con cuidado debido a que hubo un grado apreciable de heterogeneidad para esta comparación. No hubo pruebas de una diferencia en la duración general del tratamiento entre el anclaje quirúrgico y el convencional (-0,15 años; IC del 95%: -0,37 años a 0,07 años; tres estudios, 111 pacientes analizados) y las pruebas fueron de baja calidad (un estudio en riesgo general alto de sesgo y dos estudios en riesgo incierto de sesgo). La información sobre los resultados informados por el paciente como el dolor y la aceptabilidad fue limitada y no concluyente.
Al realizar comparaciones directas entre dos tipos de anclaje quirúrgico, hubo una falta de pruebas para sugerir que alguna técnica fue mejor que la otra.
Ningún estudio incluido informó efectos adversos.