El carcinoma escamocelular (CEC) de la piel es el segundo cáncer de la piel más frecuente en personas de raza blanca y ocurre con mayor frecuencia en las áreas del cuerpo expuestas al sol. Las personas con piel clara y las que presentan ciertas enfermedades genéticas o un deterioro del sistema inmunológico tienen un mayor riesgo de desarrollar CEC de la piel. Clínicamente, el CEC aparece habitualmente como un parche escamoso rojo persistente que puede sangrar si recibe un traumatismo, aunque las lesiones también pueden parecerse a verrugas o a úlceras sin cicatrizar. Ocasionalmente, el CEC de la piel reaparece, incluso después de un tratamiento aparentemente exitoso, y se puede diseminar a otras partes del cuerpo. Sin embargo, rara vez causa la muerte. En su mayoría, los CEC de la piel se tratan quirúrgicamente, ya sea mediante la extirpación del cáncer con un margen de piel de apariencia normal u ocasionalmente mediante la cirugía micrográfica de Mohs en la que el tumor visible se extrae y se examina bajo el microscopio, con etapas adicionales de escisión y revisión microscópica hasta que se ha eliminado todo el tumor. Si la cirugía no es posible, se puede utilizar como tratamiento la radioterapia. Otros tratamientos utilizados en ocasiones incluyen legrado y cauterización (cuando el tumor se raspa y la herida se sella con corriente eléctrica de baja intensidad para detener la hemorragia y destruir las células cancerosas restantes) y crioterapia, en la cual, las células cancerosas se destruyen mediante congelación. A veces, se utilizan combinaciones de tratamientos para los CEC de la piel más agresivos que tienen un alto riesgo de recidiva y diseminación. También se han utilizado otros tratamientos más modernos, pero generalmente no se recomiendan.
Se buscaron los estudios que asignaron al azar a personas con CEC primario no metastásico a recibir uno u otro tratamiento para la enfermedad. El objetivo principal fue determinar qué método de tratamiento se asocia con niveles más bajos de recidiva de la enfermedad y mejor calidad de vida. También se intentó comparar los tratamientos en cuanto al malestar para el individuo y la apariencia del área tratada. Solamente se encontró un estudio que comparó la recidiva del cáncer en personas con CEC agresivo de la piel (presenta características que provocan un alto riesgo de recidiva o diseminación) tratadas con quimioterapia añadida después del tratamiento quirúrgico inicial o que no recibieron quimioterapia añadida. La evidencia de este ensayo indica que el agregado de quimioterapia no tuvo efectos significativos sobre el tiempo hasta la recidiva. Como no se encontraron estudios aleatorizados adicionales que compararan intervenciones diferentes, no fue posible encontrar evidencia suficiente para responder estas preguntas en la revisión. Lo anterior destaca la necesidad de realizar más estudios aleatorizados bien diseñados en este campo para aportar evidencia más confiable sobre el tratamiento de las personas con esta enfermedad.
Existe poca evidencia de ECA que compare la eficacia de diferentes intervenciones para los CEC primarios cutáneos. Existe una clara necesidad de realizar estudios aleatorizados bien diseñados para mejorar la base de evidencia para el tratamiento de esta enfermedad.
El carcinoma escamocelular (CEC) es el segundo cáncer de la piel más común y se ha vuelto cada vez más frecuente en todo el mundo. De no ser tratado, puede diseminarse a otras partes del cuerpo y, aunque el riesgo es bajo, puede finalmente provocar la muerte. La escisión quirúrgica es la primera línea de tratamiento para la mayoría de los CEC de la piel, aunque también se utilizan otras formas de tratamiento según la naturaleza y el sitio del tumor, así como los factores individuales de los participantes. Por lo tanto, se requiere un enfoque multiprofesional para el tratamiento de las personas con esta enfermedad.
Evaluar los efectos de los tratamientos para el carcinoma escamocelular primario no metastásico de la piel.
En febrero de 2010, se hicieron búsquedas de ensayos relevantes en el registro especializado del Grupo Cochrane de Piel (Cochrane Skin Group), The Cochrane Library (número 1, 2010), MEDLINE, EMBASE, PsycINFO, AMED, LILACS y en los registros de ensayos en curso.
Solamente se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) de intervenciones para el CEC primario de la piel. Los criterios de inclusión fueron: adultos con uno o más CEC primarios de la piel, histológicamente comprobados, que no hayan hecho metástasis. Las variables principales analizadas fueron el tiempo hasta la recidiva de uno a cinco años después del tratamiento y la calidad de vida. Las variables secundarias incluyeron fracaso temprano del tratamiento en el transcurso de seis meses, número de episodios adversos al final del tratamiento, apariencia estética evaluada por el participante y el médico, molestias del participante durante y después del tratamiento, y muerte.
Dos autores (LL, FB-H) realizaron de forma independiente la selección de los estudios y la evaluación de la calidad metodológica y extrajeron los datos.
Se incluyó un ensayo con 65 personas. Este ensayo comparó el tiempo hasta la recidiva en participantes con CEC agresivo de la piel que se asignaron al azar a recibir ácido 13-cis-retinoico e interferón alfa coadyuvantes después de la cirugía con o sin tratamiento con radiaciones, o ningún tratamiento coadyuvante después del tratamiento inicial. No hubo diferencias significativas en el tiempo hasta la recidiva del tumor entre los dos grupos (cociente de riesgos instantáneos 1,08; intervalo de confianza del 95%: 0,43 a 2,72).
La mayoría de los estudios identificados a partir de las búsquedas se excluyeron porque fueron series de casos no controladas, no incluyeron participantes con CEC primario invasivo o solamente incluyeron participantes con enfermedad recidivante o metastásica.
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