El dolor neuropático es el dolor que proviene de los nervios dañados. Es diferente de los mensajes de dolor transmitidos a lo largo de los nervios sanos a partir del tejido dañado (una caída, o corte, o la artritis de la rodilla). El dolor neuropático se trata con fármacos diferentes que los administrados para el dolor que proviene del tejido dañado. Los fármacos como el paracetamol o el ibuprofeno no son efectivos para el dolor neuropático, mientras que la medicación que a veces se utiliza para tratar la depresión o la epilepsia puede ser muy efectiva para algunos pacientes con dolor neuropático. Se carece de comprensión sobre la fibromialgia (un trastorno que incluye dolor persistente y difundido, dolor a la palpación, trastornos del sueño y fatiga), aunque la fibromialgia puede responder a los mismos fármacos que el dolor neuropático.
La lamotrigina es un fármaco utilizado para tratar la epilepsia y, por lo tanto, podría ser una medicación útil para el dolor neuropático o la fibromialgia.
El 26 de noviembre de 2013 se realizaron búsquedas de ensayos clínicos en los que la lamotrigina se utilizara para tratar el dolor neuropático o la fibromialgia. Se encontraron 12 estudios de calidad razonable que probaron lamotrigina en comparación con placebo durante varias semanas. Casi la mitad de los 1511 pacientes de los estudios presentaba dolor en los miembros causado por nervios dañados como resultado de la diabetes, y se examinaron siete trastornos neuropáticos dolorosos diferentes. Ningún estudio consideró la fibromialgia.
La lamotrigina no ayudó con el dolor y no fue diferente del placebo, excepto al causar más efectos secundarios. Los eventos adversos fueron más frecuentes con lamotrigina que con placebo, y se observó que un paciente de cada 27 presentó erupción cutánea.
Los estudios amplios, de alta calidad y de larga duración que informaron niveles clínicamente útiles de analgesia para los participantes individuales no aportaron pruebas convincentes de que la lamotrigina es efectiva para tratar el dolor neuropático y la fibromialgia en dosis diarias de alrededor de 200 a 400 mg. Sobre la base de las pruebas disponibles, la lamotrigina no tiene un lugar significativo en el tratamiento debido a la existencia de tratamientos más efectivos, como los fármacos antiepilépticos y antidepresivos. El perfil de efectos adversos de la lamotrigina también es un tema de interés.
Ésta es una actualización de la revisión Cochrane original titulada Lamotrigina para el dolor agudo y crónico publicada en el número 2, 2007, y actualizada en el número 2, 2011. Los fármacos antiepilépticos son importantes en el tratamiento del dolor neuropático (dolor debido a daño del nervio). Esta revisión actualizada no agrega ningún estudio nuevo adicional que considere las pruebas sobre la lamotrigina como un tratamiento efectivo para el dolor neuropático crónico o la fibromialgia. La actualización utiliza un estándar mayor de pruebas que el utilizado anteriormente.
Evaluar la eficacia analgésica de la lamotrigina para el tratamiento del dolor neuropático crónico y la fibromialgia y evaluar los efectos adversos informados en los estudios.
Se identificaron los ensayos controlados aleatorios (ECA) de la lamotrigina para el dolor neuropático crónico y la fibromialgia (incluido el dolor por cáncer) en MEDLINE, EMBASE y el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL). Se realizaron búsquedas para la revisión original en 2006, en 2011 para la primera actualización, y las búsquedas posteriores en agosto 2013 para esta actualización. Se buscaron estudios adicionales en las listas de referencias de los artículos recuperados. La revisión original y la primera actualización incluyeron el dolor agudo, aunque no se identificaron estudios del dolor agudo.
ECA que investigaran la administración de lamotrigina (cualquier dosis, por cualquier vía y con cualquier duración del estudio) para el tratamiento del dolor neuropático crónico o la fibromialgia. La evaluación de la intensidad o del alivio del dolor, o ambas, mediante escalas validadas. Los participantes fueron adultos de 18 años de edad y mayores. Se incluyeron sólo artículos completos de revistas.
De forma independiente, dos revisores extrajeron los datos sobre la eficacia y los eventos adversos y examinaron las cuestiones de calidad de los estudios. Se realizó el análisis con tres niveles de pruebas. El primer nivel utilizó los datos de los estudios que informaron el resultado de una reducción del dolor de al menos el 50% a partir del valor inicial, con una duración de al menos ocho semanas, tuvieron un diseño de grupos paralelos, incluyeron 200 o más participantes en la comparación e informaron un análisis de intención de tratar. Los estudios de primer nivel no utilizaron la última observación considerada (LOCF, por sus siglas en inglés) ni otros métodos de imputación para los abandonos. El segundo nivel usó los datos que no lograban cumplir con este estándar y, por lo tanto, los resultados de este nivel estaban sujetos al sesgo potencial.
Doce estudios incluidos en 11 publicaciones (1511 participantes), todos sobre el dolor neuropático crónico: dolor central posterior a un accidente cerebrovascular (1); dolor neuropático inducido por la quimioterapia (1); neuropatía diabética (4); neuropatía relacionada con el VIH (2); dolor neuropático mixto (2); dolor por lesión de la médula espinal (1); y neuralgia del trigémino (1). No se identificó ningún estudio adicional. Los participantes tenían entre 26 y 77 años de edad. La duración de los estudios fue de dos semanas en un estudio y de al menos seis semanas en los restantes; ocho tuvieron una duración de ocho semanas o más.
Ningún estudio aportó pruebas de primer nivel sobre un resultado de eficacia. No hubo pruebas convincentes de que la lamotrigina es efectiva para tratar el dolor neuropático y la fibromialgia en dosis diarias de 200 mg a 400 mg. Casi un 10% de los participantes que tomaban lamotrigina presentaron una erupción cutánea.
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