Algunos embarazos pueden ser complicados por un trastorno médico en la madre (p.ej., diabetes o hipertensión arterial) o por un trastorno que puede afectar la salud o el desarrollo del neonato. Si estos neonatos con dificultades potenciales pudiesen identificarse, y si hubiese intervenciones efectivas para mejorar los resultados, entonces la utilización de una prueba exacta durante el embarazo podría ser beneficiosa. La CTG prenatal es el registro electrónico continuo de la frecuencia cardíaca fetal que se obtiene mediante un transductor de ultrasonido colocado sobre el abdomen materno. A veces se denomina "monitorización electrónica fetal" (MEF). La revisión esperó observar si el uso de la CTG durante el embarazo puede mejorar los resultados para los neonatos al identificar a los que sufren complicaciones. Se buscaron estudios que incluyeron a mujeres tanto con riesgo alto como bajo de complicaciones. La revisión incluyó seis estudios con todas las mujeres con mayor riesgo de complicaciones. Cuatro de los estudios incluidos se realizaron en los años ochenta y dos a fines de los noventa. Los estudios incluidos no fueron de calidad alta. No hubo diferencias en los resultados identificados (evidencia de calidad baja/muy baja), aunque cuando se utilizó una interpretación computarizada del trazado de la CTG, los hallazgos parecieron prometedores. Sin embargo, las monitorizaciones con CTG, las tecnologías asociadas y las formas de las comadronas y los obstetras de cuidar a las mujeres con diferentes complicaciones en el embarazo han cambiado con el transcurso de los años. Este hecho significa que actualmente se necesitan más estudios para ver si los resultados para los neonatos con mayor riesgo de complicaciones pueden mejorarse con la CTG prenatal, en particular, con la CTG computarizada.
No hay pruebas claras de que la CTG prenatal mejore el resultado perinatal, pero se justifican los estudios adicionales que se centren en el uso de la CTG computarizada en poblaciones específicas de mujeres con mayor riesgo de complicaciones.
La CTG prenatal es el registro continuo de la frecuencia cardíaca fetal que se obtiene mediante un transductor de ultrasonido colocado sobre el abdomen materno. La CTG se usa ampliamente en el embarazo como un método de evaluación del bienestar fetal, predominantemente en los embarazos con mayor riesgo de complicaciones.
Evaluar la efectividad de la CTG prenatal (tanto evaluaciones tradicionales como computarizadas) para mejorar los resultados para las madres y los neonatos durante y después del embarazo.
Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (26 de junio de 2015) y en las listas de referencias de los estudios recuperados.
Ensayos aleatorios y cuasialeatorios que compararon la CTG prenatal tradicional con ninguna CTG o con resultados enmascarados de la CTG; CTG computarizada con ninguna CTG o con resultados enmascarados de la CTG, y CTG computarizada con CTG tradicional.
Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente los ensayos para la inclusión y el riesgo de sesgo, extrajeron los datos y verificaron su exactitud.
Se incluyen seis estudios con 2105 mujeres. En términos generales, los estudios incluidos no fueron de calidad alta, y sólo dos tuvieron una generación de la secuencia de asignación al azar y una ocultación de la asignación adecuadas. Todos los estudios con posibilidades de incluirse seleccionaron sólo a mujeres con mayor riesgo de complicaciones.
La comparación de la CTG tradicional versus ninguna CTG no mostró diferencias significativas identificadas en la mortalidad perinatal (cociente de riesgo (CR) 2,05; intervalo de confianza (IC) del 95%: 0,95 a 4,42; 2,3% versus 1,1%; cuatro estudios, N = 1627, evidencia de calidad baja) o en las muertes potencialmente prevenibles (CR 2,46; IC del 95%: 0,96 a 6,30; cuatro estudios, N = 1627), aunque el metanálisis tuvo poco poder estadístico en la evaluación de este resultado. De igual manera, no hubo diferencias significativas identificadas en las cesáreas (CR 1,06; IC del 95%: 0,88 a 1,28; 19,7% versus 18,5%; tres ensayos, N = 1279, evidencia de calidad baja). Tampoco hubo diferencias significativas identificadas para los desenlaces secundarios relacionados con las puntuaciones de Apgar de menos de siete a los cinco minutos (CR 0,83; IC del 95%: 0,37 a 1,88; un ensayo, N = 396, evidencia de calidad muy baja); o el ingreso a las unidades de atención especiales neonatales o a las unidades de cuidados intensivos neonatales (CR 1,08; IC del 95%: 0,84 a 1,39; dos ensayos, N = 883, evidencia de calidad baja), ni en los demás desenlaces secundarios evaluados.
No hubo ningún estudio elegible que comparara la CTG computarizada con ninguna CTG.
La comparación de la CTG computarizada versus la CTG tradicional mostró una reducción significativa de la mortalidad perinatal con la CTG computarizada (CR 0,20; IC del 95%: 0,04 a 0,88; dos estudios; 0,9% versus 4,2%; 469 mujeres, evidencia de calidad moderada). Sin embargo, no hubo diferencias significativas identificadas en las muertes potencialmente prevenibles (CR 0,23; IC del 95%: 0,04 a 1,29; dos estudios, N = 469), aunque el metanálisis tuvo poco poder estadístico en la evaluación de este resultado. No hubo diferencias significativas identificadas en las cesáreas (CR 0,87; IC del 95%: 0,61 a 1,24; 63% versus 72%, un estudio, N = 59, evidencia de calidad baja), las puntuaciones de Apgar de menos de siete a los cinco minutos (CR 1,31; IC del 95%: 0,30 a 5,74; dos estudios, N = 469, evidencia de calidad muy baja) ni en los resultados secundarios.
La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.